¿Se puede curar el Síndrome de Diógenes?

¿Qué es el síndrome de Diógenes? Es una enfermedad psiquiátrica que se caracteriza por la acumulación de objetos, desperdicios y basura en la propia casa. Es un trastorno del comportamiento que afecta sobre todo a personas de más de 65 años que viven solas. También a veces a parejas de ancianos, en las que uno arrastra al otro. En alguna ocasión se da en el síndrome de Diógenes en jóvenes, pero es menos habitual.

Esta patología, que afecta al 6% de la población, les hace acumular objetos porque creen que son necesarios y en algún momento los van a utilizar. Cada cosa que guardan implica un recuerdo o una emoción y por ese motivo recogen papeles, ropa o basura de la calle y se lo llevan a sus casas.

Síndrome de Diógenes: causas

El síndrome de Diógenes se produce sobre todo en personas mayores que tienen alguna alteración psiquiátrica no diagnostica y viven solos. Son personas de avanzada edad que se sienten solas, no han superado la muerte de un cónyuge o familiar muy cercano y presentan cuadros depresivos. La soledad, la tendencia al aislamiento y las dificultades para la adaptación social son algunos factores importantes.

Las características principales de quienes lo padecen son:

  • Personas que viven solas.
  • Tienen pocas relaciones sociales.
  • Han perdido familiares y/o amigos
  • Presentan problemas de salud, muchas veces de tipo neurocognitivos.
  • Evitan hablar sobre la acumulación como un problema.
  • Niegan que necesiten ayuda.

Cómo prevenir el Síndrome de Diógenes

Tan importante como el diagnóstico es la prevención. Las personas con síndrome de Diógenes no acumulan basura en un solo día, sino que es un proceso que lleva varios años. Por ese motivo es primordial que el entorno, ya sean los vecinos o los familiares, esté pendiente si tienen sospechas.

Las personas con este trastorno no solo acumulan basura en casa, sino que abandonan su higiene corporal y desarrollan una cierta fobia social. Como consecuencia, se empiezan a aislar socialmente de familia y amigos y no quieren ser atendidos por profesionales que les ayuden.

Una persona con síndrome de Diógenes que vive en una comunidad de vecinos supone un problema de salubridad, ya que la basura acumulada atrae enfermedades infectocontagiosas. Es importante que los vecinos avisen a servicios sociales, para que la persona pueda recibir ayuda cualificada, ya sea en su casa o en un centro especializado en el que le puedan atender y en el que esté en contacto con más personas.

Síndrome de Diógenes: síntomas más frecuentes

Las personas con Síndrome de Diógenes no son capaces de entender que su estilo de vida es perjudicial para la salud. Entre los síntomas más frecuentes se encuentran los siguientes:

  • Abandono de la higiene personal.
  • Mala alimentación. En ocasiones presentan desnutrición y anemia.
  • No se preocupan por su salud.
  • Actitudes obsesivas como el amontonamiento de basuras y objetos inútiles.
  • Comportamiento antisocial, que va desde el desapego al aislamiento social. Generalmente viven de forma austera, rozando la pobreza y la falta de conciencia respecto al problema.

No se debe confundir esta patología con el trastorno por acumulación compulsiva, en el que no se acumulan basuras ni se descuida la higiene y cuidado personal.

Síndrome de Diógenes: tratamiento

Es importante realizar un diagnóstico para saber cómo tratar el síndrome de Diógenes y cuál es la patología de base que está generando este comportamiento. Una vez hecho hay que evitar que el paciente viva solo. Si no es posible, debe hacerse un seguimiento crónico, con visitas domiciliarias habituales y trabajo coordinado de los servicios sociales. También se debe realizar una desinfección de la vivienda.

El principal escollo para tratar a estos pacientes es que ellos no son conscientes de su problema y muchas veces rechazan la ayuda social. Si no están incapacitados por enfermedad psiquiátrica o demencia no se les puede obligar, por lo que a veces son casos difíciles de manejar.

El objetivo del tratamiento es fomentar hábitos de autocuidado y disminuir la agresividad o la conducta antisocial del individuo. Además, se intenta crear vínculos afectivos y potenciar la empatía.

La terapia cognitivo conductual les hace tomar conciencia de su enfermedad y encargarse de su higiene personal. Los estabilizadores del estado de ánimo y los antipsicóticos pueden ayudar, si el médico lo considera necesario.

El apoyo al paciente debe darse por parte de la familia, amigos y equipos de profesionales como geriatra, psicólogo, trabajador social y gerontólogo. Actualmente en España hay 1200 personas ingresadas por este trastorno, todos mayores de 85 años.

Si crees que algún familiar o amigo puede tener este trastorno es importante que sea visto en consulta por un especialista. En SaludOnNet contamos con psiquiatras dispuestos a ayudarte, sin largas esperas y a precios muy competitivos.

Crisis de ansiedad o ataque de pánico. ¿Cómo actuar?

Las crisis de ansiedad son la manifestación súbita o intensa de un miedo o una angustia fuerte, que en pocos minutos se apodera del cuerpo. Se traducen en falta de aire, nerviosismo, temblores y dolor en el pecho. Cuando se producen, el cerebro de la persona entiende que existen potenciales amenazas en situaciones cotidianas que no tienen un peligro real.

Principales síntomas de las crisis de ansiedad

Los ataques de pánico o crisis de ansiedad surgen de repente, sin previo aviso. La primera vez que ocurren causan una sensación muy angustiosa en la persona, que muchas veces cree que está teniendo un infarto o una angina de pecho.

Los principales síntomas son:

  • Sensación de miedo o angustia, que provoca dificultad para coger el aire y respirar.
  • Una respiración más acelerada.
  • El corazón late más fuerte, con palpitaciones.
  • Aparición de sudores, náuseas, mareos, temblores y hormigueo en manos o pies.

Qué hacer ante un ataque de pánico

Si no es la primera vez que ocurre, suele ser reconocible para la persona que lo está teniendo. En estos casos, cuando se sabe que se está en medio de una crisis de ansiedad o ataque de pánico, los especialistas recomiendan seguir unas pautas con el fin de que acabe lo antes posible. Así, lo deseable es:

  • Alejarse del lugar en el que han empezado los síntomas y encontrar un sitio tranquilo donde sentarse. Si no se puede, buscar algo en lo que apoyarse.
  • Intentar controlar el pensamiento y repetir una y otra vez que es un ataque de ansiedad, que en poco tiempo va a pasar y no va a dejar secuelas.  
  • Trabajar la respiración. Durante la crisis, la sensación que se experimenta es que el aire no está entrando en los pulmones. No obstante, eso no es cierto. Por este motivo es importante hinchar el pecho lo máximo posible y soltar el aire poco a poco, dos o tres veces. A medida que se va recuperando el control se recomienda realizar respiración abdominal, para calmar la ansiedad.
  • Respirar unos segundos en una bolsa de papel o de plástico si los síntomas son muy intensos y la persona se marea o nota hormigueo de manos y pies.
  • Cerrar los ojos, una vez que va remitiendo la crisis.
  • Tomar medicación para la ansiedad, siempre que el médico la haya prescrito. Generalmente estas crisis terminan antes de que la medicación haga efecto, pero la toma de pastillas tiene un componente psicológico que ayuda a que pase antes.
  • Si no se consigue controlar es bueno pedir ayuda a alguien del entorno. Lo ideal es que acompañe al paciente al médico u hospital para que corten la crisis de pánico.

Cómo prevenir las crisis de ansiedad

La ansiedad es un estado emocional que tiene tres componentes fundamentales:

  • Cognitivo. Es la percepción de una amenaza, que desencadena el resto de las respuestas. Incluye la parte emocional, que hace que la experiencia resulte desagradable.
  • Fisiológico. Es la respuesta de nuestro organismo para poder hacer frente a esa percepción de amenaza.
  • Conductual. Las acciones que se realizan cuando todo pasa.

El tratamiento psicológico de la ansiedad debe tomar en cuenta estos tres componentes para ayudar a la persona a recuperar el equilibrio.

  • En el plano cognitivo se sabe que no hay un peligro real, aunque el cerebro lo detecte como tal. En este sentido es importante reconocer dónde está el error en el pensamiento, con el fin de corregirlo.
  • A nivel fisiológico se deben aprender estrategias para disminuir la activación del sistema nervioso simpático. Se consigue con técnicas de respiración, relajación y autocontrol.
  • No se deben evitar las situaciones que provocan ansiedad, porque impiden desarrollar mecanismos eficaces para hacerles frente. Para superar el miedo hay que enfrentarse a él, aunque de manera progresiva, poco a poco.

Llevar los miedos a la realidad

Una buena terapia consiste en afrontar las situaciones que producen ansiedad o pánico, en la vida real. Pero hay veces que no es posible y se utilizan otras técnicas, como la imaginación o la realidad virtual. Generalmente ofrecen unos resultados excelentes y son un paso previo a la exposición real.

En España un estudio muestra que en 2018 el 96% de los españoles ha sentido estrés o ansiedad durante el último año. De ellos, cuatro de cada 10 lo sufren de manera continuada. Si tienes problemas de ansiedad debes buscar ayuda en un profesional de la salud mental para que te ayude a superarlo. En SaludOnNet ponemos a tu disposición un elenco de profesionales dispuestos a ayudarte.

¿El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) tiene cura?

El trastorno obsesivo compulsivo o TOC es un tipo de trastorno de ansiedad que se caracteriza por obsesiones y compulsiones. En primer lugar, aparecen pensamientos intrusivos e imágenes percibidas como molestas, recurrentes y persistentes que producen inquietud, temor o preocupación y generan malestar. Estas ideas van ligadas a conductas repetitivas que se llaman compulsiones, que se llevan a cabo para reducir la ansiedad que ha creado la obsesión y aliviar el malestar.

Un millón de personas en España

Este trastorno afecta a un 2% de la población y en España lo sufren cerca de un millón de personas. Al no ser una enfermedad no se puede hablar de cura; sin embargo, es un trastorno que sí tiene tratamiento.

Un 25% de los casos de trastorno obsesivo compulsivo aparece antes de los 14 años. No obstante, la edad media está en los 20 años, siendo raro que se presente pasados los 35 años. Quienes tienen un familiar con TOC tienen el doble de riesgo a desarrollarlo.

No existen unos elementos determinados que puedan desencadenar la aparición de un TOC, pero si algunos factores que pudieran estar asociados. Serían:

  • Existencia de una afectividad negativa durante la infancia.
  • Antecedentes de maltrato o abuso en la niñez.
  • Haber sufrido durante la infancia una infección por estreptococo (no tan frecuente).

Tipos de obsesiones y compulsiones

El TOC se caracteriza por la aparición de obsesiones y compulsiones.

  • Obsesiones. Son pensamientos recurrentes que la propia persona sabe que no tienen sentido, pero que producen ansiedad, culpa o pánico. Los principales son:
    • Miedo a contaminarse (tocando la mano de alguien, sustancias…).
    • Dudas repetidas (si se ha cerrado el gas, la puerta…).
    • Temor a provocar daño a familiares o amigos o a que les pase algo malo.
    • Aparición de ideas agresivas o de contenido sexual.
    • Ser demasiado escrupuloso o excesivamente religioso.
    • Tener pensamientos prohibidos o blasfemos.
    • Necesidad constante de que todo sea simétrico o esté ordenado.  
  • Compulsiones. Son conductas repetitivas que la persona realiza con el fin de neutralizar de algún modo el malestar que las obsesiones le provocan. Así se explica en el trabajo Trastorno obsesivo compulsivo, escrito por el profesor Arturo Bados, de la Facultad de Psicología de la Universidad de Barcelona. Pueden producirse en el plano conductual, siendo conductas repetidas, o ideas e imágenes que intentan aliviar el malestar. Algunas son:
    • Lavarse constantemente.
    • Contar los objetos o hasta un determinado número.
    • Repetir una acción y no parar hasta que la persona crea que está bien hecha.
    • Ordenar.
    • Asegurarse de haber cerrado la puerta, el agua…etc.
    • Acumular y no poder tirar nada.
    • Rezar durante mucho tiempo.

El ciclo del TOC

El TOC puede tener un impacto en la vida de la persona muy alto. Este es uno de los motivos por los que la Organización Mundial de la Salud lo ha incluido entre las 10 enfermedades psiquiátricas más incapacitantes.

El trastorno obsesivo compulsivo tiene diferentes fases diferenciadas.

  1. Obsesión.  Pensamiento no deseado que crea angustia y se repite.
  2. Ansiedad. Sensación de angustia, miedo, preocupación que obliga a reaccionar.
  3. Compulsión. Comportamiento repetitivo o acto mental que busca reducir la ansiedad relacionada con las obsesiones.
  4. Alivio. Suele ser temporal.

Tratamiento del TOC

Muchas personas con TOC deciden ignorar este trastorno o no hablar de ello por culpa o vergüenza. Pero eso conlleva al tabú, al aislamiento y lo que es peor, a la falta de un diagnóstico y de las herramientas necesarias para superarlo. En España se calcula que un paciente con trastorno obsesivo compulsivo tarda de media más de 7 años en pedir ayuda profesional por miedo a ser rechazado.

Para que un tratamiento sea exitoso al 100% debe combinarse terapia farmacológica y psicológica, según señala la psiquiatra Sonia Kodysz en un trabajo sobre este trastorno. El tratamiento más eficaz es la terapia cognitivo conductual. En la parte conductual se tratan las compulsiones y en la cognitiva, la del pensamiento, se trabaja para que la persona no analice todo.

Con el tratamiento adecuado las tasas de mejoría clínica se encuentran en torno al 80%. Así, se puede decir que es posible vivir y ser feliz con TOC. No obstante, no hay que confundir este trastorno con tener obsesiones o compulsiones leves que no provocan angustia, están controladas y no interfieren en el día a día de las personas.

Si crees que tienes un trastorno obsesivo compulsivo es importante que acudas al médico para que realice un diagnóstico de tu problema y te oriente de la mejor forma. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte, sin esperas y con total confianza.

¿Ayuda la melatonina a conciliar el sueño?

La melatonina es una hormona que se libera en nuestro cuerpo, que tiene como función principal la regulación del sueño. Se produce de manera natural, principalmente en la glándula pineal, situada en el centro del cerebro, pero también en la retina, la piel, el cerebelo o la médula ósea.

¿Cómo funciona esta hormona?

La tasa de secreción de melatonina varía con la edad y los ritmos circadianos, es decir que no solo se modifica con el paso de los años, sino a lo largo de cada día. Comienza a liberarse a los 3 o 4 meses de vida de los bebés y alcanza su pico máximo con 8 o 10 años. En la pubertad empieza el descenso, hasta llegar a sus niveles mínimos a partir de los 70 años. Asimismo, durante un día la liberación se inicia en torno a las 8 o 10 de la noche, con el atardecer, y alcanza la cumbre entre las 12 de noche y las 3 de la madrugada.

La melatonina es la hormona que hace que una persona tenga sueño y duerma durante toda la noche. Por el día no se sintetiza, para evitar la somnolencia diurna. Sin embargo, la inhibición de la síntesis de melatonina aumenta mucho con la exposición a la luz artificial de pantallas como teléfonos, televisores o tablets. Las personas que se exponen a la luz azul durante la noche pueden necesitar suplementos de melatonina para conciliar el sueño o evitar que disminuya su calidad y cantidad.

Suplementos de melatonina

Los suplementos de melatonina se utilizan para reducir el tiempo que una persona tarda en dormirse y para evitar que los patrones de sueño se alteren, con despertares nocturnos. Cuidando el cuerpo descansa  mejora la salud y se evita el envejecimiento prematuro.

Existen dos tipos de suplementos de melatonina que se utilizan para regular el ciclo sueño – vigilia, los de liberación inmediata y los de liberación prolongada. Con los primeros se consigue inducir el sueño de manera rápida, pero se ha comprobado que pueden conseguir un efecto contrario, haciendo que los receptores de melanina dejen de ser sensibles y no logren el efecto buscado.

En los suplementos de melatonina de liberación prolongada el punto máximo de absorción se consigue entre los 90 y los 200 minutos, con una vida media de 3 o 4 horas. Esta melatonina es muy similar a la que el cuerpo libera, por lo que es la más recomendada.

Lo ideal es tomar los suplementos entre 30 y 60 minutos antes de dormir. Las dosis más frecuentes están entre 0,5 y 5 mg diarios, empezando siempre por la mínima efectiva.

Otros beneficios de la melatonina

La melatonina no produce efectos secundarios y ofrece resultados muy positivos en personas con insomnio. Pero también tiene otras funciones destacadas, además de la regulación del sueño.

  • Estimula la producción de hormona del crecimiento.
  • Puede ayudar a reducir los síntomas que provocan las migrañas y cefaleas.
  • Mejora el funcionamiento de la tiroides.
  • Aumenta la fertilidad.
  • Ejerce de antioxidante muy potente con efectos neuroprotectores.
  • Tiene propiedades antiinflamatorias y reduce los síntomas de la menstruación y los asociados a la menopausia.

Cómo mejora la calidad del sueño

En niños y adolescentes los problemas de sueño se tratan con terapia cognitiva conductual. No obstante, si se utiliza alguna medicación, se opta siempre por la melatonina, tal y como se explica en el artículo Consenso sobre el uso de melatonina en niños y adolescentes con dificultades para iniciar el sueño.

Asimismo, se ha comprobado que en los adultos la melatonina tiene efectos óptimos sobre la calidad y cantidad del sueño. También es beneficiosa en pacientes con patologías psiquiátricas como la depresión o la ansiedad, neurológicas, neurodegenerativas como el alzheimer o el parkinson, o en aquellas que padecen dolor crónico.

Además de la toma de suplementos, es muy importante tener una rutina diaria de sueño. Lo recomendable es:

  • Evitar el uso de cualquier tipo de pantalla dos horas antes de dormir.
  • Descansar en una habitación con poca luz.
  • Mantener los mismos horarios cada día.
  • No tomar alcohol ni cafeína.
  • Optar por alimentos que proporcionan melatonina como el tomate, las nueces, las fresas, las cerezas, la cebada, el centeno y el aceite de oliva.

Si tienes problemas de sueño es importante que acudas al médico para que te ayude a tener un buen descanso. En SaludOnNet contamos con especialistas expertos en insomnio, que te ayudarán a recuperar el sueño.

¿Qué es la bulimia, a quién afecta y cómo se trata?

La bulimia nerviosa es un trastorno alimentario que se caracteriza por la presencia de atracones, es decir por ingerir grandes cantidades de comida en poco tiempo. Esta forma de comer, con episodios de ingestas voraces en secreto, se produce en situaciones en las que la persona experimenta un gran descontrol. Tras el atracón viene la culpa, la persona se siente mal e intenta compensar los efectos de la ingesta desmedida con vómitos que se provoca, toma de laxantes o aumento de la actividad física.

Atracones de alimentos prohibidos

La bulimia es una enfermedad que experimenta entre el 2% y el 4% de la población juvenil, tal y como indican en el artículo Trastornos del comportamiento alimentario: Anorexia nerviosa y bulimia nerviosa, publicado por la Asociación Española de Pediatría. De este porcentaje, el 90% son mujeres frente a un 10% de hombres. Esto se debe a que existe mayor presión en la sociedad actual para que las mujeres estén delgadas. La edad media de aparición de esta patología se encuentra en los 17 años y, por lo general, afecta a personas que tienen un peso normal.

Según señalan los pacientes que padecen esta enfermedad, no pueden evitar los episodios de atracones, en los que comen aquellos alimentos prohibidos como los hidratos de carbono y las grasas. Y lo hacen de manera desproporcionada, con mucha ansiedad, dando bocados grandes y sin masticar prácticamente.

Después la ingesta voraz viene la conducta compensatoria, puesto que la persona que tiene bulimia quiere estar delgada. Padece un grado de culpa y ansiedad tan grande por el miedo a engordar, que necesita hacer algo para quitarse esa comida de encima. Por eso es frecuente que estas personas, inmediatamente después de comer, vayan al baño.

Estrategias que usan para compensar las ingestas

Los ciclos de bulimia nerviosa se alternan con ciclos de restricción alimentaria, lo que fomenta nuevas panzadas, porque el organismo tiene hambre. En este sentido las situaciones que desencadenan los atracones son el hambre y un bajo estado de ánimo (las persona se siente sola, aburrida, deprimida o enfadada).

Las principales estrategias que utilizan son:

  • Vómito. Consideran que pueden comer todo lo que quieran porque después lo van a vomitar y es como si no hubiesen comido. Por este motivo entran en un bucle de atracones y vómitos. Pero no hay que olvidar que los vómitos afectan al organismo, tanto física como psicológicamente, de manera muy grave.
  • Consumo exagerado de laxantes y diuréticos para evacuar todos los alimentos ingeridos.
  •  Práctica del ejercicio físico excesiva para compensar los efectos de la comida.
  • Ayuno.

Causas de la bulimia

Al igual que quien padece anorexia, las personas bulímicas tiene una distorsión de su imagen corporal. Es decir, cuando se miran en un espejo no se ven tal y como son, sino que ven aumentadas las partes de su cuerpo que les producen más complejo, como la tripa o los muslos.  

Además, los bulímicos no solo tiene problemas con la comida, muchas veces presentan otras conductas llamativas. Así, estas personas puede que se autolesionen o que cambian continuamente de trabajo. También pueden influir otros factores como el traslado de domicilio, el divorcio de los padres o la ruptura con la pareja.

Las principales causas de la bulimia son:

  • Factores genéticos.
  • Querer estar delgado.
  • Estar insatisfecho con el cuerpo.
  • Haber padecido obesidad en la infancia.
  • Tener una baja autoestima.
  • Ser perfeccionista.

Consecuencias de la bulimia

Las consecuencias de esta enfermedad pueden ser muy graves. Se pueden dividir en función de la parte a la que afecten.

  • A nivel psicológico. Produce emociones como apatía, fatiga, tristeza, ansiedad o sentimiento de culpa. Asimismo, disminuye el rendimiento laboral o escolar. Es frecuente que aparezca la depresión, que la persona tenga constantes cambios de ánimo y que exista una distorsión de la imagen corporal por el miedo a engordar.
  • A nivel fisiológico. Algunos de los problemas que aparecen son:
    •  Las glándulas que hay debajo de la mandíbula se inflaman a consecuencia de los vómitos.
    • Aparece fatiga y sudoración fría, debido al rápido cambio de nivel de azúcar en la sangre.
    • Es frecuente tener anemia.
    • Alteraciones cardiovasculares graves.
    • Movimientos irregulares del corazón.
    • Aparición de problemas dentales.
    • Dilatación abdominal.
    • Problemas renales.
    • Cambio de apariencia, con ruptura de vasos en la cara, piel seca y pelo muy frágil.
  • A nivel social. Como la persona se ve gorda evita las relaciones sociales y se aísla.
  • A nivel familiar. Aparecen los problemas con los progenitores, sobre todo con quien se encarga de hacer la comida. Son habituales las discusiones y las mentiras.

Tratamiento de este trastorno de alimentación

El tratamiento de la bulimia debe ser multidisciplinar, con especialistas en diferentes ámbitos, sobre todo el psicológico y el nutricional. La terapia cognitivo conductual, dirigida a cambiar pensamientos, actitudes, sentimientos y conductas, es una de las más utilizadas para este trastorno.

Es difícil que una persona con bulimia pueda recuperarse sin la ayuda de un profesional. El tratamiento debe ir dirigido a interrumpir el ciclo de atracones-purgas, así como de identificar y modificar las creencias inadecuadas sobre el peso, el cuerpo y la dieta.

Cómo prevenir la bulimia

Una persona con bulimia puede llegar a consumir 3400 calorías en poco más de una hora. Es una cantidad considerable de comida, por lo que es fundamental prestar atención a cualquier conducta extraña. Así, es importante preocuparse cuando desaparecen de grandes cantidades de comida, si la persona come a escondidas o utiliza mucho el wc después de las comidas. Se recomienda:

  • No hacer dietas sin el consejo de un médico.
  • Aceptar el cuerpo tal y como es.
  • Intentar hacer comidas en familia y estrechar lazos de afecto.
  • Rechazar delgadez como moda.
  • Hay que recordar que los valores humanos son más importantes.

Si presentas alguno de los síntomas o crees que algún familiar puede tener esta enfermedad, te recomendamos que acudas al médico para que te ayude a tratarla. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte, sin esperas y con el mejor trato posible.

La importancia de los cuidados paliativos

La atención a las personas enfermas que padecen una patología grave en fase avanzada y sin posibilidad de curación es muy importante en la sociedad actual. Un porcentaje elevado de población envejecida y el incremento de enfermedades oncológicas ha hecho que profesionales médicos y familiares de los pacientes centren sus esfuerzos en conseguir que el enfermo tenga una buena calidad de vida hasta el final de sus días.

Tipos de enfermos que requieren cuidados paliativos

Cuando el organismo de la persona enferma ya no responde al tratamiento médico es el momento de llevar a cabo otras acciones que le hagan más confortable su situación. Así, los cuidados paliativos buscan que el paciente sufra lo menos posible y viva de la mejor forma hasta el día de su muerte. Consisten en la asistencia al paciente de manera continuada por parte de un equipo de profesionales preparados y de los familiares. En este sentido, lo importante es que las necesidades del paciente queden cubiertas en todos los aspectos posibles.

Las personas que necesitan cuidados paliativos muchas veces son pacientes oncológicos pero hay otras que no, ya que no solo el cáncer es una enfermedad que en casos determinados no tiene cura. Hablamos de patologías en estado avanzado como:

  • Diferentes insuficiencias. Las principales son la cardiaca crónica, la respiratoria crónica y EPOC, la hepática y la renal.
  • Demencia en estado avanzado.
  • Esclerosis lateral amiotrófica.

Alteraciones psiquiátricas

Además de la parte física, la psicológica juega un papel destacado en este tipo de enfermos. Excepto en los casos de demencias, el paciente suele ser consciente de que su estado de salud se está deteriorando. Esto hace que puedan aparecer alteraciones como:

  • Trastorno adaptativo. Suele predominar un sentimiento depresivo o ansioso o ambos a la vez. En los pacientes oncológicos suele aparecer cuando han pasado tres meses del inicio del tratamiento.
  • Ansiedad. Surge como miedos a diferentes situaciones: morir, sufrir, no poder valerse por sí mismo…etc. En estos casos es frecuente que los médicos indiquen la toma de benzodiacepinas (lorazepam, alprazolam, diazepam…).
  • Depresión. En enfermos con cuidados paliativos se recomienda prestar atención a posibles signos que hablen de una depresión como la tristeza, el cambio brusco de peso, la fatiga o la falta de energía progresiva. En estos casos los especialistas indican la toma de medicación antidepresiva.
  • Insomnio. Hay que facilitar que el paciente descanse por la noche. Esto mejorará su ánimo y le ayudará a controlar el dolor. Descansar bien también aumenta la sensación de bienestar.
  • Delirios. Este cuadro psiquiátrico se produce cuando el enfermo se encuentra ya en una fase terminal. Es un mal signo, que anuncia un pronóstico desfavorable.

40 millones de personas en el mundo

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) los cuidados paliativos son el cuidado total y activo de los pacientes cuya enfermedad no responde a tratamiento curativo. Son fundamentales algunos aspectos como el control del dolor y otros síntomas y  también sus problemas psicológicos, sociales y espirituales. Por eso, el objetivo de los cuidados paliativos es alcanzar la mejor calidad de vida para el paciente y su familia. Cada año 40 millones de personas los necesita.

Si tienes un familiar que requiere este tipo de cuidados debes estar tranquilo al saber que será un equipo de profesionales el que se encargue de este cometido. Aún así, es probable que puedas necesitas ayuda psiquiátrica y psicológica para sobrellevarlo. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte.  

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