Episiotomía: qué es y cómo prevenirla

La episiotomía es un procedimiento quirúrgico que se realiza durante el parto vaginal para ampliar la abertura vaginal y facilitar el paso del bebé. Aunque ha sido una práctica común en muchos países durante décadas, en los últimos años ha habido un debate sobre su necesidad y sus posibles riesgos.

¿Qué es la episiotomía?

La episiotomía es una incisión quirúrgica realizada en el perineo, el área entre la vagina y el ano de una mujer, durante el parto vaginal. Se utiliza para ensanchar la abertura vaginal y permitir que el bebé salga más fácilmente. Durante el procedimiento, se usa un bisturí o unas tijeras para realizar una incisión controlada en el tejido del perineo.

Este procedimiento se ha asociado tradicionalmente con la facilitación del parto y la prevención de desgarros más graves. Sin embargo, en los últimos años ha habido un aumento en la evidencia científica que sugiere que la episiotomía rutinaria puede no ser beneficiosa y que en realidad puede tener riesgos asociados.

¿Cuándo se realiza una episiotomía?

La episiotomía solía ser una práctica habitual durante el parto vaginal, especialmente en casos en los que se consideraba que el bebé necesitaba salir rápidamente o cuando se pensaba que la madre no tenía suficiente elasticidad vaginal. Sin embargo, en los últimos años, las pautas médicas han cambiado y se realiza de forma mucho menos frecuente.

Ahora suele reservarse para situaciones en las que el bebé está en peligro o cuando se necesita un parto rápido debido a complicaciones médicas. Algunos ejemplos de estas situaciones pueden ser:

  • Distocia de hombros: cuando los hombros del bebé quedan atrapados detrás del hueso púbico de la madre.
  • Frecuencia cardíaca fetal anormal: si el médico detecta que el bebé muestra signos de estrés durante el parto.
  • Parto instrumental: cuando se utilizan fórceps o ventosas para ayudar al bebé a salir.

¿Cómo se cura una episiotomía?

Después de realizar la episiotomía, se cose el corte con puntos de sutura absorbibles. Estos puntos se disuelven por sí solos con el tiempo, lo que significa que no es necesario removerlos. Durante el proceso de curación, es importante mantener una buena higiene personal en el área y cambiar regularmente las compresas o apósitos.

Es normal que se experimente dolor, inflamación e incluso hematomas en el área durante los primeros días después de la cirugía. Para aliviar el malestar, se pueden usar analgésicos recetados por el médico, aplicar compresas frías en el área o sentarse en baños tibios de agua con sal.

¿Cuánto dura la recuperación?

La duración exacta de la recuperación de una episiotomía puede variar de una mujer a otra. En general, la curación completa puede tardar entre tres y cuatro semanas. Durante este tiempo, es importante evitar actividades físicas extenuantes, levantar objetos pesados y tener relaciones sexuales hasta que el médico lo autorice.

Es crucial mencionar que la recuperación varía de persona a persona, y algunas mujeres pueden requerir más tiempo para sanar completamente. Si experimentas complicaciones como fiebre persistente, enrojecimiento severo o secreción maloliente del área de la episiotomía, debes comunicarte de inmediato con tu médico.

Posibles efectos secundarios y complicaciones

Aunque la episiotomía es un procedimiento común y seguro cuando se realiza correctamente, no está exenta de posibles efectos secundarios y complicaciones. Algunas de las complicaciones más comunes incluyen:

  • Infección. El corte puede infectarse si no se mantiene una buena higiene o si no se cuida adecuadamente.
  • Dolor crónico. Algunas mujeres pueden experimentar dolor prolongado en el área de la episiotomía después de que haya sanado.
  • Desgarros. Aunque la episiotomía se realiza para evitar desgarros graves, existe la posibilidad de que ocurran desgarros adicionales durante el parto.
  • Problemas sexuales. Algunas mujeres pueden experimentar malestar o dolor durante las relaciones sexuales después de una episiotomía.

Prevención de la episiotomía

Actualmente muchas mujeres buscan formas de prevenir la episiotomía innecesaria. No obstante, es importante señalar que la decisión de realizarla o no debe ser tomada por el personal médico en función de las circunstancias individuales de cada parto.

Sin embargo, existen algunas medidas que pueden ayudar a reducir la probabilidad de necesitar una episiotomía:

  • Preparación física durante el embarazo: Realizar ejercicios específicos para fortalecer los músculos del suelo pélvico puede ayudar a aumentar su elasticidad y resistencia. El entrenamiento regular con ejercicios de Kegel, por ejemplo, puede fortalecer los músculos del perineo y mejorar la capacidad de relajación durante el parto.
  • Técnicas de respiración y relajación. Aprender técnicas de respiración profunda y relajación puede ayudar a controlar el dolor y facilitar el proceso del parto. Estas técnicas pueden contribuir a relajar los músculos del perineo y disminuir la tensión en esa área, reduciendo así la necesidad de una episiotomía.
  • Masaje perineal. Realizar masajes regulares en el área del perineo durante las últimas semanas del embarazo puede ayudar a preparar los tejidos para el estiramiento durante el parto. Estudios han mostrado que el masaje perineal reduce el riesgo de desgarros graves y la necesidad de una episiotomía.
  • Posiciones durante el parto. La elección de la posición más adecuada para dar a luz también puede influir en la probabilidad de necesitar una episiotomía. Algunas posiciones, como dar a luz en cuclillas o en posición vertical, pueden permitir una apertura más amplia de la pelvis y un mejor control del parto, disminuyendo así la necesidad de una episiotomía.
  • Apoyo durante el trabajo de parto. Contar con un equipo de atención médica y de apoyo que respete las preferencias de la mujer y brinde un ambiente tranquilo y seguro durante el trabajo de parto puede ser fundamental para evitar intervenciones innecesarias. Un entorno de confianza y respeto favorece la relajación y el control del dolor, lo cual puede reducir la necesidad de una episiotomía.

Alternativas a la episiotomía

Afortunadamente, en muchos casos, se puede evitar utilizando otras técnicas y medidas preventivas durante el parto, como el masaje perineal o las diferentes posiciones de parto. Otras son:  

  • Compresas calientes. Aplicar compresas calientes en el perineo antes del parto puede ayudar a relajar los tejidos y hacerlos más elásticos.
  • Control de la velocidad del parto. Permitir que el parto avance de forma más natural y gradual, sin forzar la salida del bebé.

Si bien es importante tener en cuenta estas estrategias para prevenir la episiotomía, es fundamental recordar que cada embarazo y parto son únicos. Es esencial discutir cualquier preocupación o preferencia con el ginecólogo, para tomar la mejor decisión en cada caso particular. En SaludOnNet contamos con médicos especializados en partos que pueden ayudarte. Entra en nuestro portal y pide cita de forma fácil y sin esperas.

Síntomas que avisan de la llegada de la menopausia

La menopausia es un proceso natural que ocurre en la vida de todas las mujeres y trae consigo una serie de cambios físicos y emocionales. Es un momento de transición en el que los ovarios dejan de producir hormonas, lo que da lugar a cambios físicos y emocionales. La llegada puede variar en cada mujer, pero en general ocurre entre los 45 y 55 años.

Sofocos y sudoración nocturna

Uno de los síntomas más conocidos de la menopausia son los sofocos. Son episodios de calor repentino, que pueden ir acompañados de sudoración excesiva y enrojecimiento de la piel, especialmente en la zona del cuello, el pecho y el rostro. Pueden ser más frecuentes en la noche, lo que lleva a las mujeres a despertarse empapadas en sudor.

Su duración se extiende desde unos pocos segundos hasta varios minutos, y tienden a ser más intensos durante la noche, lo que provoca la sudoración nocturna.

Estos síntomas afectan aproximadamente al 75% de las mujeres durante esa etapa de sus vidas. La causa exacta no se conoce con certeza, pero se cree que están relacionados con los cambios hormonales, en particular la disminución de los niveles de estrógeno.

Los sofocos y la sudoración nocturna pueden ser muy incómodos, interfiriendo con el sueño y afectando la calidad de vida en general. Además, estos síntomas varían en intensidad y duración de una mujer a otra, lo que hace que su manejo sea individualizado.

Tratamiento de los sofocos

Existen diversas estrategias para aliviar estos síntomas. Algunas son:

  • Cambios en el estilo de vida. Se deben evitar los desencadenantes conocidos, como el consumo de alcohol o comidas picantes.
  • Usar ropa ligera y mantener ambientes frescos y bien ventilados.
  • Terapia hormonal. La terapia hormonal sustitutiva (THS) es una opción ampliamente utilizada, que implica la administración de hormonas sintéticas que reemplazan a las que disminuyen durante la menopausia. Sin embargo, hay ciertos riesgos asociados con la THS por lo que es importante que las mujeres hablen con su médico antes de considerar esta opción y evalúen cuidadosamente los beneficios y riesgos potenciales.
  • Medicamentos no hormonales específicos. Existen diversas opciones que han demostrado eficacia en estudios clínicos. Algunos de ellos incluyen los antidepresivos selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), los agonistas de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) y los inhibidores selectivos de la recaptación de norepinefrina y dopamina (IRND).
  • Terapias complementarias y alternativas como la acupuntura, la fitoterapia y la práctica de técnicas de relajación y manejo del estrés. Su eficacia no está respaldada por evidencia científica sólida, por lo que se recomienda hablar con un médico previamente.

Cambios en el ciclo menstrual

Antes de la menopausia las mujeres experimentan un patrón menstrual regular que normalmente dura alrededor de 28 días. Sin embargo, durante la transición, los ciclos menstruales pueden volverse irregulares. Esto significa que la duración y la cantidad de sangrado pueden variar de un mes a otro.

Inicialmente, es común que los ciclos menstruales se acorten, es decir, que ocurran con mayor frecuencia. Esto se debe a que los ovarios comienzan a producir menos estrógeno, lo que afecta directamente la producción de hormonas que regulan el ciclo menstrual. Con el tiempo, pueden volverse más largos antes de que la menstruación finalmente se detenga por completo.

Causas de los cambios en el ciclo menstrual

Los cambios se producen por la disminución de los niveles hormonales en el cuerpo. A medida que las mujeres envejecen, los ovarios producen menos estrógeno y progesterona, las hormonas responsables de regular el ciclo menstrual. Esta disminución hormonal puede generar cambios en la menstruación.

Además, otros factores pueden influir como el estrés, la dieta, el ejercicio, el uso de ciertos medicamentos y condiciones de salud subyacentes. Si bien no son la causa principal de los cambios menstruales en esta época, pueden contribuir a su intensidad y duración.

Manejo de los cambios en el ciclo menstrual

El manejo de los cambios en el ciclo menstrual puede variar según cada mujer. Algunas pueden experimentar síntomas leves y no requerir ningún tratamiento en particular. Sin embargo, para aquellas que tienen síntomas más intensos que afectan su calidad de vida, existen diferentes opciones de tratamiento disponibles.

El uso de terapia hormonal es una opción común para aliviar los cambios en el ciclo menstrual. Otras opciones incluyen el uso de anticonceptivos orales, que pueden regular los ciclos menstruales y aliviar los síntomas asociados, así como la toma de suplementos herbarios, cambios en la dieta y estilo de vida, y terapias alternativas como la acupuntura y la medicina herbal.

Sequedad vaginal y molestias durante las relaciones sexuales

La disminución de los niveles de estrógeno durante la menopausia puede causar sequedad vaginal y molestias durante las relaciones sexuales. La disminución de la lubricación vaginal puede hacer que las relaciones sean incómodas o dolorosas. Sin suficiente lubricación, las paredes vaginales pueden volverse delgadas, sensibles e irritadas, lo que puede causar dolor o molestias durante el acto sexual.

Además de la sequedad vaginal, también pueden presentarse otras molestias. Estas incluyen dolor, ardor o picazón en la zona genital, así como una sensación de estrechez o dificultad para penetrar. Estos síntomas pueden tener un impacto significativo en la vida sexual de una mujer, llevando incluso a la disminución del deseo sexual y al malestar emocional.

Es importante destacar que no son síntomas exclusivos de este periodo. Pueden estar presentes en otras etapas de la vida de una mujer, como el posparto o en cualquier momento en el que se produzcan cambios hormonales. Sin embargo, durante la menopausia, la falta de estrógeno es la principal causa.

Tratamiento de la sequedad

Una de las opciones más comunes son los lubricantes vaginales o los geles hidratantes. Estos productos proporcionan una lubricación adicional y pueden ser aplicados antes de las relaciones sexuales para reducir la fricción y el malestar.

Otra opción de tratamiento son los estrógenos tópicos, que se aplican directamente en la vagina. Ayudan a restaurar la lubricación y la elasticidad vaginal, aliviando así los síntomas de sequedad y molestias durante el acto sexual.

Además de los tratamientos médicos, existen algunos cambios de estilo de vida que pueden ayudar a aliviar los síntomas de sequedad vaginal y molestias durante las relaciones sexuales. Algunos ejemplos son:

  • Evitar el uso de jabones o duchas vaginales perfumadas, ya que pueden irritar aún más la zona genital.
  • Mantener una buena higiene íntima.
  • Utilizar ropa interior de algodón también puede ser beneficioso.

Cambios en el estado de ánimo

La disminución de los niveles de estrógeno y progesterona puede afectar la producción de neurotransmisores en el cerebro. Estos neurotransmisores, como la serotonina, están directamente relacionados con el estado de ánimo y la sensación de bienestar. Por lo tanto, la fluctuación hormonal puede tener un impacto directo en la estabilidad emocional de las mujeres en esta etapa.

Hay estudios que certifican que el 40% de las mujeres experimentan cambios significativos en su estado de ánimo durante la menopausia. Pueden incluir síntomas como la irritabilidad, la tristeza, la ansiedad e incluso la depresión.

Hay que destacar que no todas las mujeres experimentan los mismos síntomas ni en la misma intensidad. Algunas pueden tener solo cambios leves y transitorios en el estado de ánimo, mientras que otras pueden sufrir síntomas más graves que afectan su calidad de vida.

Si bien son comunes, es fundamental distinguirlos de los síntomas de la depresión. La depresión es una enfermedad mental seria que requiere tratamiento médico, y no debe atribuirse automáticamente a la menopausia. Si los síntomas son persistentes y afectan significativamente la vida diaria de una mujer, es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.

Manejo de los cambios de estado

Existen diversas maneras de lidiar con los cambios en el estado de ánimo durante la menopausia. Algunos enfoques incluyen:

  • Terapia hormonal.  
  • Terapia cognitivo-conductual. Se centra en identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos y desarrollar habilidades de afrontamiento más efectivas.
  • Estilo de vida saludable. Incluye hacer ejercicio regularmente, mantener una dieta equilibrada, dormir lo suficiente y buscar actividades de relajación y manejo del estrés, como la meditación o el yoga.

En definitiva, los síntomas de la menopausia pueden ser gestionados y aliviados a través de diferentes estrategias. Consultar a un ginecólogo para recibir un diagnóstico y asesoramiento adecuado es fundamental para obtener el mejor tratamiento posible. Además, es esencial recordar que cada mujer es única y experimentará la menopausia de manera diferente. Con el apoyo adecuado y la información correcta, puede afrontar esta transición de manera positiva y disfrutar de una vida plena y saludable.

Si estás buscando un ginecólogo o ginecóloga para que te oriente sobre tus síntomas de menopausia te invitamos a que conozcas SaludOnNet . En nuestro portal podrás encontrar profesionales que te ayudarán a llevar mejor los cambios que estás teniendo.  

Amenorrea: qué hacer si no me baja la regla

La menstruación es un proceso natural que experimentan las mujeres en edad fértil como parte de su ciclo reproductivo. Consiste en la eliminación de una pequeña cantidad de sangre y tejido uterino a lo largo de un ciclo menstrual. Este proceso ocurre aproximadamente una vez al mes y es parte del sistema reproductivo femenino. 

Durante la menstruación, el revestimiento del útero se descompone y se elimina a través de la vagina, junto con un flujo de sangre menstrual. Suele durar de 3 a 7 días y es una parte normal y saludable de la vida de las mujeres en edad fértil.

Sin embargo, hay ocasiones en las que la regla no llega y esto puede generar preocupación e incertidumbre. 

¿Qué es la amenorrea?

Se define como la ausencia de menstruación durante un período de tiempo prolongado. Existen dos tipos principales: 

  • Amenorrea primaria. Se refiere a la falta de aparición de la primera menstruación en adolescentes mayores de 15 años. Aunque en algunos casos puede ser normal debido a factores genéticos u hormonales, siempre se recomienda consultar a un ginecólogo para descartar cualquier problema que pueda existir.
  • Amenorrea secundaria. Hace referencia a la interrupción de la menstruación por un período de al menos tres meses en mujeres que previamente tenían ciclos menstruales regulares. Esta condición puede ocurrir en cualquier edad fértil y puede estar provocada por diversas causas.

Causas de la amenorrea

Las causas son variadas y pueden estar relacionadas con factores físicos, hormonales o emocionales. Aunque está explicado de manera más extensa en el artículo¿Por qué no me baja la regla? Conoce los 7 motivos, las principales causas incluyen:

  • Amenorrea por tiroides, a causa de trastornos de la glándula tiroidea. 
  • Desequilibrios hormonales.
  • Estrés crónico. 
  • Síndrome de ovario poliquístico. 
  • Trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia. 
  • Pérdida excesiva de peso. 

Amenorrea en deportistas

La amenorrea en deportistas es un fenómeno común que se caracteriza por la ausencia de regla en mujeres que practican actividad física intensa. Afecta tanto a atletas de élite como a mujeres que realizan ejercicio de alta intensidad de forma regular.

Puede ser el resultado de una combinación de factores físicos y hormonales. El ejercicio intenso y prolongado puede afectar los niveles hormonales, particularmente la disminución de los niveles de estrógeno, una hormona clave en el ciclo menstrual. Además, una disminución en la grasa corporal debido a una mayor demanda de energía para el ejercicio puede alterar la regulación hormonal y suprimir la ovulación y el periodo.

Esta afección no sólo es preocupante desde el punto de vista reproductivo, sino que también puede tener consecuencias negativas para la salud en general. Para evitarla se recomienda mantener un equilibrio entre el ejercicio y la ingesta calórica adecuada para asegurar un nivel de grasa corporal saludable. También es importante tener períodos de descanso adecuados para permitir la recuperación y restaurar los niveles hormonales. Asimismo, es fundamental contar con un plan de entrenamiento y una alimentación adecuada supervisados por profesionales en el tema.

Síntomas de la amenorrea

Los síntomas pueden variar dependiendo de la causa subyacente, pero es importante tener en cuenta que la ausencia de menstruación no es en sí misma un síntoma negativo. Sin embargo, cuando se experimentan otros cambios, es importante acudir al médico.

  • En el caso de la amenorrea primaria, donde la menstruación nunca ha comenzado, los síntomas pueden incluir: 
  • Desarrollo sexual anormal. 
  • Falta de crecimiento mamario. 
  • Síntomas de deficiencia hormonal, como la falta de vello púbico y axilar.
  • En la amenorrea secundaria, donde el periodo ha cesado después de un período regular, los síntomas pueden variar según la causa.  Algunos síntomas comunes incluyen: 
  • Aumento de peso repentino. 
  • Cambios en el vello corporal. 
  • Dolor o sensibilidad en los senos. 
  • Cambios en el apetito. 
  • Variaciones en el estado de ánimo.

Diagnóstico de la amenorrea

El diagnóstico generalmente se realiza a través de una evaluación médica, que incluye la revisión de la historia clínica de la paciente, exámenes físicos y pruebas de laboratorio para evaluar los niveles hormonales y descartar posibles condiciones médicas subyacentes.

Es importante realizar un historial médico detallado y una entrevista exhaustiva con la paciente. Esto ayuda al médico a comprender los síntomas, la duración y cualquier condición médica subyacente que pueda estar relacionada. Además, se lleva a cabo un examen físico completo que incluye un chequeo de los órganos reproductivos y una evaluación de los niveles hormonales.

Una de las pruebas más comunes es el análisis de sangre para verificar los niveles hormonales. Esto generalmente implica la medición de hormonas como el estradiol, FSH (hormona folículo estimulante) y LH (hormona luteinizante). Estas pruebas pueden ayudar a determinar si la ausencia de menstruación está causada por un problema hormonal, como el síndrome de ovario poliquístico.

Además, se pueden realizar pruebas adicionales, como una ecografía ginecológica. Utiliza ondas sonoras para crear imágenes de los órganos reproductivos y puede revelar anomalías estructurales o bloqueos en el útero o las trompas de Falopio.

En algunos casos, es posible que se necesite una resonancia magnética o unatomografía computarizada para obtener una imagen más detallada del sistema reproductivo. Estos exámenes pueden ayudar a identificar tumores, quistes u otras alteraciones en los órganos reproductivos.

Tratamiento de la amenorrea

El tratamiento depende de la causa subyacente. En los casos de amenorrea por estrés simplemente el control y los cambios en los hábitos de vida pueden ser suficientes para restaurar la menstruación. Sin embargo, en otros casos, se pueden requerir tratamientos hormonales o intervenciones médicas adicionales.

Cuando está causada por desequilibrios hormonales, los médicos pueden recetar terapia hormonal para restablecer el equilibrio hormonal y regular la regla. Los medicamentos como los anticonceptivos orales y los reguladores hormonales pueden ayudar a que vuelva la regla.

Si se debe a un bajo peso o una alimentación inadecuada, es importante mejorar la nutrición y alcanzar un peso saludable. El aumento de la ingesta de calorías y la incorporación de una dieta equilibrada y rica en nutrientes pueden ayudar a restablecer el ciclo menstrual.

En algunos casos, se pueden realizar cirugías para tratar la amenorrea. Por ejemplo, si está causada por anormalidades estructurales en el útero o los ovarios, los médicos pueden realizar procedimientos quirúrgicos para corregir estas anomalías y restablecer el periodo.

Tratamientos naturales

Hay más de un tratamiento natural para la amenorrea que puede ayudar a restablecer el equilibrio hormonal y promover la regularidad del ciclo menstrual. Los principales son: 

  • Cambios en la alimentación. La deficiencia de ciertos nutrientes como el hierro y la vitamina B12, puede afectar el equilibrio hormonal y causar problemas menstruales. Por lo tanto, es importante asegurarse de incluir alimentos ricos en estos nutrientes en la dieta, como carnes magras, huevos, espinacas y legumbres.
  • Ejercicio regular. Al menos se recomienda hacer deporte 3 días a la semana. 
  • Técnicas de relajación. El estrés crónico puede afectar negativamente el equilibrio hormonal en el cuerpo y provocar trastornos menstruales. La práctica de técnicas de relajación, como el yoga, la meditación o el tai-chi, puede ayudar a reducirlo y mejorar la función hormonal.
  • Uso de hierbas medicinales. Por ejemplo, el agnocasto (vitex agnus-castus L) se ha utilizado durante siglos para regular el ciclo menstrual y tratar la falta de regla. Contiene compuestos que pueden estimular la producción de hormonas y restaurar la función hormonal normal en el cuerpo. El cohosh negro también es conocido por sus propiedades para estimular el flujo menstrual y regular el ciclo menstrual. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las hierbas medicinales pueden interactuar con otros medicamentos, por lo que es esencial consultar a un profesional de la salud antes de comenzar cualquier tratamiento.

Los tratamientos naturales pueden tardar un tiempo en mostrar resultados y no funcionan para todos. Por lo tanto, es esencial buscar la orientación de un profesional de la salud para un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento individualizado.

Consecuencias

Las posibles consecuencias de la amenorrea pueden incluir osteoporosis, infertilidad y aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares. La ausencia de periodo también puede afectar negativamente la calidad de vida y el bienestar emocional de una mujer.

Una de las primeras consecuencias es la dificultad para concebir. La falta de menstruación implica que no hay ovulación, lo que dificulta el proceso de fertilización. Esto puede ser especialmente problemático para las mujeres que desean tener hijos, ya que la falta de regla puede ser un síntoma de problemas hormonales o de salud que deben ser tratados.

Otra consecuencia importante es la pérdida de densidad ósea. La falta de hormonas reproductivas, como los estrógenos, puede llevar a la pérdida de calcio en los huesos, lo que aumenta el riesgo de desarrollar osteoporosis y fracturas óseas. Es crucial que las mujeres con este problema sean revisadas regularmente para prevenir esta complicación.

Además, no tener la regla puede tener un impacto en el equilibrio emocional de las mujeres. Al no tener menstruación, muchas mujeres experimentan cambios en el estado de ánimo, irritabilidad y depresión. También pueden presentar síntomas similares a los de la menopausia, como sofocos y problemas para dormir. Por este motivo es importante que reciban apoyo psicológico y tratamiento adecuado para manejar estos síntomas.

La amenorrea no es algo que deba ser ignorado. Por eso, si experimentas la ausencia de regla por un período prolongado, es fundamental buscar atención médica para recibir un diagnóstico preciso y recibir el tratamiento adecuado. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites, sin esperas y a unos precios muy competitivos.

Sexo en la tercera edad: salud y bienestar de los adultos mayores

A medida que las personas envejecen, es común que se piense en ellas como seres asexuados, sin interés o capacidad para disfrutar del sexo. Sin embargo, esto es un error y un estereotipo que debe ser superado. La sexualidad sigue siendo una parte importante de la vida de las personas en la tercera edad y es fundamental para su salud y bienestar general.

Sexualidad en la tercera edad

La sexualidad es un aspecto natural y humano que está presente a lo largo de la nuestra vida. No debería haber limitaciones de edad para disfrutar de una vida sexual plena y satisfactoria. Las personas mayores tienen deseos y necesidades sexuales, aunque a menudo se les niega o se les oculta este aspecto fundamental de la vida. La salud sexual es un componente crucial del bienestar emocional y físico, sin importar la edad.

Beneficios para la salud

Numerosos estudios han demostrado los beneficios que tiene el sexo en la tercera edad. Según la Asociación Americana de Personas Jubiladas, el sexo regular en adultos mayores puede:

  • Mejorar la salud cardiovascular.
  • Reducir el estrés.
  • Fortalecer el sistema inmunológico.
  • Aliviar el dolor crónico.
  • Promover la conexión emocional con la pareja.

Además, el sexo aumenta la producción de endorfinas, hormonas que contribuyen a la sensación de bienestar y felicidad.

Respuesta sexual en la tercera edad

El proceso de envejecimiento conlleva cambios físicos y hormonales que pueden afectar la respuesta sexual. Sin embargo, no significa que la capacidad de disfrutar del sexo desaparezca por completo. Estos cambios pueden variar de una persona a otra, pero con una buena comunicación y una adaptación, es posible mantener una vida sexual saludable y satisfactoria.

La importancia de la comunicación

La comunicación en la pareja es crucial para mantener una vida sexual satisfactoria a cualquier edad. En el caso de las personas mayores, puede ser la diferencia entre estar sexualmente activos y sentirse apagados o insatisfechos. Por eso es importante hablar sobre deseos, fantasías, preocupaciones y limitaciones físicas. Esta comunicación abierta y honesta ayuda a encontrar soluciones que permitan seguir disfrutando del sexo.

Superando los estigmas sociales

La sociedad tiende a invisibilizar la sexualidad en la tercera edad. Los estereotipos y los prejuicios contribuyen a la falta de información y a la negación de este aspecto vital. Es momento de superar estos estigmas y reconocer que la sexualidad no tiene fecha de caducidad. Las instituciones y programas de salud deben prestar más atención a este tema y promover la educación sexual para personas mayores.

Recomendaciones para una vida sexual saludable en la tercera edad

Algunos consejos para tener una vida plena en la que el sexo siga formando parte incluye:

  • Mantener una comunicación abierta y honesta con la pareja.
  • Visitar regularmente al médico para abordar cualquier preocupación de salud sexual.
  • Realizar actividad física regularmente para mantener el cuerpo en forma.
  • Utilizar lubricantes sexuales para combatir problemas de sequedad vaginal o disfunción eréctil.
  • Probar nuevas prácticas sexuales que se adapten a las necesidades y deseos propios.
  • No dejar que los prejuicios sociales limiten el disfrute sexual.

La sexualidad en la tercera edad es un tema que debe abordarse sin tabúes ni prejuicios. Las personas mayores tienen derecho a disfrutar de una vida sexual plena y satisfactoria, que contribuya a su bienestar físico, emocional y mental. Si quieres tener más información sobre este tema te recomendamos que acudas al ginecólogo, en el caso de las mujeres, y al urólogo, en el de los hombres. En SaludOnNet contamos con especialistas que están dispuestos a ayudarte en lo que necesites, sin esperas y con unos precios muy ajustados. Ahora puedes comprar una consulta de ginecología desde 25 euros.

¿Qué signos hacen sospechar que una mujer está embarazada?

El embarazo es una etapa muy especial en la vida de una mujer. Hay quien se queda embarazada de forma rápida y quien necesita tratamientos de fertilidad para poder ser madre. A veces sucede inesperadamente y sin que la mujer sea consciente de su estado, porque se han tenido relaciones sexuales sin protección, pero es importante reconocer los signos que presenta el cuerpo para detectarlo. Algunos son bastante típicos, mientras que otros pasan inadvertidos, pero hay que saber cuáles son para prepararse para ser una embarazada lo más saludable posible..

Por lo general, suelen comenzar mucho antes de la detección de la primera prueba de embarazo. El cuerpo empieza con el proceso de cambio desde el momento de la concepción. Pero los primeros signos aparecen cuando el embrión se ha implantado en el útero. Esto ocurre una o dos semanas después de haber mantenido las relaciones sexuales.

Los cambios incluyen variaciones en el patrón de ovulación, cambios hormonales y sensibilidad en los senos. Otros signos relacionados con el embarazo son la aparición de tripa, el aumento de los niveles de HCG, la acidez estomacal y la fatiga.

Cambios en el ciclo menstrual

El primer signo de embarazo es la falta de periodo menstrual. Es el primer cambio visible, aunque para algunas mujeres la regla sí puede venir al principio en forma de un sangrado ligero. Esto puede suceder en los primeros días de gestación y puede causar confusión, al pensar la mujer que se trata de la menstruación.

A pesar de que los síntomas pueden variar de una mujer a otra, la presencia o ausencia de sangrado menstrual puede ayudar a determinar si una mujer está embarazada.

Cambios hormonales en la embarazada

Otros signos comunes que la mujer puede sentir incluso antes de estar segura de que está embarazada son cambios en los niveles hormonales. Esto puede provocar:

  • Sensación de fatiga.
  • Aumento de la necesidad de orinar con frecuencia.
  • Aumento de la ansiedad.
  • Cambios en el estado de ánimo.
  • Mayor sensibilidad a olores y sabores que normalmente no le disgustan.

Aumento del nivel de HCG

El nivel de HCG también se considera un signo clave de embarazo. Esta hormona genera el desarrollo del feto y comienza a aumentar después de la concepción. Se considera parte del proceso de desarrollo y suele ser una señal útil para determinar si una mujer está embarazada.

La HCG se incrementa a partir del 6 del inicio del periodo menstrual. Si hay un aumento significativo en los niveles después de una semana, es un signo seguro de que es probable que esté embarazada. Se sabe si la hormona ha aumentado mediante una analítica de embarazo.

Aumento en el volumen del vientre en la embarazada

Durante el embarazo el útero incrementa su tamaño para acoger al bebé, provocando que la tripa se haga más grande. Sin embargo, este signo puede pasar desapercibido en los primeros días de gestación o si hay sobrepeso. Si la mujer siente la tripa más flácida o se ve más abombada, quizá está embarazada.

La hinchazón abdominal puede ser una señal temprana de embarazo si se siente antes del inicio del periodo menstrual. Esta manifestación afecta a la mayoría de las mujeres al igual que les ocurre con el aumento de peso. Los cambios visibles en la tripa suelen ser más notables al segundo o tercer trimestre del embarazo.

Cambios en los pechos

Al principio del embarazo los senos se hinchan y cambian de tamaño. Además, se multiplican los dolores. Esto ocurre por la aparición de mayores cantidades de estrógeno y progesterona. Además, los pezones suelen afinarse y endurecerse con la aparición del embarazo.

La sensibilidad en los senos es otra señal común. Esto se debe al aumento de la presión en los senos debido a los cambios hormonales. Puede ocurrir varias semanas antes del inicio de un periodo menstrual. El dolor es típicamente leve y no causa dificultad para respirar o para mover los hombros o el cuello.

Fatiga constante y cansancio

La fatiga suele aumentar durante el embarazo debido a que una gran cantidad de nutrientes son destinarios a la formación del feto. Por tanto, la mujer está más fatigada y somnolienta de lo habitual.

También aparece por el aumento de los niveles de progesterona en el cuerpo, lo que afecta a la energía de la mujer. Los síntomas pueden empeorar con el transcurso del embarazo y pueden provocar un letargo general. La fatiga excesiva también puede ser un signo de una próxima menstruación, por lo que, si la mujer sospecha que podría estar embarazada, es mejor realizarse una prueba para estar segura.

H2: Aumento de la temperatura corporal

Al principio de la gestación puede que la mujer sienta un cambio en el nivel corporal, con más calor. Esto se debe a la producción de estrógeno y progesterona que altera el nivel de temperatura corporal.  Esta es una señal muy sutil, pero que puede servir de referencia para sospechar de un embarazo.

Acidez estomacal en la embarazada

Se debe a los cambios en los niveles hormonales y a una mezcla de cambios químicos y metabólicos en el cuerpo. Es común durante el primer trimestre del embarazo. Algunos cambios en el estilo de vida como evitar el consumo de alimentos picantes y no tomar alimentos que puedan provocar acidez estomacal ayudan a aliviar los síntomas.

Si bien muchos de estos signos no son concluyentes, la detección temprana de los síntomas del embarazo puede ayudar a los médicos empezar con los cuidados de la madre y el bebé y también le da a la mujer tiempo suficiente para prepararse para el parto. Si crees que puedes estar embarazada te recomendamos que acudas al médico para que certifique tus sospechas. En SaludOnNet contamos con ginecólogos y obstetras con mucho prestigio que te guiarán en el embarazo de la mejor forma. Puedes comprar una consulta de ginecología desde 25€ sin esperas, y con la mejor atención

Preeclampsia: síntomas, riesgo y control

La preeclampsia es la aparición de hipertensión y proteínas en la orina (proteinuria) después de la semana 20 del embarazo. Es una enfermedad compleja que puede poner en riesgo la salud de la madre y del bebé. Pero con un diagnóstico temprano se pueden tratar adecuadamente los síntomas y hacer todo lo posible por prevenir complicaciones. 

Tipos de preeclampsia

La preeclampsia en el embarazo es una afección muy común. Se estima que esta patología afecta aproximadamente al 2-8% de los embarazos. Además, cuando una mujer ya ha tenido problemas con la presión arterial en el pasado, aumenta el riesgo de desarrollarla. 

Los médicos identifican principalmente dos tipos: 

  •  Leve. Se caracteriza por presión arterial elevada (140/90 mmHg o más) en los casos de mujeres embarazadas que nunca han tenido tensión alta. Esto se acompaña, además, de proteinuria. En casos graves, la presión arterial puede llegar a ser mucho más alta y se pueden presentar signos y síntomas adicionales, como edema, dolor de cabeza intenso, aumento de protuberancias óseas, convulsiones o enfermedad renal.
  •  Severa. La preeclampsia severa es más rara, pero suele ser más grave. Puede presentarse en cualquier momento y ser potencialmente fatal para la madre y el bebé, si no se trata de manera adecuada. Se caracteriza por presión arterial severamente elevada (160/120 mmHg o más), proteinuria grave y la presencia de síntomas adicionales tales como erupciones en la piel, cambios en el estado mental, dolores musculares, vómitos e ictericia. 

Actualmente el 75% de los casos son leves y el 25% severos. 

Causas de la preeclampsia

Muchas de las causas aún se están investigando. Sin embargo, hay algunas conocidas que pueden contribuir a la aparición de esta condición. Estas incluyen: 

  • Los vasos sanguíneos encargados de llevar la sangre a la placentason más pequeños de lo normal. 
  • Factores genéticos. Incluye un historial familiar de enfermedad y factores de riesgo hereditarios. Por ejemplo, si la madre de una mujer embarazada ha presentado esta patología, existe una mayor probabilidad de que ella también la desarrolle. Además, la edad materna más avanzada también se ha identificado como un factor de riesgo. 
  • Factores ambientales. Se ha encontrado que el humo del tabaco, la contaminación del aire, el ruido y otros factores ambientales pueden contribuir al aumento del riesgo. Además, también se sabe que el estrés y la ansiedad pueden ser factores desencadenantes.
  • Trastornos autoinmunes.
  • Cambios hormonales. Incluyen niveles anormales de estrógenos y progesterona. 

Principales síntomas

Esta enfermedad también es conocida como hipertensión gestacional. Aunque hay algunos síntomas relativamente comunes, es importante que las mujeres embarazadas sean conscientes de que pueden presentar otros o tener una preeclampsia asintomática. Los síntomas comunes pueden incluir: 

  • Hipertensión. 
  • Proteinuria (orina con proteínas). 
  • Edema (retención de líquidos). 

Sin embargo, hay varios otros síntomas que también pueden ser indicativos. Pueden incluir:

  • Dolor abdominal o en la parte inferior de la espalda. 
  • Disminución del movimiento fetal. 
  • Malestar general. 
  • Dolor de cabeza intenso. 
  • Visión borrosa. 
  • Náuseas o vómitos. 
  • Dificultad para respirar. 
  • Sensación de mareo o desmayos. 

Es importante que las mujeres embarazadas estén atentas a estos síntomas menos comunes y se pongan en contacto de inmediato con el ginecólogo si presentan alguno de ellos. 

Cómo se detecta: diagnóstico

Si bien es una afección relativamente común, puede tener graves consecuencias tanto para la madre como para el bebé si no se trata adecuadamente. Por ese motivo la detección precoz es una parte importante. 

La primera señal de preeclampsia en el embarazo es el aumento de la presión arterial de la madre. Debe medirse y monitorizarse regularmente durante el embarazo, por lo que el ginecólogo u obstetra puede ser capaz de detectar cualquier aumento de la presión arterial. Los niveles superiores a 140/90mmHg son considerados niveles sospechosos. Si se observan cambios súbitos en la tensión, se recomienda hacer una prueba de orina para comprobar la presencia de proteína en la orina.

Otras señales y síntomas incluyen dolores de cabeza, hinchazón en las extremidades y la cara, mareos y vómitos. Una vez detectada la presión arterial elevada, el ginecólogo realiza una evaluación completa para descartar otras posibles causas que puedan estar contribuyendo a la elevación de la presión arterial. Esto puede incluir un análisis de sangre, para comprobar el recuento de plaquetas sanguíneas y los niveles de creatinina. Cuando las primeras están disminuidas o los segundos elevados, puede indicar la presencia de esta patología.

También se pueden realizar ecografías para comprobar el desarrollo del feto. Los resultados de estas pruebas ayudan a establecer un diagnóstico y tratamiento adecuado. 

Principales complicaciones

Esta afección puede conducir a una serie de complicaciones médicas para la madre y el bebé, incluyendo problemas renales, daño hepático, edema agudo de pulmón o daño en el sistema nervioso central. Puede provocar complicaciones como eclampsia, preeclampsia severa o síndrome de Hellp. Estos trastornos afectan el flujo de sangre y nutrientes al bebé, y pueden provocar un parto prematuro o problemas de desarrollo. También pueden causar daños en los órganos internos de la madre, incluyendo el hígado, el riñón y el sistema nervioso central.

Muchas veces, el mejor tratamiento es adelantar el parto, en la preeclampsia y eclampsia. No obstante, sus efectos no desaparecen al completar el embarazo, sino que las mujeres que sufren de esta condición tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades del corazón a largo plazo.

Eclampsia

La eclampsia es un trastorno grave que ocurre en mujeres embarazadas que ya padecen hipertensión y proteínas en la orina. Se caracteriza por convulsiones, similares a las producidas en crisis epilépticas, que pueden ser muy peligrosas para la madre y el bebé.  Pueden aparecer antes, durante o después del parto. Si una mujer embarazada experimenta una crisis, es necesario un tratamiento hospitalario de emergencia para controlar la situación. Con la eclampsia se debe acabar la gestación en el momento en el que la situación de la madre esté estabilizada y lo permita.

Síndrome de Hellp

El síndrome de Hellp es otra complicación grave. Se caracteriza por tener: 

  • Hemólisis (destrucción de glóbulos rojos). 
  • Elevación de las enzimas hepáticas.  
  • Bajo recuento de plaquetas.

El tratamiento consiste en terminar con la gestación, pero después de haber estabilizado la situación de la madre. 

Tratamiento de la preeclampsia

Esta enfermedad suele aparecer durante el embarazo, pero también puede haber preeclampsia en el parto o incluso preeclampsia en el postparto y afectar gravemente la salud de la madre y del bebé. Por esta razón, su tratamiento y prevención son cruciales para garantizar la seguridad. 

El tratamiento se centra en disminuir la presión arterial y prevenir complicaciones. Esto se puede lograr con reposo, medicamentos antihipertensivos y, en algunos casos, con una inducción del parto, que permite que el bebé nazca lo antes posible para prevenir otras complicaciones y garantizar su salud y seguridad.

Uno de los primeros pasos para tratarla es controlar la presión arterial. En los casos más graves el médico puede indicar tomar medicamentos para reducir el nivel de tensión. También puede sugerir a la madre embarazada que tome una variedad de complementos alimenticios, como la vitamina D y el ácido fólico, para promover la buena salud del feto. 

No obstante, en muchos casos el único tratamiento es terminar la gestación antes de término. Esto significa que el bebé debe nacer antes de que la madre desarrolle complicaciones graves. Por eso, son muchos los casos de inducción al parto, sobre todo después de la semana 37. Si ocurre antes, es posible que el médico mande reposo en cama. 

Si la madre tiene hipertensión en el embarazo o antes de quedar embarazada, es importante que consulte con un médico para asegurarse de que esté bajo un cuidado adecuado.

Prevención de la preeclampsia

En los últimos años, se han llevado a cabo muchos intentos para reducir o prevenir esta patología y sus complicaciones (aspirina a dosis bajas, suplementos de calcio, magnesio, cinc o aceite de pescado, entre otros). No obstante, ninguna de estas estrategias ha resultado efectiva para la población gestante en general.

Alimentación adecuada

La prevención a través de una dieta saludable y los hábitos de vida podría reducir el riesgo de complicaciones durante el embarazo. Una alimentación adecuada para evitar el sobrepeso en el embarazo es un buen punto de partida. Las mujeres embarazadas deben comer: 

  • Alimentos ricos en grasas saludables, como pescado, frutos secos y aceites vegetales. 
  • Alimentos ricos en potasio, como plátanos y verduras de hoja verde.
  • Vitaminas del complejo B, incluidas las vitaminas B6, B12 y ácido fólico. Ayudan al cuerpo a regular el metabolismo y la presión arterial. 

Cuida el estilo de vida

Otra forma de prevenirla es llevar un estilo de vida saludable. Las embarazadas deberían practicar al menos 30 minutos de ejercicio moderado cada día. Esto ayuda a mantener los niveles de presión arterial y mejora el flujo sanguíneo, favoreciendo la circulación y reduciendo el riesgo. 

También se recomienda beber mucha agua y un descanso adecuado durante el embarazo para reducir el estrés y las hormonas del estrés.

Para reducir el riesgo de complicaciones durante el embarazo, es muy importante que las madres embarazadas reciban atención prenatal regularmente. El ginecólogo puede monitorizar los niveles de presión arterial y otros factores de riesgo que contribuyen a su aparición. Además, ayuda a las madres embarazadas a adoptar un estilo de vida saludable y proporcionar consejos de alimentación saludable. 

Si crees que puedes estar experimentando síntomas de preeclampsia, debes ponerte en contacto con tu médico para obtener una evaluación apropiada. El tratamiento temprano y el seguimiento pueden ayudar a reducir el riesgo de complicaciones graves como el síndrome HELLP o la eclampsia. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte. Puedes comprar una consulta con el ginecólogo desde 25€

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