Qué es la piorrea y como se cura

La piorrea, también conocida como periodontitis, es una enfermedad bucal que afecta a las estructuras de soporte de los dientes. Se caracteriza por la inflamación y deterioro de las encías, el hueso que sostiene los dientes y el ligamento periodontal. A medida que avanza, puede provocar la pérdida de dientes y complicaciones en la salud general si no se trata adecuadamente por un odontólogo. De hecho, la piorrea avanzada es una condición dental grave que requiere atención inmediata para evitar la pérdida irreversible de los dientes.

Puede afectar a personas de todas las edades, pero es más común en adultos mayores. La SEPA (Sociedad Española de periodoncia y osteointegración) estima que aproximadamente el 25,4% de las personas entre 35 y 44 años en España sufre piorrea. Este porcentaje aumenta considerablemente en personas de entre 65 y 74 años, llegando al 38%.

La enfermedad se desarrolla de manera gradual y generalmente comienza con la aparición de la gingivitis, una inflamación de las encías causada por la acumulación de placa bacteriana. Si no se trata, la gingivitis puede progresar y convertirse en periodontitis.

Causas de la piorrea y factores de riesgo

¿Por qué se produce la piorrea? 

Sarro

La acumulación de placa bacteriana es una de las principales causas. La placa es una capa de bacterias, saliva y alimentos que se forma constantemente en los dientes y las encías. Cuando no se elimina adecuadamente con una buena higiene bucal puede endurecerse y convertirse en sarro. El sarro es una sustancia áspera y porosa que se adhiere a la superficie de los dientes y actúa como un imán para otras bacterias, lo que finalmente conduce a la inflamación de las encías.

Tabaquismo

Otra causa importante es el tabaquismo. Fumar reduce el flujo sanguíneo a las encías, lo que debilita su capacidad para combatir las infecciones y reparar los tejidos dañados. Además, el tabaco disminuye la eficacia de los tratamientos periodontales, lo que dificulta la resolución de la enfermedad. Diversos estudios han demostrado que los fumadores tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedad periodontal y una mayor progresión cuando ya está presente.

Diabetes

La diabetes es otra de las causas. Las personas con diabetes tienen un sistema inmunológico debilitado, lo que dificulta la reparación de los tejidos dañados y la lucha contra las infecciones bacterianas. Además, el control deficiente del azúcar en la sangre puede causar cambios en el entorno de la boca, lo que favorece el crecimiento de bacterias y la aparición de la enfermedad periodontal.

Factores hereditarios

Factores genéticos también pueden predisponer a una persona a desarrollar enfermedad periodontal. Algunas personas tienen una mayor susceptibilidad hereditaria a la inflamación de las encías y, por lo tanto, tienen un mayor riesgo de desarrollar esta afección. La genética también puede influir en la respuesta del sistema inmunológico a las bacterias bucales, lo que puede afectar la gravedad de la enfermedad.

Sin embargo, además de la piorrea hereditaria otros factores también pueden contribuir a su desarrollo, como:

  • La falta de higiene bucal adecuada. No cepillarse los dientes regularmente, no usar el hilo dental y no visitar al dentista periódicamente pueden permitir que la placa y el sarro se acumulen y provoquen inflamación de las encías y daño a los tejidos de soporte dental. 
  • Cambios hormonales, como los que ocurren durante el embarazo o la menopausia.
  • Estrés crónico.
  • Malnutrición.

Síntomas de la piorrea

Los síntomas pueden variar, pero algunos de los más comunes incluyen:

  • Encías inflamadas, rojas y sensibles.
  • Sangrado durante el cepillado o el uso de hilo dental.
  • Retracción de las encías, lo que puede hacer que los dientes parezcan más largos.
  • Movilidad o separación de los dientes.
  • Mal aliento persistente o mal sabor en la boca.
  • Pus alrededor de los dientes y encías.
  • Dolor al masticar.

Es importante destacar que la piorrea en los dientes no causa dolor en las etapas iniciales, por lo que las personas a menudo no buscan tratamiento hasta que la enfermedad está avanzada.

Diagnóstico de la piorrea

El diagnóstico puede ser determinado por un dentista o periodontista a través de varios métodos. Uno de los primeros signos que pueden indicar la presencia de esta enfermedad es el sangrado de las encías durante el cepillado o el uso del hilo dental. Esto se debe a la inflamación de las encías, conocida como gingivitis, que puede ser el primer paso hacia la periodontitis.

Otro método es la medición de la profundidad de las bolsas periodontales. Estas bolsas son espacios que se forman entre el diente y las encías debido a la destrucción del hueso y otros tejidos de soporte. El dentista utiliza una sonda especial para medir la profundidad de estas bolsas y determinar si hay piorrea.

Además, se pueden realizar radiografías dentales para evaluar el grado de daño en los tejidos de soporte. Estas radiografías pueden mostrar la pérdida de hueso alrededor de los dientes, que es un signo característico de esta afección.

También es importante evaluar otros factores de riesgo que pueden contribuir a su desarrollo, como el tabaquismo, la diabetes y una mala higiene bucal. Asimismo, se pueden realizar pruebas genéticas para determinar si existe una predisposición genética.

Es fundamental llevar a cabo un diagnóstico temprano, ya que esto permite un tratamiento más efectivo y puede prevenir la progresión de la enfermedad. 

Tratamiento de la piorrea

¿Tiene cura la piorrea? La periodontitis no tiene cura definitiva, pero se puede controlar y tratar para evitar su avance y minimizar sus efectos.

El tratamiento de la piorrea depende de la gravedad de la enfermedad. En casos leves a moderados, el dentista puede realizar una limpieza profunda de las encías y los dientes, conocida como raspado y alisado radicular. Este procedimiento implica eliminar la placa y el sarro de las superficies de las raíces de los dientes y alisar cualquier irregularidad para prevenir la acumulación de bacterias. Además, es fundamental mantener una buena higiene oral diaria, con el uso de cepillos y sedas dentales adecuados.

En casos más avanzados, puede ser necesaria una cirugía periodontal, como la cirugía de colgajo o regeneración ósea, para restaurar los tejidos dañados.  Estos procedimientos pueden implicar el levantamiento de las encías para acceder a las áreas afectadas, la eliminación del tejido dañado o la regeneración del tejido óseo y las encías. La cirugía periodontal tiene como objetivo reparar las estructuras de soporte de los dientes y prevenir la pérdida dental.

Además de los tratamientos convencionales, existen remedios naturales para la piorrea que pueden ayudar a controlarla. Algunas opciones incluyen los siguientes enjuagues bucales

  • A base de aceites esenciales, como el aceite de árbol de té o el aceite de coco. 
  • Con soluciones salinas para reducir la inflamación y promover la curación de las encías.

Una vez iniciado el tratamiento, es importante realizar controles periódicos con el dentista para evaluar la evolución de la enfermedad y realizar las intervenciones necesarias. Además, se debe mantener una buena higiene oral y seguir hábitos saludables. Una dieta equilibrada y evitar el tabaco son fundamentales para controlar esta afección a largo plazo.

Cómo evitar la piorrea

La buena higiene oral y la prevención son fundamentales para evitar esta patología. Algunas medidas que se pueden tomar son:

  • Cepillar los dientes al menos dos veces al día con pasta dental fluorada.
  • Usar hilo dental o cepillos interdentales a diario para eliminar la placa bacteriana de las áreas de difícil acceso.
  • Evitar el consumo excesivo de azúcar y alimentos procesados, ya que la placa bacteriana se alimenta de estos.
  • Hacer visitas regulares al dentista para limpiezas profesionales y evaluaciones de la salud bucal.

Dado que la periodontitis es una enfermedad infecciosa, es posible transmitirla de una persona a otra. Es decir, la piorrea se contagia. Sin embargo, transmitir la enfermedad no es algo que ocurra fácilmente. De hecho, es necesario que se dé un contacto constante y prolongado en el tiempo entre la persona enferma y la sana para que se produzca la transmisión. Asimismo, es importante destacar que la persona sana debe ser susceptible de desarrollar la enfermedad para que la transmisión sea posible.

Consecuencias de la piorrea

La periodontitis puede tener consecuencias graves si no se trata adecuadamente. Las principales son: 

  • Pérdida de dientes. 
  • Enfermedad periodontal. 
  • Mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. 
  • Diabetes. 
  • Enfermedades respiratorias. 
  • Partos prematuros en mujeres embarazadas.

Mantener una buena higiene oral, hacer visitas regulares al dentista y adoptar medidas preventivas son medidas clave para prevenir y controlar la piorrea. Si crees que puedes tener esta enfermedad periodontal te recomendamos que acudas al dentista para que realice un diagnóstico y te dé unas pautas para un tratamiento efectivo. En SaludOnNet contamos con profesionales dispuestos a ayudarte en lo que necesites, sin esperas y con unos precios competitivos. 

¿Qué son los pequeños puntos blancos en la encía?

Las encías son tejidos blandos que revisten los huesos de la mandíbula y el maxilar y juegan un papel fundamental en la salud bucal. Sin embargo, pueden ocurrir ciertos cambios o lesiones en las encías, como la aparición de puntos blancos, que pueden indicar la presencia de diferentes condiciones o enfermedades. En estos casos lo adecuado es acudir a un profesional de la periodoncia, para que indique la causa y el mejor tratamiento a seguir.

Causas de los pequeños puntos blancos en la encía

Los pequeños puntos blancos pueden tener diversas causas, que no tienen por qué ser graves. Algunas de las más comunes incluyen:

  • Acumulación de placa bacteriana. Se produce, generalmente, como consecuencia de una mala higiene dental. Por eso es muy importante dedicarle 3 minutos a cada cepillado de dientes y realizar de vez en cuando una limpieza dental.
  • Infección dental.  Una infección bacteriana en la boca, como una caries profunda o una raíz de diente infectada, puede causar la formación de un punto blanco en las encías.
  • Aftas orales. También conocidas como úlceras aftosas, son pequeñas lesiones de color blanco o amarillo rodeadas por un halo rojo. Estas llagas pueden aparecer en cualquier parte de la boca, incluyendo las encías. Aunque las causas exactas son desconocidas, se cree que pueden estar relacionadas con el estrés, la genética, el sistema inmunológico debilitado o ciertos alimentos irritantes.
  • Leucoplasia oral. Es una lesión premaligna que se caracteriza por la aparición de manchas blancas en la boca, incluyendo las encías. Pueden estar causadas por la irritación crónica de las mucosas debido al tabaco, el alcohol o el roce constante con dientes o prótesis dentales mal ajustadas. Si bien la leucoplasia no suele ser dolorosa, es importante realizar una evaluación por parte de un profesional de la salud bucal para descartar cualquier posible malignidad.
  • Infecciones fúngicas. Las infecciones por hongos, como la candidiasis oral, pueden causar la aparición de puntos blancos en las encías. Esta condición es más común en personas con sistemas inmunológicos debilitados, como los pacientes con VIH o aquellos que reciben tratamiento con medicamentos inmunosupresores.
  • Liquen plano oral. Es una enfermedad crónica inflamatoria que afecta las mucosas y la piel, que a menudo va acompañada de dolor o sensibilidad. En la boca puede provocar la aparición de manchas blancas en las encías, la lengua o las mejillas. Aunque las causas exactas del liquen plano no se conocen, se cree que puede estar relacionado con el sistema inmunológico y factores genéticos.
  • Quistes dentales. Pueden aparecer como pequeñas protuberancias blancas. Estos quistes suelen ser indoloros, pero es importante consultar a un dentista para su evaluación y posible extracción.

Síntomas asociados con los pequeños puntos blancos en la encía

Además de los puntos blancos visibles, es posible que se experimenten otros síntomas. Algunos de los más comunes incluyen:

  • Dolor o sensibilidad. Las manchas blancas en las encías pueden causar molestias o dolor al comer, cepillarse los dientes o tocar las encías afectadas.
  • Cambios en la textura de las encías. Las áreas afectadas pueden sentirse más ásperas o tener una textura diferente que el resto de las encías.
  • Sangrado. En algunos casos los puntos blancos pueden causar sangrado de las encías al cepillarse los dientes o comer alimentos duros.
  • Malestar general.  

Diagnóstico de los pequeños puntos blancos en la encía

El dentista realiza un examen visual y puede llevar a cabo pruebas adicionales para llegar a un diagnóstico preciso.

Entre las pruebas más comunes se encuentran las biopsias de las áreas afectadas. En una biopsia, se toma una pequeña muestra de tejido de las encías para su análisis en el laboratorio. Esto puede ayudar a identificar la causa subyacente de los puntos blancos y orientar el tratamiento adecuado.

Perlas de Epstein

Las perlas de Epstein en bebés son pequeños quistes benignos que se forman en las encías de los recién nacidos. Suelen aparecer en la línea media de las encías superiores e inferiores, aunque también pueden encontrarse en otros lugares de la boca del bebé. Son pequeños, redondeados y están compuestos principalmente por células epiteliales y queratina.

Aunque su presencia puede preocupar a los padres, las perlas de Epstein son completamente normales y no representan ningún problema de salud. Se cree que se forman durante el desarrollo fetal y desaparecen de manera natural a medida que el bebé crece y su boca se desarrolla. No requieren tratamiento ni intervención médica, ya que tienden a desaparecer espontáneamente en las primeras semanas o meses de vida del bebé.

Tratamiento de los pequeños puntos blancos en la encía

El tratamiento de los pequeños puntos blancos en la encía dependerá de la causa subyacente. Algunos tratamientos comunes incluyen:

  • Eliminar la fuente de irritación. Si los puntos blancos son causados por una irritación crónica, como el tabaquismo o el uso de dentaduras postizas mal ajustadas, el primer paso es eliminar la causa de irritación. Esto puede ayudar a la curación natural de las encías afectadas.
  • Medicamentos antifúngicos. Cuando la causa es una infección por hongos, es posible que se receten medicamentos antifúngicos para tratar la candidiasis oral.
  • Enjuagues bucales medicados. En algunos casos, se pueden recetar enjuagues bucales medicados para aliviar los síntomas y promover la curación de los puntos blancos.
  • Extracción de quistes o tejido anormal. Si hayquistes o tejido anormal, es posible que sea necesario realizar una cirugía para extraerlos y prevenir futuras complicaciones.

Es importante recordar que el tratamiento adecuado dependerá de una evaluación precisa de la causa subyacente de los puntos blancos en la encía. Por lo tanto, hay que consultar a un dentista para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte sin esperas y a los mejores precios. Ahora puedes comprar una limpieza dental desde 35 euros.

Por qué sangran las encías y cómo se puede evitar

El sangramiento de las encías es un problema común que afecta a muchas personas en todo el mundo. Aunque puede parecer insignificante o incluso normal para algunos, es importante prestarle atención, ya cuando sangran las encías puede haber un problema más grave en la salud bucal.

Adoptar una rutina adecuada de cuidado bucal que incluya el cepillado regular, el uso de hilo dental y las visitas regulares al dentista, puede ayudar a prevenir este problema y mantener una salud bucal óptima.

Principales causas del sangrado de encías

El sangrado de las encías es una complicación que no debe ser ignorada. Puede indicar la presencia de enfermedad periodontal, mala higiene bucal o deficiencia de vitamina C. Las principales causas del sangrado de las encías son:

  • Gingivitis. Es una infección bacteriana leve que se produce cuando los depósitos de placa entran en contacto con las encías. Esto puede ocurrir cuando hay una placa debajo de las encías, lo que hace que se inflamen, se pongan rojas y eventualmente sangren.
  • Enfermedad periodontal. Es una infección grave que afecta las encías y puede conducir a la pérdida de dientes si no se trata adecuadamente. Se caracteriza por el desarrollo de bolsas profundas entre el diente y la encía, lo que provoca mayor inflamación y sangrado.
  • Acumulación de placa bacteriana por mala higiene dental. Cuando se acumula en los dientes y las encías, irrita los tejidos y provoca inflamación y sangrado.
  • Cepillado dental incorrecto o insuficiente. Muchas personas no prestan suficiente atención al método de cepillado y no se cepillan los dientes el tiempo suficiente, lo que permite que la placa se acumule más fácilmente. Además, el uso de un cepillo de cerdas duras o el cepillado demasiado vigoroso puede dañar las encías y causar sangrado.
  • Déficit de vitamina C. Esta vitamina es esencial para una buena salud bucal, ya que ayuda en la formación de tejido conectivo y fortalece los vasos sanguíneos. Una dieta equilibrada y rica en vitamina C puede ayudar a prevenir el sangrado de las encías.
  • Otras causas como tomar medicamentos que disminuyen el flujo sanguíneo, algunas enfermedades sistémicas como el SIDA, la diabetes o el lupus eritematoso sistémico, el embarazo, la menopausia, fumar y la edad avanzada.

Prevención para evitar que sangren las encías

Afortunadamente, hay formas efectivas de prevenir este problema. La higiene bucal adecuada es la clave para mantener unas encías saludables. Esto incluye cepillarse los dientes al menos dos veces al día durante dos minutos, usando un cepillo de cerdas suaves y reemplazándolo cada tres meses. Además, es esencial complementar el cepillado con el uso de hilo dental para eliminar los restos de comida y la placa entre los dientes y las encías.

Además, es importante visitar regularmente al dentista para una limpieza profesional y un chequeo dental. Un dentista puede detectar cualquier problema en las encías y tratarlo adecuadamente antes de que empeore. También puede proporcionar consejos sobre cómo mejorar la técnica de cepillado o recomendar enjuagues bucales antisépticos, si es necesario.

Si se sospecha una deficiencia de vitamina C, es recomendable incluir alimentos ricos en esta vitamina en la dieta, como cítricos, fresas, pimientos rojos y kiwis. Además, se pueden considerar suplementos vitamínicos después de consultar a un médico o nutricionista.

Siguiendo estas medidas preventivas, se pueden mantener las encías saludables y evitar complicaciones futuras.

Principales tratamientos

El tratamiento del sangrado de las encías es esencial para mantener una salud bucal óptima. Si no se trata adecuadamente, puede provocar la pérdida de dientes y otros problemas de salud bucal. Afortunadamente, existen varias opciones:

  • Establecer una buena rutina de cuidado bucal. Esto implica cepillarse los dientes al menos dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves y pasta dental con flúor. Además, es importante utilizar hilo dental diariamente para limpiar entre los dientes y debajo de la línea de las encías. El hilo dental ayuda a eliminar la placa y los restos de comida que pueden contribuir al sangrado de las encías.
  • Visitar regularmente al dentista. Un profesional dental puede evaluar la salud bucal, identificar cualquier problema y proporcionar un tratamiento adecuado. Durante una visita al dentista, es posible que se realice una limpieza dental profesional para eliminar la placa y el sarro acumulados en los dientes y las encías. También se puede recomendar un tratamiento adicional como el raspado y alisado radicular, también conocido como curetaje, que ayuda a eliminar las bacterias y los depósitos de placa debajo de la línea de las encías.
  • Existen algunos remedios caseros que pueden ayudar a tratar el sangrado de las encías. Enjuagarse la boca con una solución de agua salada tibia puede ayudar a reducir la inflamación y promover la curación de las encías. También se puede utilizar un enjuague bucal antimicrobiano sin alcohol para combatir las bacterias y mantener una boca saludable.
  • Tratamiento más avanzado, en casos más graves. Esto puede incluir cirugía periodontal, que implica la eliminación de tejido dañado o la reparación de los tejidos de soporte alrededor de los dientes. También se puede recomendar terapia con láser o dispositivos de limpieza profunda para tratar áreas problemáticas.

Si se presentan síntomas de sangrado de encías como hinchazón, enrojecimiento o sangrado, es importante consultar con el dentista lo antes posible. Este especialista determinará el origen del problema y establecerá un tratamiento, que puede incluir medicamentos antibióticos para tratar las infecciones bacterianas, cirugía para extirpar la placa y tejido dañado o una limpieza dental para eliminar el exceso de placa y sarro.

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Lengua fisurada, lengua geográfica y lengua vellosa

Existen alteraciones en la lengua que, aunque son benignas, son muy llamativas y suponen un quebradero de cabeza para quien las tiene. La mayoría no producen síntomas, por lo que no existe un tratamiento específico. Solo causan malestar porque estéticamente llaman mucho la atención.

Lengua fisurada

La lengua fisurada es una patología lingual se caracteriza por presentar fisuras que varían de tamaño y profundidad. Pueden ser únicas o múltiples y se producen en el dorso, en el tercio medio. Generalmente hay una grieta prominente en el centro de la lengua y otras de menor tamaño alrededor.

Las hendiduras de esta lengua, también llamada partida, plicata o escrotal pueden llegar a tener hasta 5 mm de profundidad. Se piensa que puede ser una alteración congénita, aunque se sabe que puede aparecer en cualquier etapa de la vida y aumentar con los años. Es más frecuente en los hombres que en las mujeres y en la actualidad la tiene el 21% de la población.

La lengua fisurada en ocasiones produce sensación de ardor, sobre todo al consumir algunos alimentos. Pero al ser una patología benigna, no es contagiosa ni requiere tratamiento o biopsia. No obstante, este tipo de lengua fisurada predispone a quien la tiene a las infecciones por cándidas.

Su tratamiento es una buena higiene bucal y reducir los alimentos que la puedan irritar. Un cepillado, haciendo hincapié en las fisuras más profundas, evitar que se acumulen restos de alimentos y aparezca la halitosis.

Lengua geográfica

La lengua geográfica se denomina glositis migratoria benigna y puede aparecer a cualquier edad. Recibe este nombre porque se asemeja al aspecto que tienen los mapas.

Se caracteriza por presentar lesiones eritematosas asociadas a una atrofia de papilas, lo que produce una descamación de las papilas filiformes, con múltiples zonas irregulares delimitadas, tal y como se explica en el artículo «Lengua geográfica: ¿qué es lo que un dermatólogo debería saber?» . Las regiones escamadas son rojas y tienen los márgenes blancos o amarillos y ligeramente elevados. Existen áreas erosivas en la punta y los bordes laterales. El color se debe a la atrofia de las papilas filiformes, lo que genera una superficie lisa, que no es suave.

Estas zonas descamadas, que dan apariencia de parches sobre la lengua, cambian de lugar y de forma. Por este motivo esta alteración recibe el nombre de migratoria. Asimismo, los parches modifican su ubicación, su tamaño y su forma.

Es una patología benigna que no necesita tratamiento, salvo cuando existe ardor o molestia al ingerir alimentos ácidos o condimentados. En estos casos se debe eliminar la causa de la irritación y evitar el cepillado de la lengua, porque tiende a prolongar e intensificar las placas eritematosas. Se recomienda:

  • Anestésicos o enjuagues bucales con anestésicos o analgésicos.
  • Pomadas o geles con esteroides o antihistamínicos.
  • Una buena higiene bucal.

Esta anormalidad benigna de la lengua se considera un desorden inflamatorio. A menudo se confunde con otras patologías como la candidiasis, la leucoplasia o el liquen plano.

Lengua vellosa

Esta alteración es muy llamativa visualmente, ya que la lengua coge un aspecto velludo y oscuro. Las papilas en estado normal cuentan con una capa de queratina. Cuando esta capa desaparece produce hipertrofia, dando una apariencia de vello en la lengua que puede teñirse de color marrón a negro. Esta afección temporal e inocua con frecuencia es causada por un crecimiento excesivo de bacterias en la boca.

Aunque a ciencia cierta no se conoce la causa por la que disminuye la queratina, puede estar asociada a factores como el tabaco o bacterias cromógenas.

Es una patología más molesta que grave, por el aspecto que toma la lengua y la sensación de falta de higiene. Aunque no existe un tratamiento específico, se recomienda eliminar los factores que predisponen como el tabaco, los antibióticos y los antiácidos que contienen bismuto.

En algunos pacientes el cepillado y el raspado diario ayuda a que la lengua se escame, lo que disminuye las molestias. A veces la alteración se resuelve de modo espontáneo.

Por último también citar la lengua blanca, de la que ya hablamos en un artículo anterior.

Si tienes notas que tu lengua es diferente, puedes acudir a la consulta del odontólogo para que te indiquen a qué es debido y si existe un tratamiento adecuado. Una limpieza dental te ayudará a mantener la higiene en tu boca. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites.

¿Qué daño causa el tabaco en la boca?

Para fumar utilizamos la boca; es la entrada del tabaco en el organismo. Está compuesta por los dientes, la lengua y el paladar y forma parte del sistema digestivo. Así como el tabaco es perjudicial para muchos órganos, como los pulmones, la laringe o el esófago, también lo es para la boca. Por este motivo los dentistas insisten en la importancia que tiene dejar de fumar para conservar la salud bucodental.

Principales enfermedades causadas por el tabaco

Muchas personas que fuman presentan problemas dentales o los tendrán a lo largo de su vida si no abandonan el hábito. Los más frecuentes, según indican en el artículo Consumo de tabaco y patología Odonto-estomatológica , publicado en la web de la Organización Colegial de Dentistas de España son:

  • Estéticos: aparición de manchas o tinciones de los dientes. Estas personas también tienen más arrugas en la cara, provocadas por el gesto repetitivo de fumar y, en muchos casos, mal aliento o halitosis.
  • Gusto y olfato. Las personas que fuman tienen disminuido el sentido del gusto y el olfato. De hecho, es frecuente que cuando alguien deja el tabaco refiera que ha recuperado el sabor de muchas comidas o el olor de algunas cosas.
  • Cicatrización de heridas. Algunos estudios médicos relacionan el tabaco con una mayor lentitud de curación de las heridas. También los dentistas señalan que quienes fuman tienen mayor sensibilidad cuando se les extraen piezas dentales y una recuperación peor de las encías en casos en los que se realizan curetajes o tartrectomías (limpiezas de boca).  
  • Riesgo de tener periodontitis o enfermedad de las encías y gingivitis. Aumenta entre 2,5 y 6 veces para los fumadores.
  • Menor éxito en los implantes dentales, tanto en el tratamiento inicial como en su duración.
  • Riesgo de candidiasis oral.

Ayuda de los dentistas para dejar de fumar

Los odontólogos son especialistas que ven a un gran número de pacientes en sus consultas. Por este motivo es bueno que ayuden a reducir el consumo de tabaco, con consejos y recomendaciones. Muchos dentistas hacen hincapié en la importancia que tiene dejar de fumar para prevenir enfermedades graves e incluso la muerte. No hay que olvidar que fumar es una de las principales causas del cáncer oral, la enfermedad periodontal y otras lesiones orales y hace que algunos tratamientos, como la colocación de implantes, fracasen.

También son importantes los higienistas dentales, para aconsejar sobre las consecuencias que tiene el hábito de fumar. Cuando una persona acude a realizarse una limpieza dental es un buen momento para dejarse asesorar por el especialista y que le explique lo que puede ocurrir si continúa fumando.

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Caries en los dientes de leche

Los primeros dientes de una persona comienzan a salir en torno a los 6 meses. Son los llamados dientes de leche, que van erupcionando poco a poco hasta completar la dentición temporal cuando el niño tiene cerca de 30 meses. En total, son 20 dientes que hay que cuidar y proteger para que no salgan caries. Aunque se van cayendo a medida que el niño cumple años, hay que tratarlos igual que si fueran definitivos.

¿Cuándo pueden salir las primeras caries?

La caries dental es una de las enfermedades más comunes en la infancia. Se puede producir incluso en bebés, cuando tienen entre 1 y 2 años de edad, por la toma de biberón. La causa de las caries son los mutantes estreptococos y especies lactobacilos, que pueden producir ácido láctico. Estas bacterias muchas veces son transmitidas de padres a hijos, cuando se comparten cubiertos o se limpian los chupetes con la saliva.

Existen factores que predisponen al desarrollo de caries. Los principales son:

  • Dientes susceptibles a desarrollarlas.
  • Bacterias que producen ácido.
  • Ingesta de mucho hidrato de carbono fermentados (dulces, zumos…).
  • Tiempo de exposición a esos hidratos.

Por eso es muy importante la higiene dental desde el nacimiento, que deben procurarla los padre o cuidadores. Además los dientes de leche hacen de guía para que después los permanentes salgan en su lugar correspondiente.

La principal medida es la administración de flúor, que puede llegar al diente por vía sistémica o tópica. La función del flúor sistémico, a través del agua, la sal o la leche es conseguir que el esmalte evite la desmineralización y modifique su estructura.

¿Cómo son las caries?

Las caries, tanto en los dientes de leche como en los definitivos, pueden tener diferentes formas, en función de la fase en la que se encuentren. Así, se pueden distinguir:

  • Aparición de un color blanquecino sin brillo a la altura de la envía. Es una alerta de que está disminuyendo el calcio en el diente.
  • Borde amarillo, marrón o negro alrededor del cuello del diente, que muestra que la desmineralización ha producido caries.
  • Protuberancias negras cuando la caries avanza en los dientes.

¿Cómo se pueden evitar las caries?

Las caries se pueden prevenir llevando a cabo medidas higiénico sanitarias que ayudan a cuidar la dentición. Es importante:

  • Cepillarse los dientes desde bebé. Al principio, cuando salen los primeros dientes, los padres deben limpiarlos con una gasa limpia y húmeda, y después con un cepillo hasta que a partir de los 5 años el niño lo empiece a hacer solo. Es importe supervisar el cepillado para ver que se lava correctamente. Asimismo, tan necesario es limpiarse como enjuagarse, para que no queden restos de comida en la boca.
  • Reducir el riesgo de transmisión de bacterias, cepillándose los dientes al menos tres veces al día y después de cada comida y no compartiendo cubiertos.
  • Tener mucha precaución si el niño toma biberón. Hay que procurar que no se duerma con él en la boca y que empiece a usar los vasos y tazas cuanto antes. De igual forma, es mejor que beba agua en vez de tomar zumos y bebidas azucaradas.
  • Acudir al dentista cada cierto tiempo a revisión y para realice una limpieza dental.

Si tienes un niño pequeño y te surgen dudas sobre el cuidado de su boca, debes acudir al dentista para que te oriente. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en todo lo que necesites.

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