¿Qué es la tiroidectomía total y cuándo se realiza?

La tiroides es una pequeña glándula con forma de mariposa que se encuentra en el cuello, por delante de la tráquea y debajo de la laringe. Es la encargada de producir hormonas tiroideas, que regulan el metabolismo. La extirpación de la glándula tiroides de denomina tiroidectomía total, si se elimina entera, o parcial, cuando solo se quita una parte.

Esta intervención implica que la persona tiene que tomar una pastilla diaria de por vida. Se hace para paliar la falta de glándula de tiroides sin tener efectos secundarios como que exista una relación directa entre la tiroidectomía total y el aumento de peso o, en el caso contrario, la pérdida de kilos.

En qué casos se hace una tiroidectomía total

Esta intervención quirúrgica esta aconsejada en los siguientes casos:

  • Sospecha de malignidad. Se realiza cuando el especialista piensa que el nódulo puede ser maligno.
  • Gran tamaño. El bocio es un término que hace referencia al aumento de la glándula tiroides, con independencia de que sea benigno o maligno. No es bonito estéticamente y por ese motivo se interviene.
  • Compresión.  A veces el bulto en el cuello o bocio es muy grande y comprime la tráquea. Al aumentar de tamaño el tiroides hay un cuerpo extraño por delante de la tráquea y del esófago.
  • Funcionamiento. Se produce cuando la glándula tiroides está hiperactiva y funciona más de la cuenta (hipertiroidismo, tiroxicosis…). En los casos en los que estas patologías no responden a los tratamientos conservadores como el yodo radioactivo o los fármacos antitiroideos es necesario operar. La cirugía se realiza sobre todo en personas jóvenes, para evitar consecuencias no deseadas.
  • Cáncer de tiroides. Este carcinoma es frecuente en la población actual y, por lo general, es poco agresivo. Es más habitual en mujeres y personas jóvenes y tiene un buen pronóstico, curándose en más del 90% de los casos. Su diagnóstico se realiza a través de la ecografía, la analítica de tiroides y la biopsia con aguja fina.

En qué consiste la tiroidectomía

La intervención se lleva a cabo con técnicas poco invasivas que reducen el riesgo y ayudan a una rápida recuperación. El médico realiza una pequeña incisión en el cuello por la que accede a la tiroides y la extrae de forma total o parcial. Se utiliza anestesia general y tiene una duración de 1 o 2 horas. Es una operación que se tolera bien y no es dolorosa. De hecho, el mismo día de la operación el paciente puede levantarse, hablar y comer.

Actualmente se usan técnicas de cirugía plástica, para obtener un buen resultado estético. La herida es visible durante unos meses, pero pasado medio año de la cirugía apenas se nota. La estancia en el hospital es corta y la recuperación muy rápida.  

Tiroidectomía total: postoperatorio

Tras la tiroidectomía total es importante mantener la herida cubierta con un apósito y dejar la zona limpia y seca. Asimismo, no debe manipularse el drenaje para evitar que se doble.  Una vez retirados los apósitos por el personal sanitario hay que dejar la herida y las zonas circundantes limpias, con lavados de agua y jabón neutro.

Es necesario evaluar posibles signos locales de infección, evitar la exposición al sol de la zona y seguir las indicaciones médicas de reposo. También el especialista da pautas para la dieta en la tiroidectomía total, sin que haya alimentos prohibidos.

Si se abren los borden, la herida sangra de forma tardía, se pierde la sutura de la herida antes de tiempo o el paciente presenta fiebre por encima de 38 grados es importante acudir al médico.

Tiroidectomía total efectos secundarios

Esta intervención es muy segura, pero presenta algunos riesgos, sobre todo por la cercanía con los nervios de las cuerdas vocales. Los principales efectos no deseados son:

  • Lesión del nervio laríngeo. Los síntomas son dificultad para hablar, dificultad para tragar, voz débil o ronquera permanente.
  • Hipoparatiroidismo o hipocalcemia. La hipocalcemia hace referencia a niveles de calcio en sangre demasiado bajos. Puede aparecer dentro de las primeras 24-48 horas postoperatorias. Los síntomas son:
    • Parestesia (sensación de hormigueo y adormecimiento).
    • Arritmias (alteración del ritmo cardiaco).
    • Tetania (aparición de espasmos y contracturas).
    • Ansiedad.
  • Hematoma cervical. Los síntomas son dificultad para respirar, aumento de volumen en el cuello, aumento de volumen de sangre en drenajes, salida de sangre abundante por la línea de sutura, dolor intenso o sensación de opresión cervical.

En los casos citados es importante acudir al médico de inmediato. También ante la aparición de cualquier signo de infección local. Puede ser enrojecimiento de la zona, aumento de volumen, sensibilidad de la piel que rodea la herida operatoria, fiebre, dolor o incremento de la frecuencia cardiaca.

Si tienen que hacerte una tiroidectomía total o te han operado y presentas molestias es importante que acudas al médico. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites, sin esperas y a precios asequibles.

Hipotiroidismo e Hipertiroidismo: causas y tratamiento

La tiroides se encuentra en el cuello y es una de las glándulas endocrinas que produce hormonas. Estas hormonas tiroideas son las encargadas de controlar el metabolismo del cuerpo. Cuando existe una producción excesiva de hormonas tiroides se habla de hipertiroidismo y si la fabricación es insuficiente es cuando aparece el hipotiroidismo. Son las principales alteraciones de la tiroides y, con un tratamiento adecuado, no afectan demasiado a la vida diaria de quien lo padece. Actualmente más de 300 millones de personas en el mundo tiene alguna patología tiroidea. (más…)

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