¿Qué es un hematoma y qué tipos hay?

Un hematoma es una acumulación de sangre, que se produce por la rotura de vasos capilares. Aparece a causa de un golpe, una contusión o una magulladura en la que no se rompe la piel. Coloquialmente se conoce como cardenal, moratón o moretón. Existen diferentes tipos, en función de la zona afectada y la gravedad de este.

El hematoma empieza a formarse de color rojo, a causa de la sangre que hay bajo la piel, y a las pocas horas adquiere un tono azul-violeta o incluso negro, cuando pierde oxígeno.  A la semana toma un aspecto amarillo verdoso que, finalmente y antes de desaparecer, será amarillo o marrón claro.

Los hematomas pueden salir en cualquier parte del cuerpo después de algún traumatismo, pero a veces aparecen en lugares en los que no recordamos habernos golpeado. En esos casos hay que tener cuidado y consultar al médico. La causa más habitual de que aparezcan los moratones es la rotura de un vaso, pero también pueden surgir cuando la sangre es muy líquida o si la persona tiene alguna enfermedad que esté ocasionando problemas de coagulación.

Hematoma y equimosis

Aunque a veces se utilizan como términos sinónimos, hematoma no es lo mismo que equimosis.

Los hematomas están producidos por un golpe que puede ser una caída, lesiones deportivas, accidentes o tropiezo con personas u objetos. También pueden aparecer si la persona toma anticoagulantes. Tienen un tamaño superior a 5 mm y va cambiando de color a causa del fibrinógeno, una proteína que ayuda a la coagulación.

Los hematomas pueden causar dolor, inflamación o cambios de coloración en la piel. Desaparecen a las 2 o 3 semanas. Cuando se producen en el cuero cabelludo sin que haya una contusión es importante acudir al médico.

La equimosis son contusiones simples que no necesitan un golpe para aparecer.  Se caracterizan por el dolor y el derrame. Es el sangrado dentro de la piel o en las membranas mucosas, debido a la ruptura de los vasos sanguíneos. Es una lesión dérmica pequeña que mide menos de 5 mm. Desaparecen pasados 12 o 15 días.

Tipos de hematomas

Los hematomas se pueden clasificar en función de la zona afectada y de la gravedad del hematoma. Así, se habla de:

  • Subcutáneos: aquellos que se encuentran bajo la piel.
  • Intramusculares: aparecen en las zonas abultadas de los músculos y pueden llegar a afectar a los órganos internos.
  • Periósticos: aparecen cuando la contusión es en un hueso.

También puede hacerse una clasificación atendiendo al lugar del cuerpo en el que se producen. En este caso se hablaría de estos hematomas:

  • Epidurales.
  • Subdurales.
  • Intracerebrales.
  • Cuero cabelludo
  • Oído.
  • Septales.
  • Intramuscular.
  • Fracturas de pelvis ósea
  • Subungueal.

Contusión, hematoma cerebral o intracraneal

El hematoma cerebral es la lesión postraumática más frecuente. Consiste en un cúmulo de sangre que se produce en la cavidad craneal, dentro del encéfalo o entre este y el cráneo. Por lo general está provocado por una rotura de un vaso sanguíneo en el cerebro. Pueden aparecer uno o varios y evolucionan aumentando durante las primeras horas o días. Hay tres tipos de hematomas intracraneales: epidural, subdural e intracerebral, tal y como explican James E. Willberger y Gordon Mao en su artículo Hematomas intracraneales.

Hematoma epidural agudo

El origen más frecuente de este hematoma es arterial, por rotura de la arteria meníngea media. La localización más frecuente se da a nivel del hueso temporal o parietal. Consiste en un sangrado que se produce entre el hueso y duramadre, que es la meninge exterior que protege al sistema nervioso central formado por encéfalo y médula espinal.

La forma del coágulo es en forma de lente, biconvexa e hiperdensa que comprime y desplaza el cerebro.

Cuando una persona llega al servicio de urgencias con un hematoma epidural agudo se observa lo siguiente:

  • Casi la mitad de los pacientes tiene un intervalo lúcido de horas o días en el que habla.
  • Evoluciona con máxima rapidez debido al origen arterial.
  • Presenta signos de hipertensión intracraneal, que se manifiestan en forma de dilatación de la pupila del mismo lado del cuerpo y deterioro del nivel de conciencia.

El diagnóstico de confirmación se realiza mediante un TAC. El tratamiento es la realización de una craneotomía de urgencia, para evacuar el hematoma y ligar la arteria. La mortalidad postoperatoria oscila entre el 16 y el 32%. Si se actúa con rapidez el pronóstico es bueno.

Hematoma subdural agudo

El origen más frecuente de este hematoma es venoso, se produce por rotura de venas corticales. Su localización más frecuente es la región frontotemporal y la forma del coágulo es de semiluna, una masa hiperdensa y monoconvexa. Lo explican Ortega SO, Gil AM, Bacallao GL y otros especialistas en el artículo Diagnóstico del hematoma subdural: un proceso de clínica e imágenes dinámico publicado en la Revista Médica Electrónica en 2019. Consiste en un sangrado entre la dura madre y la corteza cerebral.

Las características del paciente con este tipo de hematoma son:

  • Tiene somnolencia o está en coma desde el momento de la lesión.
  • Se asocia a lesiones cerebrales subyacentes.

El diagnóstico de confirmación se realiza mediante un TAC. El tratamiento es una craneotomía de urgencia para evacuar el hematoma y la mortalidad puede alcanzar el 40% o 50%.

Hematoma encapsulado

La mayor parte de las lesiones causadas por traumatismos llevan aparejadas un hematoma. Lo normal es que esta sangre se vaya reabsorbiendo a medida que pasan los días, para terminar por desaparecer. Pero hay veces que el cuerpo no lo elimina y se produce una reacción fibrosa que deja aislado al hematoma, formando una cápsula. Es lo que denominamos hematoma encapsulado. Con fisioterapia se puede hacer desaparecer el hematoma y prevenir la encapsulación.

Hematoma muscular

Las lesiones musculares se producen con mayor frecuencia en deportistas, aunque pueden afectar a cualquier persona. Las más habituales se dan en la zona del muslo, los isquiotibiales y el recto femoral y también en los brazos. Estas lesiones presentan edemas de gran tamaño y hematomas.

Preguntas frecuentes sobre los hematomas

Cómo saber si un hematoma es grave

Los hematomas o moratones no suelen ser graves en su mayoría, al estar producidos por lesiones superficiales. Pero hay señales o hechos que pueden alertar sobre su importancia. Algunas son:

  • Ocurren en la zona de la cabeza o el cuello.
  • Tienen una duración de más de 15 días.
  • Siguen aumentando con el paso del tiempo.
  • Se inflama la zona y producen dolor, pasados los primeros días tras el golpe.
  • Produce sangrado anormal en otras partes del cuerpo.
  • Provocan la pérdida de funcionalidad de una articulación o extremidad.

En estos casos es importante acudir al médico para que realice una exploración física, historia clínica y decida si debe mandar pruebas diagnósticas.

Cómo se trata un hematoma

Los hematomas desaparecen solos con el tiempo. No obstante, se recomienda aplicar frío en la zona en la que se ha producido la contusión, para que baje la inflamación y se recuperen antes los tejidos. También es recomendable mantener elevada la zona en la que se encuentra el hematoma y no moverla demasiado. Si hay dolor se recomienda tomar algún analgésico como el paracetamol.

Cuánto puede durar un hematoma

Los hematomas pueden durar desde varios días a meses, en función de la zona en la que se producen. Lo habitual es que sean visibles de 2 a 3 semanas.

¿Qué es un hematoma interno?

Un hematoma es una acumulación de sangre a causa de una hemorragia interna, producida por la rotura de capilares. Esta sangre no sale a la superficie y se queda en las capas de piel.  

Si tienes un hematoma y presenta características que no son normales, no dudes en acudir al médico. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en todo lo que necesites.

¿Cómo podemos evitar resbalones y accidentes por la nieve y el hielo?

La nieve es un fenómeno meteorológico muy bonito estéticamente, para ver desde casa, pero muy incómodo si se está en la calle. La parte divertida de los muñecos de nieve, los trineos y las guerras de bolas tiene su contrapartida en los resbalones, los accidentes de coche y la dificultad para moverse que provoca.

En muchas ocasiones, tras una intensa nevada, las temperaturas son tan bajas y hace tanto frío que la nieve termina convirtiéndose en hielo, con el peligro que eso entraña. La aparición de placas de hielo provoca lesiones como roturas de huesos, fracturas de caderas o esguinces, colapsando los servicios de traumatología.

Consejos para no resbalar

Para evitar acudir a urgencias por accidentes o traumatismos es importante tener en cuenta una serie de recomendaciones. La principal es no salir a la calle cuando el suelo está en mal estado. No obstante, hay veces que no queda más remedio que desplazarse. Si es su caso, es importante hacerlo siguiendo unos consejos:

  • Llevar un calzado adecuado e impermeable que se adhiera al suelo e impida resbalones.
  • Abrigarse para protegerse del frío.
  • Caminar con pasos cortos y sin prisas y con los pies ligeramente girados hacia fuera (como los pingüinos).
  • Intentar evitar los caminos en los que la nieve se ha convertido en hielo. Es preferible caminar por donde la nieve aún no se ha pisado.
  • No andar por la carretera, aunque esté mucho más limpia que las aceras. Cuando hay hielo es fácil que los coches patinen y pueden arrollar a los peatones.
  • Alejarse de los edificios y árboles nevados. Cuando nieva mucho se acumula gran cantidad en los tejados y las cornisas y hay riesgo de desprendimiento. De igual forma las ramas de los árboles se pueden romper, con el peligro que entraña. Por todo ello, lo recomendable es andar por el centro de la calle.

Cómo conducir con nieve o hielo

El mejor consejo, cuando las condiciones climatológicas no son buenas, es dejar el coche en casa. Pero muchas veces, por tener que atender obligaciones laborales o de otro tipo, esto no es posible. Por eso es importante tener en cuanta algunas indicaciones, necesarias para llegar sanos y salvos al destino.

  • Llevar siempre en invierno cadenas en el maletero o puestas las ruedas de invierno, que ayudan a la conducción cuando las temperaturas caen y aparece la nieve y el hielo.
  • Si el coche tiene nieve hay que quitarla utilizando alcohol, antes de que hiele. No es buena idea echar agua caliente, ya que puede romper las lunas por el cambio brusco de temperatura.
  • Cuando hay nieve en la calzada es importante conducir con marchas largas y a poca velocidad, con movimientos suaves.
  • No se debe pisar el pedal del freno a fondo, sino poco a poco, y preferiblemente usando el freno motor. En estos casos, mantener la distancia de seguridad es crucial.
  • Cuando se pisa una placa de hielo hay que levantar el pie del acelerador, no frenar hasta recuperar la adherencia e intentar no corregir la dirección para no perder el control del coche.

Si ha tenido una caída por culpa de la nieve o el hielo debe acudir al médico para que le vea un traumatólogo y valore su lesión. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte, sin largas esperas.

Dedo en resorte. Tratamientos, operación y tiempo de baja

El dedo en resorte es una patología común denominada Tenosinovitis estenosante del tendón flexor, que afecta a los dedos de la mano y hace que uno de ellos quede bloqueado, en posición flexionada, como enganchado. Se produce por la inflamación o engrosamiento del tendón o de su vaina. Puede aparecer en cualquier dedo, aunque es frecuente que suceda en los dedos pulgar y anular de la mano dominante. Así, se habla de dedo pulgar en resorte y dedo anular en resorte e incluso a veces de dedo meñique en resorte y dedo corazón en resorte.

Motivos por los que aparece el dedo en gatillo

La causa por la que se queda un dedo en gatillo se desconoce, aunque se sabe que sobre todo se produce en el ámbito laboral y en mujeres de entre 40 y 60 años. Ocurre cuando la persona, al flexionar o extender los dedos después de haberlos tenido doblados, nota un chasquido muy molesto que proviene de los tendones del dedo. Está relacionado con:

  • Traumatismos de repetición en trabajadores manuales.
  • Posturas forzadas.
  • Uso de herramientas manuales que vibran.
  • Número de horas de trabajo.
  • Personas que presentan predisposición a tener patologías inflamatorias en las manos.

Diagnóstico y tratamiento del dedo en resorte

Su diagnóstico es sencillo, puesto que en la exploración física el médico palpa la palma de la mano y nota un bulto o nódulo blando, que se mueve al movilizar el dedo. Esto se produce al ser una zona inflamada en una parte del tendón que mueve el dedo.

El tratamiento inicial es la toma de antiinflamatorios no esteroides que alivien el dolor. No obstante, es probable que la molestia no desaparezca del todo, al existir inflamación que provoca la compresión de la vaina del tendón o lo bloquea. También se recomienda el reposo, la inmovilización con una férula y los ejercicios de estiramiento.

Igualmente se usan técnicas no quirúrgicas como las infiltraciones de corticoides y anestésicos locales en el tendón flexor. Ofrecen resultados positivos durante el primer año, pero después hay pacientes que vuelvan a presentar el bloqueo en el dedo. Es complicado que un dedo en gatillo se cure de manera espontánea, por lo que si no se trata de corre el riesgo de que quede una rigidez articular permanente.

La cirugía para tratar el dedo en resorte ofrece buenos resultado y busca liberar espacio al tendón dentro de la vaina para que se mueva más libremente. La operación abierta consiste en la realización de una incisión de unos 3 o 4 mm en la zona cercana a la base del dedo bloqueado a través de la cual el médico abre la parte comprimida de la vaina del tendón. Cuando cicatriza lo hace dando movilidad al tendón.

Se trata de un procedimiento que se lleva a cabo en un quirófano. Con esta técnica se resuelven el 83% de los casos. Se consigue devolver la movilidad total a la mano y eliminar el dolor que el paciente padece.

Actualmente también se usa la cirugía mínimamente invasiva, de forma percutánea guiada por ecografía, que da mayor seguridad y precisión.

Tiempo de recuperación

Tras la intervención quirúrgica es normal que el paciente tenga que tomar analgésicos para el dolor y la inflamación, así como mantener la mano en una posición elevada y pegada al cuerpo, durante los primeros días.

Por lo general la recuperación es rápida y se puede empezar a mover el dedo desde el primer día y realizar vida normal. Asimismo se calcula un plazo de tres semanas a un mes de baja para las personas que realizan trabajos manuales.

Si crees que tienes un dedo en resorte o dedo gatillo debes acudir al médico para que realice un diagnóstico adecuado de tu patología. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte y ofrecerte la mejor solución.

¿Cómo saber si tengo roto el escafoides?

La mayoría de las personas que se rompe el escafoides lo hace como consecuencia de un movimiento de hiperextensión o de un apoyo inadecuado al caer al suelo. A diferencia del resto de fracturas de cualquier hueso de la mano, que consolida muy rápidamente, las patologías del escafoides tardan bastante en volver a la normalidad.

¿Qué es el escafoides y qué función cumple?

El escafoides es uno de los 8 huesos del carpo, en la muñeca. Está recubierto en un 80% de cartílago; es corto, esponjoso y cuenta con seis caras diferentes. También es el que con más frecuencia se fractura. Es importante tratar cualquier lesión del escafoides en la mano, porque si no puede evolucionar en pseudoartrosis o artrosis de muñeca.

El escafoides cumple una función biomecánica, al actuar como unión entre las dos filas carpianas. No obstante, aunque tiene encomendado un importante trabajo, cuenta con una vascularización deficiente. Así, las fracturas del escafoides en la mano que se refieren al segmento proximal pueden sufrir pseudoartrosis o necrosis. Por otro lado las caídas producidas en hiperextensión de la mano afectan más a la zona media o cintura.

¿Cómo saber si tengo roto el escafoides?

Muchas veces la rotura del escafoides se produce tras una caída con la mano estirada. Después de un traumatismo de este tipo se tiene dolor y sensibilidad en la zona, sobre todo al intentar coger algún objeto o intentar pellizcar. Asimismo aparece inflamación en la muñeca y al lado del dedo pulgar. Si el dolor no desaparece pasadas 24 horas puede ser un síntoma de fractura y es necesario acudir al médico.

Para realizar un diagnóstico correcto el especialista lleva a cabo una exploración física de la muñeca y solicita varias radiografías de la muñeca, que deben incluir proyecciones antero posteriores y laterales. Con estas pruebas se comprueba si hay fisura del escafoides en la mano o rotura o si están afectadas más estructuras.  Existen otros exámenes, no tan usados en esta lesión, que pueden realizarse como la resonancia magnética y el Tac.

¿Cuánto tiempo tarda en soldar un hueso escafoides?

La rotura del escafoides en la mano es una lesión que tarda bastante en curar, entre 8 y 10 semanas. En ocasiones ni siquiera termina de curarse, evolucionando a una pseudoartrosis.

Si el especialista cree que hay fractura, pero no se aprecia en la radiografía, es probable que coloque una férula en el primer dedo y solicite la repetición de la prueba pasados 15 días. Cuando la radiografía muestra que existe rotura pueden darse dos casos:

  • Fractura sin desplazamiento. En este caso se opta por un tratamiento ortopédico, con uno u otro tipo de inmovilización y yeso a colocar, en función de las preferencias del cirujano. Si el paciente no puede permanecer con la mano inmovilizada durante mucho tiempo, como en el caso de los deportistas, se puede optar por un tratamiento quirúrgico, en el que se reduce la fractura y la osteosíntesis con un tornillo de forma percutánea o abierta. La cirugía percutánea es una técnica poco agresiva que logra la movilización temprana con una invasión mínima.
  • En fracturas que afectan al cartílago de articulaciones y al hueso se opta por un tratamiento quirúrgico. En quirófano se reparan todas las estructuras que se han lesionado y, en algunos casos, se estabiliza el escafoides con tornillos. A veces se requiere poner un injerto óseo a modo de soporte.

Si crees que tienes el escafoides roto debes acudir a consulta con el traumatólogo para que realice un diagnóstica temprano que permite poner tratamiento lo antes posible y así evitar complicaciones. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte y hacer que tu recuperación sea lo mejor posible.

Qué es una tendinopatía y cómo se trata

Los tendones son estructuras anatómicas compuestas de colágeno, elastina y agua que unen los músculos a los huesos y juegan un papel clave en el sistema locomotor de las personas. Quienes realizan ejercicio tienen más riesgo de padecer problemas en los tendones que los que llevan una vida más sedentaria. Hasta no hace mucho todas las lesiones que afectaban a los tendones, a consecuencia de una sobrecarga, se denominaban tendinitis. Pero en los últimos años el término tendinopatía se utiliza para la tendinitis y la tendinosis.

Qué es una tendinopatía

La tendinopatía se produce generalmente cuando existe una lesión por sobrecarga o traumatismo directo externo que afecta al tendón y a las estructuras adyacentes. También puede aparecer por causas biomecánicas o intrínsecas o por factores sistémicos.  Es frecuente que la tendinopatía cause un importante dolor, una inflamación que puede estar localizada o ser difusa y una impotencia funcional.  

Los principales factores potenciales de riesgo en la tendinopatía son:

  • Carga. Puede producirse en los ciclos de acortamiento y estiramiento de las extremidades inferiores.
  • Compresión.
  • Modificación de la carga. Se produce cuando se realizan cambios en la intensidad, la frecuencia, la duración del ejercicio.
  • Duración o volumen excesivo del entrenamiento.
  • Biomecánica. La biomecánica individual, que incluye la cinética del movimiento y la cinemática, la postura del pie, la flexibilidad, la capacidad neuromuscular y la anatomía estructural, son factores de riesgo de tendinopatía.

La tendinopatía es una afección de carácter benigno que en muchas veces está producida por una causa mecánica o degenerativa. Por lo general, si no se trata puede llegar a ser invalidante para quien lo padece. Por este motivo el diagnóstico precoz juega un papel importante, así como respetar el tiempo de reparación.

Tratamiento de una tendinopatía

El tratamiento de la tendinopatía debe ser personalizado y adecuado a cada paciente, a la lesión que presenta, a la causa que lo produjo y a su estilo de vida. Actualmente la mejor forma de recuperarse de una lesión de los tendones es a través de programas de ejercicios activos. Los principales tratamientos de la tendinopatía están explicados en el artículo Guía de práctica clínica de las tendinopatías: diagnóstico, tratamiento y prevención son:

  • Tratamientos farmacológicos. El uso de antiinflamatorios no esteroideos durante un período corto de tiempo (una semana) ayuda a alcanzar un nivel de analgesia que facilita el inicio efectivo de tratamientos eficaces. Existe un efecto beneficioso en el uso de corticoides durante las tres primeras semanas, pero no tanto a largo plazo. Su uso debe ser descrito de manera individualizada por el especialista.
  • Tratamiento rehabilitador. El uso de la crioterapia en las lesiones agudas de tendón es una práctica habitual. También se usan los ultrasonidos, la diatermia y la eletrólisis percutánea intratisular. La terapia manual más beneficiosa es la que incluye el masaje transverso profundo y la movilización de partes blandas.

Asimismo el ejercicio es el mejor tratamiento para la tendinopatía. Los especialistas recomiendan realizar progresiones en fuerza, resistencia y función. Asimismo debe identificarse el volumen de la carga en relación con el dolor que produce. En este sentido, ir de menos a más, con cargas progresivas, ayuda a aumentar la capacidad y prevenir nuevas lesiones.  

Qué tipos de tendinopatía existen

La tendinopatía es una enfermedad que aparece cuando se hace un sobreuso del tendón. Está relacionada con los años del paciente, el trabajo que realiza, el ejercicio y las posibles patologías que tiene. Algunas de las más importantes son:  

Tendinopatía rotuliana: Se trata de una patología que se produce al practicar deporte, como consecuencia de un traumatismo.  Aparece cuando se realizan ejercicios como los saltos o las caídas desde diferentes alturas o cuando se hacen trabajos de musculación que causan estrés en los extensores de los miembros inferiores.

Tendinopatía aquilea: Es una lesión que se produce en el Tendón de Aquiles y que afecta a todo tipo de personas, ya sean deportistas o no. Generalmente ocurre en la parte central del tendón,aunque también en la unión del tendón con el hueso. Es una patología degenerativa en la que el tendón se engrosa, provocando un fuerte dolor y una neurovascularización en su interior. La tendinopatía insercional es otro tipo de patología aquilea, que afecta a la zona de unión con el hueso.

Tendinopatía supraespinoso: El supraespinoso es un músculo que ayuda a la rotación del hombro y forma parte del manguito de los rotadores. El hombro es una articulación peculiar, porque cuenta con mucha amplitud de movimiento. Cualquier desequilibrio muscular puede causar dolor. Cuando aparece una tendinopatía de hombro, generalmente se habla de tendinopatía del supraespinoso o tendinopatía del manguito rotador. Aparece sobre todo cuando se realizan movimientos de elevación lateral del brazo por encima de los 60 grados. Esto puede causar un traumatismo en el tendón que puede llevar a la inflamación y posterior rotura del mismo. Por otro lado la tendinopatía calcificante de hombro se produce cuando se crea una calcificación en el tendón supraespinoso y la bursa subacromial del hombro.

Tendinopatía isquiotibial: Los tendones isquiotibiales son tendones de tres músculos: semimembranoso, semitendinoso y bíceps femoral.  Las lesiones son frecuentes y se producen al realizar deportes en los que predomina la carrera. La tendinopatía isquiotibial muchas veces se vuelve crónica. En este caso, en roturas parciales se opta por un tratamiento conservador en el que prima el reposo durante un mes y medio, fisioterapia y rehabilitación de la fuerza.

Tendinopatía glútea: Esta patología se denomina también bursitis del trocánter y aparece cuando se inflaman los tendones de los glúteos. Es uno de los motivos del dolor de cadera y suele producirse por pequeños traumatismos repetidos en el tiempo. Cuando la zona se roza una y otra vez las bolsas serosas o bursa se inflaman.

Tendinopatía cuadricipal: Se da cuando existe una inflamación en la insercióndel cuádriceps en la parte superior de la rótula. Aparece principalmente a causa de una sobrecarga.  

Por otro lado en la tendinopatía existen diferentes fases cuando se produce por una carga excesiva: la reactiva como respuesta a la sobrecarga o compresión del tendón, la reparación inadecuada y la tendinopatía degenerativa.

Si crees que tienes una tendinopatía acude al traumatólogo para que realice el diagnóstico y te ponga tratamiento lo antes posible. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites, y sin listas de espera.

Qué es la columna vertebral y cuántos huesos tiene

En la evolución humana, el paso de cuadrupedia a la bipedestación supuso un importante avance. Se pasó de tener cuatro soportes a solo dos, los miembros inferiores, consiguiendo que la columna vertebral se enderezara.

Qué es la columna vertebral y para qué sirve

La columna vertebral es la estructura principal del tronco. Cuenta con 33 o 34 vértebras y discos intervertebrales. Las diferentes curvaturas que presenta se producen a causa de la repetición de movimientos como sentarse y ponerse de pie y la carga que sobre el cuerpo suponen dichas acciones. En la columna de un adulto pueden observarse dos curvaturas hacia delante o lordosis en las zonas cervical y lumbar y dos hacia atrás o cifosis en las zonas sacra y torácica.

La columna vertebral tiene múltiples usos. Los principales son:

  • Sostiene el peso del cuerpo, sujetando la cabeza, los miembros superiores y la caja torácica al realizar movimientos o soportar alguna carga.
  • Protege los órganos vitales como el corazón o los pulmones y los tejidos blandos como la médula espinal y las raíces nerviosas que salen de ella.
  • Hace de armazón para que se puedan insertar los músculos del tórax y el abdomen y algunos otros de los miembros superior e inferior.
  • Cumple un papel importante en la locomoción, favoreciendo el movimiento del cuerpo humano.
  • Aumenta los campos visual y auditivo, al estar en bipedestación.

Partes y funciones de la columna vertebral

La columna vertebral está dividida en tres partes: columna cervical, columna dorsal y columna lumbar. Las vértebras son cada uno de los huesos que forman la columna. Son 33 y están formadas por el cuerpo vertebral, el arco vertebral y siete apófisis, en la mayoría de los casos. Varían de tamaño, en función de la zona del cuerpo en la que se localicen. En este sentido las vértebras lumbares son más grandes y resistentes que las torácicas. Asimismo estas últimas aguantan más peso que las vértebras cervicales. Solo las primeras 27 pueden generar movimiento.

Los discos intervertebrales ayudan y limitan los movimientos que se dan entre los cuerpos vertebrales y pasan el peso de un cuerpo vertebral al siguiente. Están compuestos de un duro anillo fibroso externo y una parte blanda denominada núcleo pulposo.

La principal función de la columna vertebral es mantener el torso erguido. Con la ayuda de músculos y ligamentos ayuda a estabilizar en el cuerpo. También articula los movimientos del tronco. Asimismo ayuda a anclar los músculos y órganos internos y protege la médula espinal.

Cuántas vértebras tiene la columna vertebral

La columna vertebral tiene 33 vértebras repartidas de la siguiente manera:

  • 7 vértebras cervicales
  •  12 vértebras torácicas
  •  5 vértebras lumbares
  •  5 vértebras sacras
  •  4 vértebras coccígeas

Cómo funciona la columna vertebral

La columna vertebral debe funcionar correctamente para soportar el peso del cuerpo, proteger la médula espinal y ayudar a mantener la gravedad. Para ello debe tener unas características específicas:

  • Ser fuerte y sólida. Por este motivo está formada de huesos resistentes y músculos con mucha fuerza.
  • Ser flexible. No está formada por un gran hueso que va de arriba abajo, sino por 33 vértebras que están separadas, colocadas una tras otra y sujetas por músculos y ligamentos. Gracias a esta estructura se consigue dar movilidad.
  • Contraer la musculatura de la espalda, para hacer de contrapeso del resto de movimientos del cuerpo.

Por qué la columna vertebral es curva

Al mirar a una persona de perfil se observa que la columna vertebral tiene tres partes diferenciadas con distintas curvaturas. Esto es así para que la columna pueda asumir las fuerzas de impacto que se producen al caminar, correr o saltar. Además facilita el mantenimiento del equilibrio corporal. Si en una visión anterior o posterior, la columna no muestra curvatura, se denomina Escoliosis.

Las curvaturas de la columna vertebral son:

  • Parte superior. Tiene una curvatura cóncava que se denomina lordosis cervical. Consta de 7 vértebras que forman la región cervical (de C-1 a C-7).
  • Parte media. Está formada por 12 vertebral (de D1 a D12 o T1 a T12) y se denomina región dorsal. Tiene una curvatura convexa llamada cifosis dorsal.
  • Parte baja. Recibe el nombre de región lumbar y consta de 5 vértebras (de L-1 a L-5). Tiene una curvatura cóncava que recibe el nombre de lordosis lumbar.

Cuando aumenta una de estas curvaturas, la llamamos Hipercifosis (si ocurre en la región dorsal y pélvica) o Hiperlordosis (en la región cervical y lumbar).

Estas tres zonas antes mencionadas suman 24 vértebras móviles. En la parte baja de la columna, existen dos partes más, compuestas por vértebras fijas que no tienen movilidad entre ellas. Son cinco vértebras que están en la región sacra (de S-1 a S-5) y tres o cuatro vértebras en la zona coxígea (de Cx-1 a Cx-4).

Dolor en la columna vertebral

El dolor de la columna vertebral puede ser agudo, crónico, irradiado o referido. Las principales molestias en la columna son:

  • Cervicalgia. Se trata de un dolor que aparece en la parte posterior y lateral del cuello. Suele tener su origen en alguna patología que existe previamente o en un daño causado en la articulación, el hueso, los músculos o los discos. También puede ser de causa neurológica. Este dolor está ligado al desempeño de trabajos en los que la persona mantiene la cabeza hacia delante durante mucho tiempo. Les ocurre a quienes trabajan en una oficina, dibujan o cosen.
  • Dorsalgia. Es un dolor en la región dorsal de la espalda y tiene múltiples orígenes: vertebral, muscular, neurológico, discal o articular. Es el dolor de espalda menos frecuente y se produce a consecuencia de posturas inapropiadas o sujeción de exceso de peso.
  • Lumbalgia. Se habla de lumbalgia o lumbago cuando el dolor aparece en la parte baja de la espalda. Ocurre por patologías articulares, de hueso, músculo, discos o neurológica.  Aparece por la realización de un sobreesfuerzo.

Enfermedades de la columna vertebral

Las enfermedades de la columna vertebral varían en función de la edad del paciente. Según señalael Dr. Luis Guillermo Ibarra en su estudio sobre la Prevención de enfermedades de la columna vertebral, en los adultos las patologías más habituales son:

  • Síndromes posturales dolorosos.
  • Esguinces cervicales y lumbosacros.  
  • Protusiones de discos invertebrales.
  • Síndrome de estenosis del canal vertebral.
  • Espondilolisis y espondilolistesis.
  • Osteoporosis.
  • Fracturas.
  • Artritis y artrosis.
  • Infecciones.
  • Tumores.

En los ancianos la enfermedad que con más frecuencia se da es la osteoartrosis y la osteoporosis senil.

Cómo estirar y enderezar la columna vertebral

Para evitar la aparición de dolores y prevenir las lesiones es importante mantener la columna en una buena postura. Para estirarla y enderezarla se recomienda:

  • Andar erguido y sentarse correctamente con la zona lumbar apoyada. Cuando se está sentado no deben cruzarse los pies para no descompensar las caderas.
  • Utilizar un calzado cómodo, que permita mover los dedos de los pies y no apriete el empeine.
  • Utilizar un colchón firme para dormir. La mejor posición para dormir es de costado, con las rodillas y caderas levemente dobladas y con una almohada o cojín entre las piernas.
  • No sobrecargar la espalda con bolsas o mochilas pesadas.
  • Realizar ejercicio en los que no falten los estiramientos.
  • Mantener una alimentación adecuada con los nutrientes necesarios.
  • Acudir a un fisioterapeuta o un osteópata para que enderece la columna vertebral.
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