Efectos negativos del tabaco en nuestra salud

El tabaco es una de las principales amenazas para la salud en el mundo. Cada año mata a 6 millones de personas, de las que 5 son consumidores directos y el resto personas que no fuman, pero están expuestas al humo ajeno. 

Qué sustancias contiene el tabaco

El tabaco es una planta que se utiliza principalmente para la producción de cigarrillos, puros y otros productos relacionados. A lo largo de la historia, se ha consumido de diferentes formas y por diversas culturas. Son conocidos los efectos negativos del tabaco, que contiene más de 4.000 sustancias químicas, muchas de las cuales son tóxicas y pueden causar enfermedades graves. Incluyen nicotina, alquitrán, monóxido de carbono y diversos aditivos que se agregan durante el proceso de fabricación.

  • Nicotina. Es una de las principales sustancias presentes en el tabaco y es responsable de su efecto adictivo. Cuando se inhala, se absorbe rápidamente en el torrente sanguíneo y llega al cerebro en cuestión de segundos. Una vez allí, la nicotina estimula la liberación de dopamina, un neurotransmisor asociado con la sensación de placer y recompensa. Los efectos del tabaco en el organismo son complejos y tienen múltiples consecuencias negativas. Además de ser adictivo, aumenta la presión arterial y la frecuencia cardíaca, lo que incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares. También afecta al sistema respiratorio, disminuyendo la capacidad pulmonar y causando irritación en los pulmones y vías respiratorias.
  • Alquitrán. Es altamente tóxico. Se forma cuando se queman las hojas de tabaco y se inhala junto con el humo del cigarrillo. Contiene numerosos compuestos químicos cancerígenos, como el benzopireno, que están directamente relacionados con el desarrollo de cáncer de pulmón, garganta, boca y otros tipos de cáncer.
  • Monóxido de carbono. Es un gas venenoso que se produce durante la combustión del tabaco. Cuando se inhala, se une a la hemoglobina en la sangre, impidiendo su capacidad de transportar oxígeno a los tejidos del cuerpo. Esto conduce a una disminución de la cantidad de oxígeno disponible, lo que puede afectar negativamente el funcionamiento de los órganos y aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y pulmonares.
  • Una variedad de aditivos que se agregan durante el proceso de fabricación para mejorar el sabor, la estabilidad y la apariencia de los productos del tabaco. Algunos son altamente tóxicos y pueden tener efectos negativos en la salud. 

10 consecuencias del tabaquismo

A pesar de que existe mucha información sobre los efectos negativos del tabaco, muchas personas continúan fumando a diario. Esto provoca la aparición de enfermedades causadas por el tabaco. Las principales consecuencias son: 

1. Enfermedades cardiovasculares. El consumo de tabaco está directamente relacionado con enfermedades del corazón, como la hipertensión arterial, enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular. La nicotina y otros componentes del tabaco dañan los vasos sanguíneos, lo que aumenta el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares.

2. Cáncer de pulmón. El tabaco es responsable del 90% de los casos de cáncer de pulmón en todo el mundo. Esta enfermedad es uno de los efectos del tabaco a largo plazo. Fumar causa mutaciones en el ADN de las células pulmonares, lo que lleva a un crecimiento descontrolado de las mismas.

3. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Es una enfermedad caracterizada por la obstrucción del flujo de aire en los pulmones. La tos crónica, dificultad para respirar y la producción excesiva de moco son algunos de sus síntomas.

4. Cáncer de boca y garganta. El tabaquismo aumenta significativamente el riesgo de desarrollar cáncer en la boca, lengua, labios, garganta y laringe. Fumar también es un factor de riesgo para el cáncer de esófago y páncreas.

5. Enfermedades respiratorias. Fumar afecta negativamente al sistema respiratorio, aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades como bronquitis crónica, enfisema pulmonar y neumonía.

6. Enfermedades gastrointestinales. El tabaquismo se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades gastrointestinales, como úlceras pépticas, enfermedad inflamatoria intestinal y enfermedad del reflujo gastroesofágico.

7. Problemas de fertilidad. En las mujeres, los efectos negativos del tabaco afectan la calidad de los óvulos y pueden causar trastornos hormonales. En los hombres, fumar afecta la calidad del esperma y puede llevar a la disfunción eréctil.

8. Daño a la piel. El tabaco acelera el proceso de envejecimiento de la piel y contribuye a la aparición de arrugas, manchas y sequedad. Fumar también puede empeorar condiciones como el acné y la psoriasis.

9. Problemas de visión. Fumar aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades oculares, como cataratas y degeneración macular relacionada con la edad. Estas condiciones pueden llevar a la pérdida de visión y ceguera.

10. Tabaquismo pasivo. Las personas expuestas al humo de segunda mano también sufren las consecuencias del tabaquismo. Los efectos negativos del tabaco en niños que están expuestos al humo del tabaco son un mayor riesgo de desarrollar problemas respiratorios, asma, infecciones de oído y síndrome de muerte súbita del lactante.

Adicción a la nicotina

La nicotina es una sustancia altamente adictiva que puede tener efectos perjudiciales, tanto en el estado de ánimo como en el cuerpo. 

  • Estado de ánimo. Los fumadores experimentan una sensación de relajación y bienestar temporal cuando inhalan el humo del cigarrillo. Esto se debe a que la nicotina estimula la liberación de dopamina en el cerebro, un neurotransmisor relacionado con el placer y la recompensa.

Sin embargo, a medida que la adicción avanza, la persona necesita dosis cada vez mayores. Esto puede llevar a una dependencia física y psicológica más intensa, generando cambios significativos en el estado de ánimo. Además, la abstinencia de nicotina puede provocar síntomas como irritabilidad, ansiedad, depresión e incluso agresividad, por lo que los efectos del tabaco en el comportamiento son importantes. 

  • Efectos físicos. El consumo de tabaco está asociado con una serie de enfermedades graves como el cáncer de pulmón, enfermedades cardiovasculares y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Además, la nicotina también tiene efectos negativos en el sistema cardiovascular, elevando la presión arterial y aumentando el riesgo de enfermedades cardíacas. También puede tener un impacto en el sistema digestivo y el sistema reproductivo. Los fumadores tienen un mayor riesgo de desarrollar úlceras estomacales, enfermedad de reflujo gastroesofágico y problemas de fertilidad tanto en hombres como en mujeres.

Síndrome de abstinencia

El síndrome de abstinencia del tabaco se produce cuando el organismo se ve privado de la nicotina a la que está acostumbrado. Los síntomas generalmente comienzan a aparecer dentro de las primeras 24 horas después de dejar de fumar y pueden durar hasta varias semanas, aunque su intensidad y duración varían de persona a persona.

Entre los síntomas físicos más comunes del síndrome de abstinencia del tabaco se encuentran los siguientes:

  • Muchas personas relatan que esta sensación se asemeja a un hambre incontrolable.
  • Estos síntomas pueden variar en intensidad y duración.
  • durante los primeros días de abstinencia del tabaco.
  • La nicotina tiene un efecto supresor del apetito, por lo que muchas personas que dejan de fumar reportan un incremento en su apetito y aumento de peso.
  • Algunas personas pueden tener dificultades para conciliar el sueño o sufrir de insomnio durante las primeras semanas sin fumar.

Además, muchos fumadores que intentan dejar de fumar también experimentan síntomas emocionales y psicológicos. Algunos de los más comunes son ansiedad, depresión, cambios de humor, frustración y agitación. 

Existen numerosas estrategias y tratamientos disponibles para ayudar a superar este síndrome de abstinencia del tabaco. Las más populares son las terapias de reemplazo de nicotina, como parches o chicles y el uso de medicamentos recetados, como los antidepresivos. Además, contar con un sistema de apoyo, ya sea en forma de grupos de exfumadores o de amigos y familiares que brinden apoyo emocional, puede ser de gran ayuda durante este proceso. 

Problemas de fertilidad

Uno de los efectos perjudiciales del tabaco es el impacto negativo en la fertilidad, tanto en hombres como en mujeres; es un enemigo silencioso.

En el caso de las mujeres, fumar puede dificultar la concepción e incrementar el riesgo de aborto espontáneo. Además, el tabaco disminuye la calidad de los óvulos y altera su capacidad de implantarse en el útero, lo que aumenta la probabilidad de infertilidad.

En cuanto a los hombres, fumar también puede afectar negativamente la fertilidad. El consumo de tabaco disminuye la calidad y cantidad de los espermatozoides, dificultando así la fertilización del óvulo. Además, el tabaco puede alterar la estructura del ADN en los espermatozoides, lo que se traduce en un mayor riesgo de anomalías genéticas en los hijos.

Riesgos en el embarazo

Los efectos negativos del tabaco durante el embarazo son importantes. Aumenta significativamente el riesgo de complicaciones y l problemas de salud a largo plazo. Los principales riesgos son: 

  • Mayor riesgo de aborto espontáneo, parto prematuro y bajo peso al nacer. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las mujeres fumadoras tienen un 30% más de probabilidades de tener un parto prematuro y un 40% más de probabilidad de dar a luz a bebés con bajo peso en comparación con las no fumadoras.
  • Problemas respiratorios y cardiovasculares en el futuro bebé. Los bebés expuestos al humo del tabaco tienen más probabilidades de desarrollar asma y enfermedades respiratorias crónicas a lo largo de su vida. También tienen un mayor riesgo de sufrir anomalías congénitas del corazón y trastornos del desarrollo neurológico.

Incluso si la madre no fuma directamente, pero está expuesta al humo, los riesgos para el embarazo y el desarrollo del bebé siguen siendo significativos. Las sustancias nocivas del tabaco pueden atravesar la placenta y llegar al bebé, afectando su sistema respiratorio, cardiovascular y neurológico.

Efectos nocivos del tabaquismo en el sueño

Numerosos estudios han demostrado que fumar antes de acostarse afecta la calidad del sueño y puede provocar trastornos del sueño a largo plazo.

El principal componente del tabaco, la nicotina, es un estimulante que provoca insomnio en muchas personas. Cuando se fuma antes de dormir, la nicotina aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que dificulta la capacidad de relajarse y conciliar el sueño. Además, fumar también puede causar problemas respiratorios como la tos crónica y la congestión nasal, lo que hace aún más difícil dormir correctamente.

Además, las personas que fuman mayores cantidades de tabaco tienen más riesgo de desarrollar trastornos del sueño, como el insomnio crónico y la apnea del sueño.

La apnea del sueño es un trastorno común asociado al tabaquismo, caracterizado por pausas respiratorias durante el sueño. Interrumpe el ciclo del sueño y puede llevar a somnolencia diurna, falta de concentración y aumento del riesgo de accidentes automovilísticos.

Además, el tabaquismo también puede empeorar los síntomas de otras condiciones relacionadas con el sueño. Por ejemplo, las personas que sufren de trastorno de movimiento periódico de las extremidades (PLMD) o síndrome de piernas inquietas (RLS), indican que fumar agrava sus síntomas y dificulta aún más su capacidad para conciliar el sueño.

Mayor riesgo de osteoporosis

La osteoporosis es una enfermedad en la que los huesos se vuelven más frágiles y propensos a fracturarse. Esto se debe a una disminución en la densidad ósea, lo que resulta en una mayor susceptibilidad a las lesiones.

El tabaco afecta negativamente la salud ósea de varias maneras. En primer lugar, se ha demostrado que el humo del cigarrillo disminuye la absorción de calcio, un mineral esencial para la fortaleza de los huesos. Además, el tabaco también reduce la producción de estrógeno, una hormona importante para la formación y el mantenimiento de la masa ósea en las mujeres.

Así, se sabe que las personas que fuman tienen un mayor riesgo de sufrir fracturas óseas, especialmente en la columna vertebral y en las caderas. Además, los fumadores tienen una recuperación más lenta después de una fractura y tienen un mayor riesgo de complicaciones.

Más riesgo de padecer cataratas

Existe una fuerte asociación entre el tabaquismo y las cataratas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), fumar aumenta en un 50% el riesgo de cataratas y es responsable de alrededor del 20% de los casos de esta enfermedad en todo el mundo. Esto se debe principalmente a los efectos negativos del humo del cigarrillo en los ojos y los tejidos oculares.

El humo del cigarrillo contiene una amplia gama de sustancias tóxicas, incluidos los radicales libres y las toxinas, que pueden dañar el cristalino y afectar su transparencia. Además, el tabaco reduce la disponibilidad de antioxidantes esenciales en el cuerpo, que son importantes para proteger contra el estrés oxidativo y el daño celular. 

Para prevenir esta enfermedad ocular debilitante, es esencial evitar fumar y mantener un estilo de vida saludable. Además, es importante proteger los ojos de la exposición excesiva a la radiación ultravioleta mediante el uso de gafas de sol de calidad y sombreros cuando se está al aire libre.

Problemas hormonales

El tabaco también puede afectar negativamente el equilibrio hormonal en el organismo. Uno de los principales problemas hormonales causados por el tabaco es la disminución de los niveles de estrógeno en las mujeres. El estrógeno es una hormona clave para regular la menstruación, el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios y la salud ósea. Fumar reduce la producción de estrógeno y puede resultar en trastornos menstruales, infertilidad y aceleración de la pérdida ósea, aumentando el riesgo de osteoporosis.

Además, el consumo de tabaco ha sido relacionado con alteraciones en la función tiroidea. El tabaco puede interferir con la absorción del yodo, un mineral esencial para la síntesis de las hormonas tiroideas. Esto puede llevar a problemas como hipotiroidismo, hipertiroidismo e incluso tiroiditis.

Otro problema hormonal asociado al tabaco es el desequilibrio en los niveles de testosterona en hombres. Fumar disminuye la producción de testosterona, lo cual puede tener un impacto negativo en la función sexual, la masa muscular y la densidad ósea.

Efectos en la piel

Fumar puede causar daños visibles en la piel y acelerar el proceso de envejecimiento cutáneo. El humo del tabaco libera sustancias químicas como el monóxido de carbono, el cual reduce la cantidad de oxígeno que llega a la piel. La falta de oxígeno provoca una disminución de la producción de colágeno y elastina, dos proteínas esenciales para mantener la piel firme y elástica.

Además, está relacionado con un mayor riesgo de desarrollar arrugas prematuras. La nicotina, presente en el tabaco, estrecha los vasos sanguíneos de la piel, lo que disminuye el flujo sanguíneo y nutrientes hacia las células cutáneas. Esto provoca una piel más seca y menos elástica, lo que contribuye a la aparición temprana de arrugas.

El consumo de tabaco también puede causar manchas en la piel. La nicotina y otros productos químicos presentes en el humo del cigarrillo pueden estimular la producción de melanina, el pigmento que da color a la piel. Esto puede resultar en la aparición de manchas oscuras y desigualdades en el tono.

Por otro lado, el tabaco agrava diversas afecciones cutáneas como el acné, la psoriasis y el lupus eritematoso. Fumar puede aumentar la inflamación de la piel y empeorar los síntomas de estas enfermedades.

Consecuencias del tabaquismo pasivo

Aunque se puede pensar que solo aquellos que fuman están en riesgo, la realidad es que el humo también tiene efectos perjudiciales en la salud de quienes lo respiran. En particular, los niños son especialmente vulnerables debido a su sistema respiratorio aún en desarrollo. 

En los adultos, el tabaquismo pasivo ha sido asociado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias crónicas, como el asma, la bronquitis crónica y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Estas patologías pueden ser debilitantes y afectar la calidad de vida de quienes las padecen. Además, la exposición al humo también está relacionada con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, como patologías cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

Sin embargo, son los niños los más vulnerables a los efectos perjudiciales del tabaquismo pasivo. Sus sistemas respiratorios están en desarrollo, lo que los hace más sensibles a las sustancias tóxicas presentes en el humo del tabaco. La exposición al humo en la infancia ha sido relacionada con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias infantiles, como el asma, las infecciones del tracto respiratorio superior y las infecciones del oído.

Los niños expuestos al humo tienen un mayor riesgo de desarrollar asma, así como síntomas más graves y un menor control de esta enfermedad. Además, la exposición al humo del tabaco puede desencadenar ataques de asma en niños que ya padecen esta condición, empeorando su calidad de vida y aumentando la necesidad de medicamentos y visitas médicas.

Las infecciones respiratorias también son una preocupación importante en los niños expuestos al tabaquismo pasivo. El humo del tabaco debilita el sistema inmunológico de los niños, lo que los hace más propensos a contraer infecciones del tracto respiratorio superior, como resfriados, gripe y sinusitis. Además, estas infecciones pueden ser más graves y duraderas en los niños expuestos al humo de segunda mano.

Por otro lado, las infecciones del oído son otra consecuencia frecuente del tabaquismo pasivo en los niños. La exposición al humo del tabaco aumenta el riesgo de desarrollar otitis media, una inflamación del oído medio que puede causar dolor, pérdida auditiva temporal e incluso daño permanente en el oído si no se trata adecuadamente.

Beneficios de dejar de fumar para la salud 

Fumar es un hábito perjudicial para la salud que conlleva numerosos riesgos y enfermedades. Sin embargo, muchas personas no son conscientes de los beneficios que pueden obtener al dejar de fumar. 

La mejor noticia es que dejar de fumar tiene efectos inmediatos y a largo plazo sobre la salud. En solo 20 minutos después de haber fumado el último cigarrillo, la presión arterial y el pulso vuelven a la normalidad, y la temperatura de las extremidades mejora. A medida que pasa el tiempo sin fumar, los beneficios son aún más significativos.

Dejar de fumar reduce enormemente el riesgo de padecer enfermedades respiratorias como la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar. Además, disminuye la probabilidad de desarrollar cáncer de pulmón, garganta y boca.

Asimismo, abandonar el hábito del tabaco mejora significativamente la capacidad pulmonar. De hecho, dejar de fumar durante un año puede aumentar la función pulmonar en un 30%, lo que se traduce en una mejor calidad de vida.

La salud cardiovascular también se ve beneficiada. Fumar aumenta el riesgo de padecer enfermedades coronarias, como el infarto de miocardio y la angina de pecho. 

Además de los beneficios físicos, dejar de fumar también tiene un impacto positivo en la salud mental. Al dejar el tabaco, muchas personas experimentan una mejoría en su estado de ánimo y una reducción de los síntomas de ansiedad.

Otro beneficio es que puede mejorar la vida sexual. Fumar afecta negativamente la función eréctil en los hombres y la lubricación vaginal en las mujeres. Al abandonar este hábito, se incrementa el flujo sanguíneo a los órganos sexuales, lo que puede mejorar la función sexual en ambos sexos.

En definitiva, decir que el tabaco es malo es algo que todo el mundo sabe. Por eso es importante dejarlo cuanto antes, para evitar todos sus efectos perjudiciales. Si eres fumador y crees que ya ha llegado la hora de dejarlo te animamos a que lo hagas. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites, sin esperas y a precios muy asequibles. 

¿Qué enfermedades causa el tabaco?

Que fumar es perjudicial para salud es conocido por todo el mundo, pero ¿hasta qué punto provoca enfermedades graves? El humo del tabaco contiene productos químicos que dañan los vasos sanguíneos y pueden llegar a afectar a muchas partes del organismo. Fumar es un problema de salud pública desde hace mucho tiempo, muy adictivo, que causa cada año demasiadas muertes prematuras.

El tabaco aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, todo tipo de cánceres empezando por el de pulmón y enfermedades como la EPOC (Enfermedad pulmonar obstructiva crónica).

Enfermedades cardiovasculares

Diversos estudios relacionan el consumo del tabaco con un aumento en patologías cardiovasculares. Al fumar aumenta el riesgo de padecer:

  • Isquemia miocárdica. Aparece cuando hay una obstrucción, parcial o total, de la arteria coronaria a causa de una acumulación de plaquetas. Esto produce una obstrucción del flujo sanguíneo hacia el músculo cardíaco. Existe riesgo de infarto de miocardio si esas plaquetas se rompen.
  • Degeneración miocárdica.
  • Aneurisma aórtico o un ensanchamiento anormal de las paredes de una arteria. Cuando esto ocurre hay riesgo de que se rompa y haya un sangrado que puede llegar a provocar el fallecimiento de la persona.
  • Arteriosclerosis. Esta patología puede
  • Trombosis cerebral. Se produce cuando hay una pérdida de oxígeno de parte del cerebro por la obstrucción por un trombo o coágulo de la arteria que lo irriga.
  • Otras enfermedades vasculares del cerebro.

Dejar de fumar disminuye la probabilidad de tener un ataque al corazón, sobre todo en aquellas personas que cuentan con otros factores de riesgo como la hipertensión, el colesterol alto, la obesidad o la diabetes.

Tumores malignos o cáncer

En función del número de cigarrillos que una persona fuma diariamente y del tiempo que lleve fumando existe riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer. El más frecuente es el cáncer de pulmón. Se sabe que el 90% de personas que fallecen a consecuencia de esta enfermedad eran fumadores. En la actualidad el cáncer de pulmón ha superado al de mama como principal tumor entre las mujeres europeas.

 Pero existen otros tumores malignos que también pueden desarrollarse en personas fumadoras. Los principales son:

  • Oral (incluye la boca, la lengua y una parte de la garganta).
  • Laringe.
  • Estómago.
  • Exófago.
  • Páncreas
  • Hígado.
  • Leucemia.

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)

La enfermedad de pulmón obstructiva crónica (EPOC) es muy frecuente que aparezca por fumar, y suele ir acompañada de bronquitis crónica y enfisema. Es una patología evitable cuyos síntomas son la limitación continua y progresiva al flujo aéreo, generalmente progresiva y relacionada con una respuesta inflamatoria exagerada a partículas y/o gases nocivos.

Se sabe que una persona que fuma más de una cajetilla al día tiene 20 veces más riesgo de fallecer a causa de EPOC que otra que no fuma. Asimismo, cuando una persona que tiene EPOC abandona el tabaco su cuerpo siente que, aunque no mejore demasiado la función ventiladora, se reducen los síntomas como la tos, la flema y la dificultad para respirar.

Si quieres mantenerte sano y evitar las enfermedades que provoca el tabaco deberías pensar en dejar de fumar. Si no eres capaz por ti solo, un médico puede ayudarte a conseguirlo. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte.

¿Cuánto tardan en desaparecer los efectos del tabaco en el organismo?

Todos los expertos coinciden en que dejar de fumar mejora considerablemente la salud y la calidad de vida. Es un reto para quienes son adictos al tabaco, pero los resultados se ven relativamente pronto. Aunque la capacidad pulmonar tarda en recuperarse, es cierto que desde el primer día ya se notan los efectos de la desintoxicación.

Beneficios a corto plazo

La diferencia entre fumar y no hacerlo es notoria en muchos aspectos. Algunos son fácilmente reconocibles, como un mejor olor en la ropa, un aliento más fresco y una boca más sana y menos pastosa y un mejor sabor de los alimentos. Los dedos también pierden ese color amarillento y feo. Pero además de lo estético, hay otros beneficios más importantes, tal y como indican desde la Sociedad americana de Cáncer. Algunos son:

  • Al poco de dejar de fumar el ritmo cardiaco disminuye, al igual que la presión sanguínea.
  • Pasadas 12 horas del último cigarrillo el nivel de monóxido de carbono en sangre baja, recuperando los niveles normales.
  • A las 24 horas se reduce el riesgo de tener un ataque cardíaco repentino.
  • Pasados dos días se empiezan a recuperar los sentidos del olfato y el gusto.
  • La función de los pulmones aumenta y la circulación mejora pasadas unas tres semanas.
  • A los nueves meses los pulmones comienzan a funcionar con normalidad, aumentando su capacidad y disminuyendo los problemas respiratorios y la tos.

Beneficios a largo plazo

Entre las enfermedades que causa el tabaco, la más importante es el cáncer, ya sea de pulmón, boca, garganta, vejiga o cuello de útero. Con el trascurso de los años, un exfumador deja de ser una persona de riesgo ante estas enfermedades y pasa a tener las mismas posibilidades de padecer un cáncer que cualquier otra persona que nunca ha fumado. También mejora el riesgo de sufrir otras patologías, como la diabetes.

  • Al año. Se reduce considerablemente el riesgo de tener un ataque al corazón.
  • A los 5 años. Se reduce a la mitad el riesgo de tener un cáncer a consecuencia del tabaco. Asimismo la posibilidad de padecer un derrame cerebral se ubica al mismo nivel que el de cualquier otra persona que no fuma.
  • A los 10 años. Disminuye a la mitad el riesgo de padecer cáncer de pulmón.
  • A los 15 años. Los riesgos a padecer cualquier enfermedad se aproximan a los de alguien que nunca ha fumado.

Dejar de fumar debe ser un firme propósito

Dejar de fumar es la mejor decisión que una persona puede tomar. Si se hace antes de los 40 años se llegan a reducir hasta un 90% las opciones que tienen de morir por una enfermedad relacionada con el tabaco. No obstante, cualquier momento es bueno para abandonar el hábito. Además es importante no desanimarse, a pesar de que se haya intentado en otras ocasiones y no se haya conseguido.

Desde la Sociedad Española de Especialistas en Tabaquismo dan unas pautas para dejar de fumar y no recaer. Hay muchas maneras de hacerlo, como los medicamentos que ahora financia la Seguridad Social, la biorresonancia, la psicoterapia, los parches o la acupuntura. Cualquiera es válido si se consigue el objetivo de dejar de fumar.

Efectos del tabaco en los fumadores pasivos

Fumar perjudica seriamente la salud. Es algo que todo el mundo ha oído, ya sea en la televisión, en el médico o en charlas con amigos. Dejar de fumar suele ser uno de los propósitos más repetidos cada Año Nuevo, una firme apuesta por el bienestar y el cuidado de la salud. Pero los cigarrillos no solo son malos para quienes fuman. Los efectos del tabaco en los fumadores pasivos están probados y producen consecuencias no deseadas en buena parte de la población.

La prohibición de fumar en lugares públicos y en sitios cerrados ha conseguido que quienes no fuman eviten el humo del tabaco. Pero aún sigue habiendo sitios en los que es imposible esquivarlo. ¿Quién no ha inhalado el humo de otra persona mientras espera el autobús o se toma un refresco en una terraza? También ocurre en los domicilios particulares en los que uno de sus habitantes fuma. No respirar ese humo por parte del resto de personas de la casa es casi misión imposible.

Enfermedades que provoca el humo

El humo del tabaco no solo es perjudicial si es aspirado. Tal y como se conoce, tiene 4000 sustancias químicas, de las cuales 250 son perjudiciales y más de 50 cancerígenas. Cuando un cigarrillo se quema de manera espontánea se produce humo que el fumador involuntario inhala. La nicotina y el alquitrán que tiene es muy superior al inhalado y la cantidad de monóxido de carbono cinco veces mayor. Esto produce serias consecuencias en quienes no fuman como:

  • Irritación de la conjuntiva y la garganta, que causa picor de ojos y tos.
  • Inflamación de la mucosa de la nariz, que produce congestión nasal.
  • Problemas en el tracto respiratorio, que provoca estornudos.
  • Enfermedades cardiovasculares.
  • Cáncer de pulmón. El humo del tabaco tiene 69 elementos cancerígenos. Según un estudio realizado por Organización Mundial de la Salud no hay un umbral seguro de exposición para evitar desarrollar esta enfermedad al inhalar el humo de forma pasiva.
  • Neumonía, bronquitis y asma.
  • Infección de oído en niños. Casi un 40% de los niños están expuestos de manera habitual al humo ajeno en el hogar.
  • Muerte súbita en lactantes. El 31% de las muertes atribuibles al tabaquismo pasivo corresponde a niños.

Obviamente, el riesgo de padecer cualquiera de las patologías citadas es mayor en personas adictas al tabaco.

Cifras sobre fumadores pasivos

Hay que tener en cuenta que a la exposición de la nicotina y el alquitrán también se suma la genética de cada persona y su predisposición a padecer algunas enfermedades. Actualmente se calcula que en Europa cada año fallecen cerca de 80.000 personas a causa de un tabaquismo no voluntario.

Según la Encuesta Nacional de Salud de 2017 realizada en España por el Instituto Nacional de Estadística, la población mayor de 65 años es la que menos humo respira en lugares cerrados. Así lo corroboran más del 80% de hombres y mujeres.

Quienes están expuestos al humo ambiental cuentan con un riesgo mayor de entre un 25% y un 40% de padecer enfermedades crónicas como el cáncer de pulmón, el infarto de miocardio o el enfisema pulmonar. Asimismo también tienen más probabilidades de padecer asma e infecciones de las vías respiratorias altas y bajas, como la faringintis, otitis, sinusitis, bronquitis o neumonía.

Son muchos los beneficios que se obtienen al dejar de fumar. Ya no solo por uno mismo, también por quienes rodean al fumador.

Principales mitos del tabaco

Cada vez son más los estudios que ponen de manifiesto los terribles efectos que tiene el tabaco en la salud. A pesar de ello, es un hábito tan extendido que aún hay quien piensa que no es tan perjudicial como parece. Por ese motivo es importante desechar los principales mitos del tabaco, que a día de hoy siguen acompañando a este vicio.

Fumar es una elección propia y libre

La mayoría de las personas empieza a fumar de joven , como un acto de rebeldía, de querer sentirse mayor y ser aceptado por quienes también fuman. Hay quien lo hace por inseguridad o timidez, para demostrar al mundo que también puede hacer cosas que llamen la atención. La edad de inicio de tabaco se sitúa en torno a los 12 o 14 años, cuando aún son niños y no tienen desarrollada totalmente la capacidad para elegir. Sin embargo es una decisión que acarrea importantes consecuencias. Con el paso de los años la influencia que el grupo de amigos adolescente ejerce sobre la persona tiene mucho peso.

Me gusta fumar

La mayoría de los fumadores reconoce que su primer contacto con el tabaco no es agradable. Además 1 de cada 2 quiere dejar este hábito y no les gustaría que sus hijos lo tuvieran. La adicción a la nicotina explica por qué muchas personas quieren dejar de fumar pero no lo consiguen por un deseo incontrolable que hace que aparezca una dependencia física.

Todas las personas saben que el tabaco es malo

A pesar de toda la información que se da sobre los riesgos que tiene el tabaco aún hay muchas personas que hacen oídos sordos. Generalmente son los grandes fumadores, aquellos que consumen más de dos paquetes al día, los que no ven que este hábito aumenta considerablemente el riesgo de sufrir un infarto o desarrollar un cáncer.

Es la droga menos perjudicial

Los datos ponen de manifiesto que el tabaco causa una mortalidad muy superior a la que produce el alcohol o las drogas ilegales. Además, es la puerta de entrada de los más jóvenes al consumo de otras sustancias muy perjudiciales, como el cannabis, la cocaína o las pastillas. Es cierto que las consecuencias de las drogas ilegales son más mediáticas y crean más alarma social, pero ni de lejos causan las mismas muertes que el tabaco. El problema está en que los fallecidos por fumar ya no son noticia.

El tabaco es una sustancia natural

Que una sustancia sea natural no quiere decir que sea inocua.  Hay cierta tendencia a señalar que lo perjudicial es el papel, cuando solo supone un 1% del cigarrillo. Ni los productos naturales son inocuos ni el papel es más peligroso que el tabaco en sí.

El tabaco no perjudica a los fumadores pasivos

El humo del tabaco puede provocar trastornos a quienes no fuman, pero lo aspiran. Está comprobado que produce los siguientes síntomas:

  • Irritación en los ojos y la  mucosa de nariz.
  • Picor de garganta.
  • Problemas respiratorios.

Estos síntomas originan picor de ojos acompañado con lágrimas, congestión nasal, estornudos y molestias de garganta con tos irritativa. Asimismo el humo del tabaco causa enfermedades mortales en personas no fumadoras. De hecho en Europa se calcula que fallecen al año cerca de 80.000 personas por tabaquismo involuntario.

El tabaco ayuda a sobrellevar el estrés y la ansiedad

Fumar está relacionado con algunos trastornos psiquiátricos como el estrés, la ansiedad o la depresión. Muchas personas creen que después de una calada se sienten más relajados, pero no es así. En realidad se alivia el estrés causado por la adicción a la nicotina. Según reflejan los estudios sobre el tabaco y su relación con estas patologías, las personas que fuman presentan unos niveles de estrés mucho más elevados que el resto.

Estos son algunos de los mitos, pero hay muchos otros, como los que indican desde la Asociación Española contra el Cáncer sobre quienes fuman poco u optan por el tabaco light. Si estás pensando en dejar de fumar debes saber que, aunque cuesta, se puede conseguir. En SaludOnNet contamos con profesionales dispuestos a ayudarte.

Cigarrillo electrónico: ventajas y desventajas de vapear

España es el noveno país de la Unión Europea con más fumadores, lo que provoca cerca de 60.000 muertes al año. Uno de cada cuatro españoles tiene adicción al tabaco y el 32% de estos ha intentado dejar de fumar en alguna ocasión. En los últimos años cada vez más personas se han apuntado a la moda del vapeo porque, aunque no está exento de riesgos, es mejor vapear que fumar. Pero, ¿son inocuos los cigarrillos electrónicos?

Ventajas del vapeo

El tabaco electrónico comenzó a utilizarse en el año 2004 como una opción para dejar el tabaco, puesto que es difícil superar la adicción a la nicotina. Un cigarrillo electrónico es un dispositivo electrónico portátil que calienta el líquido del interior hasta evaporarlo, permitiendo inhalar el vapor producido, de la misma forma que se hace cuando se fuma tabaco. Al imitar la sensación que tiene un fumador con un cigarrillo normal se consigue que el “mono” disminuya.

Los cigarrillos electrónicos tienen una cápsula con un filtro con nicotina líquida pura. Constan de varias partes: una batería, un puerto de carga, un botón de encendido, un conector, una resistencia, un claromizador, un tanque y una boquilla. Cuando la batería calienta la resistencia el líquido coge temperatura y se evapora, produciendo el vapor que el fumador inhala.   

Menos perjudicial que el tabaco

Los defensores de estos cigarrillos, que han tenido un rápido crecimiento en el mercado,  indican que vapear es menos perjudicial que fumar, porque los componentes que lleva un cigarrillo electrónico son más naturales. Las ventajas son:

  • Contiene elementos naturales: glicerina vegetal, aroma, propilenglicol, agua y nicotina.
  • No tiene olor y se pueden elegir multitud de sabores.
  • El 65% de las personas que empieza a vapear consigue dejar de fumar.
  • El coste anual ronda los 350 euros al año.

Se puede vapear con nicotina o sin ella, dependiendo de la adicción del paciente. Las personas que deciden dejar de fumar buscan métodos efectivos para abandonar este hábito. Los que eligen este utilizan los cigarrillos electrónicos con un pequeño contenido de nicotina.

No obstante lo más perjudicial del tabaco son los compuestos químicos como el alquitrán, que quedan en el organismo por la combustión. En los cigarrillos electrónicos no se produce ninguna quema para crear el vapor, por lo que ese peligro desaparece. Sin embargo no se descarta que se generen otras sustancias tóxicas.

Detractores del vapeo

Según se indica desde la Asociación Española contra el Cáncer, el hecho de que los cigarrillos electrónicos no necesiten combustión no significa que no contengan elementos tóxicos para la salud. Además, la mayoría tiene nicotina, provocando efectos negativos a nivel cardiovascular y respiratorio.

Otro de los argumentos utilizados en contra de esta forma de fumar es que los vapeadores llevan poco tiempo en el mercado y no se puede conocer a ciencia cierta si a largo plazo son perjudiciales para la salud. De hecho, se sabe que los cigarrillos electrónicos contaminan menos el aire que el tabaco tradicional, pero igualmente lo hacen.

Lo único positivo es que ayuda a dejar de fumar pero, según indican los expertos, hasta la fecha no existe ningún estudio que afirme que vapear sea una buena herramienta para dejar de fumar. Además, el hecho de poder hacerlo en lugares en los que está prohibido fumar, puede ser contraproducente.

Riesgos para la salud

Vapear no está exento de riesgos. Según un informe del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e igualdad, el cigarrillo electrónico presenta los siguientes peligros:

  • Efectos adversos en las vías respiratorias parecidas a las que produce el tabaco.
  • Hay evidencia de la aparición de sustancias cancerígenas en los líquidos y el vapor de los cigarrillos electrónicos.
  • Ha habido intoxicaciones con estos productos, con reacciones adversas.
  • La emisión de sustancias como el propilenglicol o la nicotina pueden contaminar los espacios cerrados y perjudicar a los fumadores pasivos.

Si quieres dejar de fumar y estás pensado en pasarte al cigarrillo electrónico deja que un especialista te asesore. En SaludOnNet contamos con especialistas en neumología que te ayudarán a abandonar este hábito y te informarán de las ventajas y peligros que tiene vapear.

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