Descongelar la comida al aire libre ¿un mal hábito con riesgos para la salud?

Descongelar alimentos es una práctica común en la vida cotidiana de las personas. Muchas veces, nos olvidamos de sacar los alimentos del congelador con anticipación y necesitamos descongelarlos rápidamente para poder cocinarlos. Pero la prisa y la falta de conocimiento pueden llevar a tomar atajos que ponen en riesgo la salud.

Descongelar los alimentos al aire libre es una práctica desaconsejada por expertos en seguridad alimentaria, por ser peligrosa. La fluctuación de temperatura, la exposición a contaminantes ambientales y el riesgo de proliferación bacteriana hacen que esta práctica sea insegura.

Cómo descongelar la comida

Hay que entender que los alimentos congelados se almacenan a temperaturas muy bajas para mantener su frescura y calidad. Al descongelarlos, es esencial asegurarse de que se mantengan en un rango de temperatura seguro para evitar el crecimiento de bacterias dañinas.

La mejor forma de descongelar alimentos es utilizando el frigorífico, para hacerlo a temperaturas de refrigerador. Así se asegura que los alimentos permanezcan en una zona de riesgo mínima.

Consejos para la descongelación

Para evitar el crecimiento de bacterias dañinas que comprometen la calidad de los alimentos es importante seguir algunos consejos:

  • Refrigerador. La forma más segura es colocarlos en el frigorífico. Es recomendable retirar el alimento del congelador y ponerlo en un recipiente cerrado o cubierto con papel film para evitar la contaminación cruzada. Este proceso puede durar varias horas, dependiendo del tamaño y tipo de alimento, por lo que se requiere una planificación previa.
  • Agua fría. Se coloca el alimento en un recipiente hermético y se sumerge en agua fría. Hay que asegurarse de cambiar el agua cada 30 minutos para mantenerla a una temperatura segura. Nunca se debe usar agua caliente, ya que esto podría promover un rápido crecimiento bacteriano. Este método es especialmente efectivo para descongelar alimentos pequeños o envasados al vacío.
  • Microondas. Puede ser una herramienta práctica para la descongelación, siempre y cuando se utilice correctamente. Hay que seguir las instrucciones del fabricante para descongelar cada tipo de alimento y asegurarse de girarlos regularmente para una descongelación uniforme y así evitar puntos calientes que puedan fomentar el crecimiento bacteriano. Además, hay que tomar el alimento inmediatamente después de descongelarlo en el microondas, para evitar que alcance una temperatura peligrosa.
  • Durante la cocción. Algunos alimentos pueden ser descongelados directamente durante el proceso de cocción, como las carnes en una sartén o en el horno. Es importante asegurarse de que el alimento alcance una temperatura interna segura para evitar la contaminación bacteriana.
  • Evitar descongelar alimentos a temperatura ambiente. Dejar los alimentos en la encimera puede poner en peligro la salud y comprometer la calidad del alimento. Este método permite que las bacterias se multipliquen rápidamente y puede causar enfermedades transmitidas por alimentos.

Recomendaciones importantes

Ahora que conocemos las mejores prácticas para descongelar los alimentos, estos son algunos consejos adicionales a tener en cuenta:

  • Descongelar solo la cantidad de alimentos necesaria. Evitar descongelar más de los que se van a consumir, ya que esto puede llevar al desperdicio de alimentos.
  • Etiquetar y poner fecha a los alimentos congelados. Para evitar la confusión y garantizar la seguridad, se deben etiquetar y marcar todos los alimentos. Esto ayuda a recordar cuánto tiempo llevan congelados y cuáles deben ser consumidos primero. No se deben tomar alimentos que se hayan congelado una vez caducados.
  • No volver a congelar alimentos descongelados. Una vez descongelados, los alimentos deben ser cocinados y consumidos de inmediato. Volver a congelar alimentos previamente descongelados puede aumentar el riesgo de contaminación bacteriana y deteriorar la calidad del alimento.
  • Informarse sobre los tiempos de descongelación recomendados. Cada alimento tiene diferentes tiempos seguros. Hay que investiga antes de comenzar el proceso.
  • Lavarse las manos y desinfectar las superficies. Antes y después de manipular alimentos congelados hay que seguir una higiene, con agua caliente y jabón. Además, se deben limpiar y desinfectar todas las superficies y utensilios utilizados para evitar la contaminación cruzada.

Riesgos de descongelar al aire libre

Descongelar alimentos al aire libre es problemático debido a que la temperatura ambiente fluctúa constantemente. En climas cálidos puede subir rápidamente, lo que favorece el crecimiento y la proliferación de bacterias que pueden causar enfermedades transmitidas por alimentos.

Además, cuando se descongelan los alimentos al aire libre, están expuestos a la contaminación ambiental. Elementos como el polvo, los insectos y los patógenos presentes en el aire pueden depositarse en ellos, aumentando el riesgo de infecciones gastrointestinales y otros problemas de salud.

Por este motivo siempre se deben descongelar los alimentos dentro de un ambiente controlado. La descongelación segura se logra colocando los alimentos en el refrigerador a una temperatura de alrededor de 4ºC. Este método permite que los alimentos se descongelen lentamente, evitando el crecimiento de bacterias dañinas.

El Congreso Internacional sobre Seguridad Alimentaria y Nutrición (CISAN) ha destacado los riesgos asociados con la descongelación al aire libre. En sus investigaciones, concluyeron que puede ser especialmente peligrosa para carnes crudas, mariscos y productos lácteos. Estos alimentos son particularmente vulnerables al crecimiento bacteriano, por lo que es esencial seguir las pautas de seguridad para su descongelación.

Al practicar buenos hábitos de descongelación, se puede disfrutar de alimentos frescos y seguros, evitando posibles enfermedades. La seguridad alimentaria es responsabilidad de todos y es esencial estar informados y tomar medidas adecuadas para proteger la salud propia y la de los seres queridos.

Si quieres conocer más sobre cómo se deben conservar y tomar los alimentos puedes acudir a un endocrino para que te oriente. Ahora en SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites, sin esperas.

¿Sabes qué alimentos y bebidas tienen más sodio?

El sodio es un mineral esencial para el funcionamiento adecuado del organismo. Sin embargo, el consumo excesivo puede tener consecuencias negativas para la salud, especialmente en lo que respecta a la presión arterial, la salud cardiovascular y la retención de líquidos.

Este mineral se encuentra de manera natural en muchos alimentos, pero también se añade en cantidades significativas a una amplia gama de productos procesados. Por lo tanto, es fundamental ser conscientes de los alimentos y bebidas que podrían estar contribuyendo a un consumo excesivo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la dosis diaria recomendada para el consumo de sodio es de menos de 2,300 miligramos (mg) al día, lo que equivale a menos de una cucharadita de sal.

Pan y productos de panadería

El pan es una fuente común de sodio en la dieta. Además, productos como las galletas, las tortas y los pasteles también pueden contener sal en cantidades significativas. En general, es recomendable leer las etiquetas de los productos de panadería y optar por opciones bajas en sodio siempre que sea posible.

El sodio se utiliza en la panadería para mejorar el sabor del pan y ayudar a que la masa suba. Sin embargo, este ingrediente también se encuentra en otras formas, como la sal de mesa y otros conservantes utilizados en la producción de pan y productos de panadería.

Por ejemplo, una rebanada de pan blanco puede contener hasta 230 mg de sodio, lo que equivale a más del 10% de la ingesta diaria recomendada. Si sumamos el pan que se consume en sándwiches, tostadas y otros alimentos, es fácil ver cómo se pueden estar consumiendo grandes cantidades de sodio sin siquiera darse cuenta.

Embutidos y carnes procesadas

Los embutidos, como el jamón, salchichas, tocino y salami, suelen tener un alto contenido de sodio debido al proceso de curado y salazón. Estos productos también suelen contener aditivos, como conservantes, que pueden aumentar aún más el contenido de sal.

El consumo excesivo de embutidos y carnes procesadas puede contribuir a un aumento en la ingesta diaria de sodio. Por ejemplo, una loncha de jamón cocido puede contener alrededor de 200 mg de sodio, mientras que una salchicha puede alcanzar los 500 mg.

Para reducir su ingesta, es recomendable optar por alternativas más saludables, como el consumo de carnes frescas o magras, que también son ricas en proteínas, pero contienen menos sodio. Asimismo, es importante leer las etiquetas de los productos alimenticios y elegir aquellos que tengan menor contenido de sodio.

Quesos y productos lácteos

Muchos quesos son ricos en sodio. Además, algunos productos lácteos procesados como el queso rallado o fundido también pueden contener cantidades significativas de sodio. Es importante leer las etiquetas y elegir opciones más bajas en sodio o reducir el consumo de estos productos en general.

H2: Salsas y condimentos

Salsas como la salsa de soja y el kétchup suelen tener un contenido de sal alto debido a los aditivos utilizados en su fabricación. De hecho, una cucharada de salsa de soja puede contener hasta 1,000 mg de sodio. Además, muchos condimentos como la mostaza y el aderezo para ensaladas también pueden contener sodio en cantidades significativas. Es recomendable reducir el consumo de salsas y condimentos en general o elegir versiones bajas en sodio siempre que sea posible.

Alimentos precocinados y comidas rápidas

Las comidas preparadas, como las pizzas congeladas, las hamburguesas y las papas fritas, suelen contener sodio en cantidades significativas. Esto se debe a los ingredientes utilizados en su preparación, como el queso, la carne procesada y las salsas. Es fundamental limitar el consumo de alimentos precocinados y optar por opciones caseras o más saludables.

Bebidas gaseosas

Muchas bebidas gaseosas contienen sodio como ingrediente añadido para mejorar el sabor. Además, pueden contener azúcares añadidos y otros aditivos que no son saludables en grandes cantidades. Es recomendable reducir el consumo de estas bebidas y optar por opciones más saludables, como agua o té sin azúcar.

Alimentos enlatados

Los alimentos enlatados se han vuelto una opción popular en la vida cotidiana debido a su comodidad y durabilidad. Sin embargo, muchos tienen un alto contenido en sal, lo que puede tener repercusiones negativas en la salud.

Sopas, legumbres y vegetales en lata pueden incluir sodio como conservante o para realzar el sabor. Por ejemplo, una lata de sopa enlatada puede contener más de 800 miligramos de sodio, lo que representa más de un tercio del límite diario recomendado. Por este motivo es importante leer las etiquetas y optar por versiones bajas en sodio.

Si crees que estás tomando mucha sal en tu dieta es bueno que acudas a un especialista para que te ayude con tu dieta. En SaludOnNet contamos con endocrinos dispuestos a ayudarte en lo que necesites, y a precios muy asequibles. Ahora puedes comprar una consulta de endocrinología desde 26 euros.

¿Por qué se pierde el apetito?

El apetito es una sensación fundamental para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. A través de él, el cuerpo nos indica que necesita energía y nutrientes para mantenerse en óptimas condiciones. Sin embargo, hay ocasiones en las que este apetito se ve disminuido o incluso se pierde por completo, lo cual puede ser preocupante y afectar la salud y el bienestar.

Causas de la pérdida de apetito

La pérdida de apetito puede tener varias causas, tanto físicas como emocionales.

Causas Físicas

Comprender las causas físicas detrás de la falta de apetito es fundamental para abordar este problema de manera efectiva y buscar soluciones adecuadas.

  • Enfermedades. Cuando el cuerpo está luchando contra una enfermedad, ya sea un resfriado común o una enfermedad más grave, el sistema inmunológico se activa y requiere una mayor cantidad de energía para combatir la enfermedad. Como resultado, el apetito puede disminuir, ya que el cuerpo se centra en la curación y no en la ingesta de alimentos. Es importante identificar las causas subyacentes y buscar ayuda profesional si la falta de apetito persiste durante mucho tiempo.
  • Consumo de ciertos medicamentos. Muchos fármacos, como los antibióticos, los analgésicos y los antidepresivos, pueden tener como efecto secundario la disminución del apetito. Si estás tomando algún medicamento y notas una pérdida de apetito significativa, es importante que consultes a tu médico para evaluar la situación y buscar alternativas.

Causas emocionales

Las emociones también pueden jugar un papel importante en la pérdida de apetito. El estrés, la ansiedad, la depresión y otras condiciones similares pueden afectar directamente a la relación con la comida. En momentos de gran estrés o tristeza, es común que el apetito se vea afectado negativamente. Por eso, es importante reconocer estos factores emocionales y buscar el apoyo adecuado para manejarlos de manera saludable.

Consecuencias de perder el apetito

Sus consecuencias pueden ser graves para la salud tanto física como mental. Cuando perdemos el apetito, no solo nos privamos de los nutrientes y vitaminas necesarios para nuestro cuerpo, sino que también perdemos el placer de disfrutar de una buena comida.

Una de las primeras consecuencias de perder el apetito es la pérdida de peso. Si no se consumen las calorías suficientes, el cuerpo comienza a utilizar las reservas de grasa, lo que puede llevar a una disminución significativa de peso en poco tiempo. Esta pérdida de peso rápida puede debilitar el sistema inmunológico, lo que nos hace más propensos a enfermedades e infecciones.

Además, la falta de nutrientes puede llevar a la desnutrición, lo que significa que el cuerpo no está recibiendo los nutrientes esenciales para su correcto funcionamiento. Esto puede debilitar nuestro el óseo y muscular, causar problemas hormonales y afectar el estado de ánimo y bienestar general.

Pero no solo la salud física se ve afectada, también la salud mental. Comer es una actividad social y placentera, y cuando perdemos el apetito, abandonamos también el disfrute de compartir una buena comida con amigos y seres queridos. Esto puede llevarnos a sentirnos aislados y solos, afectando nuestra salud emocional.

La falta de apetito también puede afectar a la concentración y capacidad para realizar tareas diarias. El cerebro necesita un suministro constante de energía y nutrientes para funcionar adecuadamente. Si no se consume la cantidad necesaria de alimentos, es probable que se experimente una disminución en la capacidad de atención y rendimiento cognitivo.

¿Qué se puede hacer para solucionar la pérdida de apetito?

Existen algunas alternativas que pueden ayudar a recuperar el apetito de manera gradual y saludable. Las principales son:

  • Establecer una rutina alimentaria. Se debe intentar comer en horarios regulares todos los días, incluso si no se siente hambre en ese momento. El cuerpo se acostumbra a los patrones y puede ayudar a regularizar el apetito.
  • Buscar alimentos apetitosos. Si la pérdida de apetito se debe a la falta de interés por la comida, es importante buscar alimentos que sean atractivos y apetitosos para las personas. Es bueno experimentar con diferentes sabores, texturas y colores para despertar el interés en la comida.
  • Realizar ejercicio regularmente. El ejercicio físico puede estimular el apetito. Realizar actividades físicas de manera regular puede ayudar a aumentar el deseo de comer y mejorar la digestión.
  • Evitar los alimentos poco saludables. Aunque puede ser tentador recurrir a alimentos ricos en grasas y azúcares cuando se tiene pérdida de apetito, es importante evitarlos. Estos alimentos pueden afectar aún más el equilibrio nutricional y agravar el problema a largo plazo.
  • Optar por comidas pequeñas y frecuentes. Si comer grandes cantidades de comida de una sola vez resulta abrumador, se debe intentar optar por porciones más pequeñas y distribuidas a lo largo del día. Esto puede hacer que la ingesta de alimentos sea más ligera y fácil de manejar.
  • Consultar a un profesional de la salud. Si la pérdida de apetito persiste durante un período prolongado de tiempo o está acompañada de otros síntomas preocupantes, es fundamental buscar el consejo de un médico o nutricionista. Ellos podrán evaluar tu situación personal y ofrecerte opciones específicas para recuperar el apetito y mejorar tu salud en general.

En conclusión, perder el apetito puede tener graves consecuencias tanto para la salud física como mental. Es importante identificar las causas subyacentes y buscar ayuda profesional si el problema persiste. Recuerda que la alimentación adecuada es crucial para nuestro bienestar, y debemos cuidar de nuestro cuerpo proporcionándole los nutrientes necesarios para su correcto funcionamiento. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites, sin esperas y a precios muy asequibles. Ahora puedes comprar una consulta con un endocrino desde 26 euros.

¿Engordan los frutos secos?

Hay muchas personas que toman los frutos secos como aperitivo o para picar entre horas de manera habitual. Sabemos que son sanos y aportan nutrientes que dan energía al organismo. Pero ¿engordan los frutos secos? Es una pregunta habitual que se hace a los expertos de la salud y la respuesta no es tan sencilla como parece. La verdad es que los frutos secos no necesariamente engordan. De hecho, si se comen con moderación, pueden ser una parte saludable de una dieta equilibrada. Esto se debe a que tienen muchos beneficios porque son ricos en nutrientes esenciales que incluyen proteínas, grasas saludables, fibra, calcio, hierro, magnesio, potasio, vitaminas y minerales.

Los frutos secos parecen ser beneficiosos para la prevención de enfermedades crónicas como la diabetes y enfermedades cardiacas, mejorando los niveles de colesterol, los marcadores inflamatorios y otros factores de riesgo.

Además, se trata de alimentos ricos en fibra, un nutriente clave para una alimentación sana. Esta fibra se encuentra en grandes cantidades, por lo que comerlos podría contribuir a mejorar los niveles del organismo, proporcionando una buena digestión y una mejor absorción de los nutrientes.

Ácidos grasos insaturados

Los frutos secos contienen ácidos grasos insaturados, que tienen beneficios para la salud, particularmente para las personas con enfermedades coronarias. Estos ácidos grasos pueden ayudar a reducir los niveles de lípidos en la sangre, lo que significa que pueden disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. De hecho, la grasa buena monoinsaturada es la única que puede ayudar a reducir los niveles de colesterol malo o LDL. Por esta razón, muchos expertos recomiendan comer una determinada cantidad de frutos secos por día.

Ayudan a bajar de peso

Diversos estudios han mostrado que comer frutos secos puede ayudar a bajar de peso. En 2015, un trabajo publicado en la revista Nutrición Clínica descubrió que comer frutos secos una vez al día disminuye el IMC (Índice de Masa Corporal) y el peso en personas con sobrepeso. Más recientemente, un estudio publicado en Nutrición y salud cardiovascular puso de manifiesto que comer estos alimentos como parte de una dieta equilibrada reduce significativamente la cantidad de grasa abdominal y mejora el perfil de lípidos en la sangre.

A pesar de estos resultados potencialmente positivos, los frutos secos también contienen grasas saturadas, que pueden ser perjudiciales para la salud si se consumen en exceso. Así que es importante tomarlos con moderación para evitar el exceso de calorías.

Alto contenido en sodio

Los frutos secos tienen un alto contenido de sodio. Esto es importante para las personas con presión arterial alta o problemas cardiovasculares. En estos casos se deben tomar aquellos que tengan poca cantidad, para minimizar los riesgos.

Cantidades recomendadas

Para beneficiarse de los nutrientes saludables de los frutos secos, los expertos recomiendan tomar entre 4 y 10 unidades al día. La mejor manera es comer una variedad de frutos secos, para maximizar los beneficios nutricionales. Pero hay que tener en cuenta que algunos como los cacahuetes, los anacardos, los pistachos, las almendras y las nueces pueden contener altos niveles de alérgenos o aditivos, por lo que es importante leer las etiquetas para asegurarse de que no hay productos alergénicos o ingredientes artificiales.

Por último, y también importante, hay que prestar atención a cómo se come el producto y con qué se combina, para aprovechar al máximo todos sus beneficios. Para ello, se recomienda tomar frutos secos como un acompañamiento a la fruta o un snack saludable. De esta forma, su ingesta se hace más dietética, las calorías consumidas se mantienen en una proporción adecuada y las vitaminas y los minerales previenen la creación de espacios de vacíos nutricionales.

Ante la pregunta ¿engordan los frutos secos? la respuesta será que depende de la cantidad y la variedad de frutos secos que se tomen. Si se consumen con moderación y junto con una dieta equilibrada, los frutos secos pueden ser beneficiosos para la salud y no necesariamente causar un aumento de peso.

Si eres fan de los frutos secos, pero no sabes cómo tomarlos para no engordar te recomendamos que acudas a un endocrino para que te aconseje. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites. Ahora puedes comprar una consulta de endocrinología desde 26 euros.

Depresión postparto: causas, síntomas y tratamiento

La depresión postparto es una enfermedad mental común que afecta a muchas mujeres después de dar a luz. Se puede presentar de diferentes maneras, desde síntomas muy leves hasta enfermedades severas. Generalmente aparece una tristeza profunda, sentimientos de agotamiento y ansiedad. Si bien es importante que los síntomas se traten de inmediato, también lo es conocer qué es, cuándo comienza, cómo se trata y cómo prevenirla.

¿Qué es la depresión postparto?

La depresión postparto es un trastorno depresivo real que puede afectar a las madres durante y después del embarazo. El síndrome de la depresión posparto se define como una profunda tristeza, ansiedad, sentimientos de deterioro, y en ocasiones, pérdida de interés en actividades cotidianas. Estos síntomas pueden ser persistentes durante meses después de dar a luz.

Aunque es más común durante el primer año después del nacimiento de su bebé, puede comenzar en cualquier momento entre los primeros tres y seis meses. Aproximadamente el 50% de las madres experimentan síntomas durante este período, y se estima que del 5 al 25 % desarrolla una depresión clínicamente significativa. En concreto, en España 1 de cada 10 mujeres padece depresión postparto de intensidad moderada o grave.

Causas de la depresión postparto

Las principales causas de la depresión postparto son:

  • Cambios hormonales. El nivel de estrógeno y progesterona disminuye drásticamente después del parto, lo que puede contribuir a la depresión.
  • Fatiga excesiva. Muchas mujeres sufren de fatiga y agotamiento después del parto debido a la falta de sueño, la preocupación y el cuidado de un recién nacido.
  • Baja autoestima. Ser madre es un trabajo difícil y algunas madres se sienten incapaces. La falta de habilidad para cuidar al bebé adecuadamente puede conllevar tener este tipo de depresión.

Factores de riesgo

Cualquier mujer puede desarrollar depresión postparto, aunque algunas están en mayor riesgo que otras. Los factores de riesgo incluyen:

  • Un historial de depresión antes del embarazo.
  • Problemas de salud.
  • Trastornos mentales previos.
  • Situaciones estresantes.
  • Incertidumbre.
  • Inestabilidad financiera.
  • Problemas en la relación sentimental.

Las mujeres con más de uno de estos factores de riesgo son más propensas a desarrollar depresión postparto.

Principales síntomas

La depresión posparto es una afección mental común y los síntomas pueden variar desde el cansancio crónico hasta la depresión y la ansiedad. Por eso, es importante conocer los síntomas para tomar las medidas necesarias. Así, los principales son:

  • Trastornos del sueño. Insomnio u otro despertar sin descanso ni energía.
  • Fatiga crónica. Puede hacer que la persona se sienta cansada todo el tiempo, incluso después del descanso.
  • Pérdida de apetito. La madre puede perder el apetito en la mayoría de los alimentos.
  • Irritabilidad. Puede mostrar reacciones exageradas a situaciones cotidianas.
  • Depresión crónica. La madre puede sentirse muy triste, sin esperanza ni anhelos.
  • Ansiedad.
  • No cuidar del bebé o tener sentimientos negativos hacia él.

Tratamiento de la depresión postparto

El tratamiento puede variar según los niveles de depresión y los síntomas individuales. Así, algunos tratamientos comunes para la depresión postparto incluyen:

  • Terapia cognitivo-conductual. Utiliza técnicas de pensamiento para ayudar a las madres a ver los problemas desde una perspectiva diferente y aprender estrategias para manejar situaciones difíciles.
  • Terapia interpersonal.  Se centra en cómo las madres se relacionan con otros, incluida la relación con el niño. El objetivo es ayudar a las madres a mejorar la comunicación y mejorar la relación con el bebé.
  • Terapia de grupo. Estas actividades ayudan a conectarse con otros que experimentan los mismos sentimientos. Las madres pueden conversar con otras madres que comprenden lo que están pasando, identificar los sentimientos y aprender formas saludables de responder a ellos.
  • Medicamentos. Muchas madres, incluso aquellas que están recibiendo terapia, reciben medicamentos para tratar la depresión postparto. Generalmente son antidepresivos; esto incluye inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) como la fluoxetina, la sertralina y la paroxetina.

¿Cómo prevenir la depresión postparto?

La prevención es un tema controvertido, pero hay algunas formas de reducir el riesgo. El cuidado prenatal regular, la conciencia de los factores de riesgo y la preparación para el cambio pueden ayudar a prevenirla.

Asegurar el bienestar físico también es importante. Prácticas como la lactancia, hacer ejercicio y comer una dieta saludable pueden ayudar a reducir el estrés y mejorar los niveles energéticos. Asimismo, es necesario tratar la fatiga con el descanso y la coordinación con otras personas para el cuidado de los hijos.

Otras formas de prevenir y reducir los síntomas de la depresión postparto incluyen:

  • Asegurar el apoyo emocional. Engloba hablar con la pareja, familiares y amigos, y asistir a grupos de apoyo con otras madres. Esto es especialmente importante para las madres que no tienen el apoyo de la familia, ya que pueden generar vínculos con otras madres que están pasando por situaciones similares.
  • Lidiar con el estrés. Aprender estrategias para relajarse y disminuir el estrés. Por ejemplo, tomar un baño caliente, hacer respiraciones profundas, meditar o simplemente dar un paseo.
  • Dormir lo suficiente y descansar. El cuidado de un bebé puede ser abrumador. La maternidad es un enorme cambio en la vida y la falta de sueño puede ser una gran contribución a los sentimientos de depresión. Para ayudar con el cansancio, es importante intentar conciliar el sueño durante el día cuando sea posible.
  • Invitar a la pareja a la misma terapia. Su apoyo es fundamental para la recuperación de la depresión postparto. La terapia conjunta puede ayudar a ambos miembros a entender los sentimientos y emociones del otro.

La depresión postparto es una enfermedad real, que puede afectar a cualquier mujer. El diagnóstico y la atención temprana son la clave para prevenir complicaciones y un periodo de recuperación largo. Las madres deben hablar con su médico acerca de sus síntomas y pedir ayuda inmediatamente si piensan que pueden estar pasando por ella.

También pueden tomar otras medidas, como buscar cuidado prenatal, conocer los factores de riesgo, prepararse para el cambio, buscar formas saludables de lidiar con el estrés y el cansancio e involucrar a la pareja en el proceso de recuperación. Por eso es importante que no pasen por esta situación en solitario, ya que tener el apoyo de familiares y profesionales de la salud puede ser esencial para la recuperación.

Si crees que pueden tener depresión postparto es importante que lo consultes con tu ginecólogo. Te recomendará que busques un buen psicólogo que pueda ayudarte a estar mejor. En SaludOnNet contamos con especialistas en psicología dispuestos a escucharte. Ahora puedes comprar una consulta de psicología desde 25 euros.

5 alimentos para bajar el colesterol y 5 que lo suben

El colesterol alto supone una gran preocupación para la salud pública y, a menudo, requiere tratamiento farmacológico, así como cambios en el estilo de vida. Puede provocar enfermedades cardíacas y afectar el flujo sanguíneo al cerebro. Sin embargo, hay ciertos alimentos que ayudan a controlar el nivel de colesterol, evitando y previniendo la aparición de enfermedades. Por este motivo, es necesario conocer los alimentos para bajar el colesterol y los alimentos que contribuyen a incrementar sus niveles.

5 alimentos para bajar el colesterol o prevenir su aumento

A continuación, indicamos cuáles son los 5 alimentos o comidas para bajar el colesterol o intentar, al menos, que no aumente. 

Pescado

El pescado es una fuente saludable de proteína, vitaminas y minerales, ácidos grasos omega-3 y grasas saludables. El consumo de pescado está relacionado con una serie de beneficios para la salud, y se ha demostrado que contribuye a mejorar los niveles de colesterol. Los ácidos grasos que contienen cuentan con propiedades antiinflamatorias que ayudan a prevenir las enfermedades cardiovasculares.

Los estudios realizados muestran que los ácidos grasos omega-3, que se encuentran en el pescado, son especialmente beneficiosos para la reducción del colesterol LDL, aunque los beneficios varían según el tipo de pescado consumido. 

Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) establecen que, como mínimo, se deberían consumir dos porciones de pescado por semana, una de ellas de agua fría (salmón, caballa, sardina, etc.) y la otra de pescado blanco. Asimismo, señalan que la mejor forma de preparar el pescado es al horno, a la plancha o al vapor, evitando la fritura en aceite.

Frutos secos

Los frutos secos son alimentos buenos para el colesterol, ya que contribuyen a la disminución de sus niveles en la sangre, previniendo su aumento. Esto se debe principalmente a la importante cantidad de ácidos grasos monoinsaturados presentes en estos alimentos, que disminuyen el nivel de LDL en la sangre y producen un alza en el nivel de HDL, el colesterol bueno

Los frutos secos además ayudan a controlar los triglicéridos, otra parte importante de los lípidos sanguíneos. Esta acción se logra por la fibra y por los antioxidantes que contienen. Además, un estudio publicado por la revista Heart en el año 2019, señala que el consumo de frutos secos regula los niveles de glucemia, controlando el apetito, lo que se traduce en una adecuada alimentación para aquellas personas que desean bajar de peso de forma saludable. 

No obstante, los frutos secos nutritivos cuentan con muchos ácidos grasos insaturados, por lo que deben consumirse con moderación, por su alto contenido calórico. Por lo tanto, no es recomendable tomar más de una porción al día, lo que equivale a 25 gramos o un puñado. 

Es importante también destacar que los frutos secos deben comprarse preferiblemente sin sal, para evitar el consumo excesivo de sodio. 

Legumbres

Las legumbres, ricas en nutrientes y bajas en calorías, se han convertido en los últimos años en un componente principal de la dieta saludable. Estos alimentos para bajar el colesterol tienen un alto contenido en fibra, proteínas vegetales, vitaminas y minerales, lo que los hace interesantes para la prevención y el control del colesterol. Diversos estudios sugieren que los alimentos a base de legumbres pueden beneficiar la salud cardíaca al reducir el colesterol total, el colesterol LDL (malo) y el ácido úrico. 

Las lentejas, los garbanzos, las judías y las alubias son ricos en folatos, magnesio, hierro y calcio. Las legumbres son alimentos para bajar el colesterol bajos en grasas. También son ricas en fibra, otra sustancia que ayuda a prevenir el colesterol alto. 

La presencia de fitoesteroles, compuestos vegetales similares a los esteroles en el cuerpo humano también ayudan a regular los niveles de colesterol en la sangre. Se encuentran en alimentos hechos a base de legumbres y se ha demostrado que son beneficiosos para reducir el colesterol LDL a largo plazo. Asimismo, también previenen el aumento en los niveles de grasa abdominal, que se relaciona con el aumento del riesgo de enfermedades cardíacas. 

Por todo esto, las legumbres son una excelente forma de mejorar la salud cardiovascular haciéndolas una parte clave de la dieta para bajar el colesterol.

Vegetales verdes

Los vegetales verdes son una excelente fuente de vitaminas, minerales, carbohidratos y fibras que ayudan al organismo a mantenerse sano. La lechuga, el repollo, la acelga y los espárragos son ricos en betacarotenos, calcio y vitamina C. Estas verduras para bajar el colesterol son esenciales y contienen antioxidantes y diuréticos que contribuyen a limpiar el organismo

Los alimentos que bajan el colesterol también incluyen sustancias como el zinc, la vitamina K, el magnesio, el potasio o el hierro, entre otras, lo que les confiere una serie de propiedades beneficiosas para la salud. Entre ellas destacan las relacionadas con el control de los niveles de colesterol. Estas sustancias son: 

  • Antioxidantes. Son sustancias encargadas de proteger las células de los efectos negativos de los radicales libres. Se consigue gracias a que actúan como un escudo frente a los radicales libres, que son responsables de dañar el ADN en las células y causar enfermedades. Como ejemplo, el aceite de oliva contiene una cantidad importante de antioxidantes.
  • Fitonutrientes. Son capaces de reducir los niveles de colesterol en la sangre. Estas sustancias se encuentran en muchas de las frutas y verduras verdes y actúan como agentes antimicrobianos, antiinflamatorios y antioxidantes. Por ejemplo, el brócoli y el perejil contienen una cantidad importante de fitonutrientes.
  • Lípidos. Son los ácidos grasos que se encuentran en los alimentos. Son importantes para el organismo ya que proporcionan energía y están relacionados con el buen funcionamiento del sistema cardiovascular. Algunos ejemplos son los frutos secos, el aceite de oliva o los pescados como el salmón. 

Frutas

Las frutas contienen vitaminas y minerales, así como antioxidantes y fibra, y juegan un papel importante en la reducción del colesterol. Una dieta saludable, acompañada de ejercicio físico, puede reducir y mantener el colesterol en los límites seguros. Pueden ser comidas solas, mezcladas en ensaladas y batidos y tomadas como postre. A continuación, hablamos de algunas de las frutas para bajar el colesterol. 

Las naranjas contienen pectina y fibra dietética, sustancias que tienen la propiedad de disolver el colesterol y ayudan a eliminarlo del cuerpo. También contienen vitamina C, que mejora la absorción de glucosa en el organismo. La fibra dietética ayuda a regular los niveles de glucosa en la sangre. 

Las manzanas contienen flavonoides que son potentes antioxidantes. Además de sus propiedades antiinflamatorias, estos compuestos ayudan a reducir los niveles de colesterol. Si se consume una manzana al día se pueden obtener hasta 12 gramos de fibra dietética, la cual disuelve el colesterol y ayuda a mantener los niveles de los lípidos en la sangre dentro de los límites normales. 

Las fresas también son ricas en antioxidantes, fibra dietética, vitamina C y minerales como el potasio. Estas ayudan a disminuir el colesterol LDL e, incluso, contribuyen a regular los niveles de triglicéridos. El consumo frecuente de fresas puede reducir los niveles de colesterol en un porcentaje significativo. 

Las cerezas son ricas en fibra pectina, vitamina A, C, E, y minerales como magnesio, potasio y calcio. Estas contienen niveles significativos de antioxidantes, los cuales ayudan a reducir el colesterol de forma natural. La ingesta de cerezas ayuda a bajar los marcadores de estrés oxidativo en el cuerpo, lo cual es esencial para disminuir los niveles de colesterol. 

Por otra parte, se considera que hay algunas frutas malas para el colesterol o que no está recomendado su consumo, como son las que tienen mucha fructosa como las chirimoyas, los plátanos, los mangos, los caquis o los higos.

5 alimentos que suben el colesterol 

Huevos

Aunque es cierto que los huevos contienen muchos nutrientes, también presentan algunos riesgos. Uno de los más preocupantes es el aumento en los niveles de colesterol en la sangre. Según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Harvard, el consumo diario de dos o más huevos aumenta los niveles de colesterol en la sangre en un 11 %. Además, pone de manifiesto que aquellos que comían media o una yema de huevo al día también tenían un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. 

La cantidad de huevos que toma una persona y el tipo de alimentos con los que los acompañan puede tener un gran impacto en la cantidad de colesterol. Por ejemplo, tomar los huevos con alimentos ricos en grasas saturadas, tales como tocino o salchichas, puede aumentar el colesterol. Por lo tanto, es importante optar por una proporción de alimentos ricos en grasas saludables y consumir huevos con moderación. 

Grasas saturadas

Las grasas de la carne son un factor clave para la salud y el bienestar. Esto se debe a que contienen una variedad de nutrientes, vitaminas y minerales que refuerzan el sistema inmune y contribuyen al rendimiento físico general. Pero como con todos los alimentos, comer demasiada carne grasa puede tener consecuencias negativas para la salud

Los alimentos ricos en grasas saturadas son un problema de salud importante porque elevan el colesterol LDL y aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por eso son alimentos que no debes comer si tienes colesterol, al menos no en exceso. Muchos alimentos de carne, incluyendo carne de res, cerdo, cordero y aves de corral, contienen alto contenido de grasas saturadas. Mientras que una cierta cantidad de grasas saturadas es necesaria para una dieta equilibrada, comer demasiada carne grasa puede aumentar los niveles de colesterol LDL en el cuerpo. 

Para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y de diabetes, es importante moderar el consumo de carne grasa. También es bueno seleccionar cortes de carne con un contenido menor de grasa, como las carnes magras y aves de corral

Lácteos grasos

Los lácteos tienen muchas propiedades beneficiosas para la salud, como una mejor absorción de nutrientes, una reducción del riesgo de enfermedad cardiovascular y una mejora en la salud dental. Sin embargo, se sabe que los lácteos con alto contenido graso como la nata, la mantequilla y la leche entera, pueden aumentar los niveles de colesterol en personas con problemas de salud cardiovascular.  

Esto no significa que los lácteos sean malos para la salud. Las personas que necesitan mejorar sus niveles de colesterol pueden seguir consumiendo lácteos sin problemas, optando por productos con un contenido bajo o medio de grasa, como leche desnatada semi desnatada, yogures desnatados o quesos bajos en grasa. 

Bollería industrial

La bollería industrial entra dentro de los principales alimentos malos para el colesterol. Desde galletas hasta pasteles y dulces, se caracterizan por su alto contenido en grasas saturadas, azúcares y calorías. Contienen gran cantidad de grasas saturadas, la mayoría de las cuales procede de aceites vegetales hidrogenados. Estos aceites incluyen grasas trans, que están directamente relacionadas con un aumento en los niveles de colesterol en la sangre.

Para limitar el consumo de bollería industrial se recomienda optar por alimentos más saludables que contengan grasas insaturadas, como frutos secos y aceites vegetales, y que sean ricos en fibra. 

Refrescos azucarados

Los refrescos azucarados son ricos en azúcares simples, incluyendo la sacarosa, fructosa y maltodextrina. Se descomponen en el cuerpo y se absorben mejor que los carbohidratos complejos, con la consiguiente subida en la concentración de azúcares en la sangre. Esta subida en el nivel de azúcares puede desencadenar una respuesta metabólica en el cuerpo que conduce a un aumento del colesterol y el desarrollo de la obesidad. 

En definitiva, existen ciertos alimentos que tienen efectos beneficiosos o perjudiciales sobre los niveles de colesterol en sangre. Por lo tanto, es necesario saber cuáles son los recomendados para bajar el colesterol, así como aquellos alimentos contribuyen a incrementar sus niveles. Una dieta equilibrada y variada, que incluya alimentos naturales ricos en fibra, ácidos grasos, omega-3, vitaminas y minerales ayudará a mantener los niveles de colesterol a raya. 

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