¿Cuáles son las alergias más frecuentes en verano?

La primavera y el verano son épocas en las que aumentan las alergias. Durante estas estaciones la calidad del aire se transforma y las temperaturas experimentan cambios drásticos. Los alérgenos también cambian en términos de cantidad y calidad. Si bien las alergias pueden ocurrir en cualquier época del año, hay alergias más frecuentes en verano.  

La alergia es una reacción exagerada del sistema inmunológico a un alérgeno y se estima que, después de la infección del resfriado común, es la forma más común de enfermedad crónica. Cuando el sistema inmunológico se enfrenta a un alérgeno se desencadena una respuesta exagerada en el cuerpo, con una variedad de síntomas desagradables como rinitis, tos, congestión nasal, inflamación de la piel, picazón y ojos llorosos, entre otros. La primavera y el verano son los peores momentos para los alérgicos.

Alergia al polen

Al hablar de alergias estacionales, el polen de los árboles y las gramíneas encabezan la lista. A veces son difíciles de manejar para aquellos que sufren de asma, ya que los alérgenos desencadenan un ataque que puede provocar dificultad para respirar. En estos casos, el uso de inhaladores es de gran ayuda. La mayoría de las alergias de primavera y verano están causadas por el polen de algunos árboles como el abedul, el plátano de sombra, el olivo, las arizónicas, las cupresáceas y las palmáceas.

Las alergias a las gramíneas son una reacción alérgica al polen de ciertas plantas como la hierba y el musgo. Esta alergia puede afectar los ojos, la nariz y los pulmones. Los síntomas comunes incluyen estornudos, secreción nasal, ojos llorosos, congestión nasal, dificultad para respirar, tos y picazón. La intensidad y la duración de los síntomas dependen de la exposición al polen de la gramínea.

Durante el verano, el polen de los árboles disminuye, pero el de la hierba y las gramíneas permanece elevado en los niveles en el aire. Esto se debe a que, con el calor, los pastos comienzan a crecer nuevamente (el trigo, la cebada y el centeno generalmente tienen un alto grado de alergias asociadas).

Alergias alimentarias

Otra de las alergias más frecuentes en verano son las alergias alimenticias. Se desarrollan cuando el sistema inmune de una persona reconoce un alimento como un alérgeno y desencadena una respuesta exagerada en el cuerpo. Los síntomas se desarrollan inmediatamente después de la ingestión de los alimentos y generalmente incluyen erupciones en la piel, picazón, diarrea y asma.

Los alérgenos comúnmente asociados con estas reacciones incluyen huevos, mariscos, soja, nueces y leche, entre otros. A menudo pueden causar síntomas como estornudos, fatiga, dolor de cabeza, asma y/o problemas digestivos. Durante el verano, el número de alergias alimentarias aumenta debido a la presencia de más alérgenos en el aire y al incremento de la temperatura.

Además de esto, también puede haber un aumento en el consumo de ciertos alimentos que pueden aumentar la posibilidad de tener reacciones alérgicas, como el melón. En la actualidad, la alergia a melón es la segunda alergia a alimentos vegetales más importante en la población adulta española.

Alergia al sol

Esta alergia es una reacción a la luz del sol. Denominada también como fotodermatosis, ha sido reconocida como una de las alergias más frecuentes en verano. La alergia al sol abarca todas las reacciones adversas debidas a la exposición a la luz solar. Puede provocar síntomas muy desagradables como enrojecimiento y picor en la piel, y en ocasiones hasta ampollas. Estos síntomas pueden durar desde unos días hasta algunas semanas, dependiendo de la duración y la intensidad de la exposición al sol.

Los síntomas de la alergia al sol, una de las alergias más frecuentes en verano, suelen ser similares a la alergia común, aunque hay algunos síntomas específicos. Los principales son:

  • Enrojecimiento intenso de la piel, que puede extenderse rápidamente por todo el cuerpo.
  • Picazón, dolor y ansiedad.
  • Erupción cutánea generalizada.
  • Mareos, vómitos, náuseas y fiebre.
  • Lesiones de la piel, que suelen ser de carácter leve.

Es importante entender que la alergia al sol no es necesariamente una alergia a la luz solar en sí misma, sino más bien una respuesta anormal a algunos de los componentes químicos que se liberan cuando una persona se expone a la luz del sol.

Se deben tomar precauciones para reducir el riesgo de sufrir esta alergia, como evitar la exposición excesiva al sol durante el día, llevar ropa blanca protectora que cubra la mayor parte del cuerpo y usar gafas de sol.

Alergia al cloro

El cloro es un químico que se encuentra en muchas piscinas y puede ser un motivo de preocupación para las personas que sufren de alergias. Está asociada con una respuesta anormal del sistema inmune al contacto con el cloro o con el aire cerca de una piscina. Cuando estas personas entran en contacto con el cloro, desencadenan síntomas similares a los de una alergia común como picazón, enrojecimiento, ronchas o escozor.

Estos síntomas suelen ser leves, pero pueden convertirse en una situación crónica para algunos pacientes. Los niños y los ancianos son especialmente susceptibles a la alergia al cloro, así como a los síntomas que se desencadenan. Esto se debe a que tienen un sistema inmune más vulnerable que el de los adultos.

Por eso es importante concienciar a padres y familiares sobre cómo prevenir las reacciones alérgicas. Las principales medidas de prevención son extremadamente importantes para evitar los síntomas. Incluyen:

  • Usar gafas y tapones para los oídos para evitar el contacto ocular con el agua.
  • Darse una ducha con agua dulce después de nadar.
  •  Usar ropa protectora durante los días de pleno verano para proteger la piel.

El tratamiento más común para la alergia al cloro incluye antihistamínicos y fármacos para calmar la picazón y reducir la inflamación. Los medicamentos tópicos, en forma de ungüentos o cremas, también se pueden recetar para ayudar a aliviar los síntomas.

Alergia a la picadura de insectos

Los insectos y sus picaduras son el principal problema para los alérgicos en esta época del año. Las reacciones pueden ser locales, moderadas o severas. Los principales síntomas son:

  • Urticaria.
  • Inflamación.
  • Enrojecimiento.
  • Vómitos y diarrea.
  • Dificultad para respirar.
  • Shock anafiláctico.

Los insectos que más suelen ocasionar alergias en verano son las avispas, abejas, hormigas, mosquitos y garrapatas. Estos animales tienen un mecanismo de defensa con el cual inyectan veneno o toxinas a nuestro organismo, provocando picaduras dolorosas e irritantes. Si el veneno entra al organismo, el sistema inmune lo considera como una amenaza y comienza a producir anticuerpos llamados IgE (inmunoglobulina E). Estos anticuerpos desencadenan la liberación de histamina y otras sustancias, que son las responsables de los síntomas comunes que sufren las personas alérgicas.

Es recomendable que todas las personas con historia personal o familiar de alergia a picadura de insectos acudan al médico y se sometan a pruebas para determinar si son alérgicos o no. Esto permitirá que el médico les indique los medicamentos para tratar las reacciones alérgicas.

En conclusión, son muchas las alergias más frecuentes en verano, aunque hemos intentado desglosar las principales. Si tienes alguna de ellas es importante que lleves un control médico, para evitar efectos indeseados. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites, sin esperas y a precios muy asequibles. Ahora puedes comprar una consulta de alergología desde 26 euros.

Neumonitis por hipersensibilidad (Alveolitis Alérgica Extrínseca)

La neumonitis por hipersensibilidad, también conocida como alveolitis alérgica extrínseca (AAE), es un trastorno respiratorio caracterizado por la presencia de inflamación y respuesta inmune en los bronquiolos y alvéolos. Esta enfermedad pulmonar se produce como resultado de la exposición prolongada a una sustancia, o «alérgeno», que el cuerpo percibe como extraña y peligrosa

Los antígenos desencadenantes más comunes implicados en la AAE incluyen el polvo, los mohos, los ácaros o la caspa de animales. Esta patología se engloba dentro de las alergias respiratorias

¿Qué es la Neumonitis por Hipersensibilidad? 

La AAE es una respuesta inmune a los alérgenos. Aunque el mecanismo en el que se desarrolla es desconocido, se cree que las células inmunitarias del cuerpo detectan un alérgeno particular como una amenaza y se activan. En ese momento liberan compuestos inflamatorios, que son responsables de la inflamación y, más tarde, de los síntomas.

En la actualidad se han identificado más de 300 compuestos como los causantes de la AAE. No obstante, los antígenos encontrados en trabajos agrícolas, contacto con aves y aguas contaminadas suponen alrededor del 75% de los casos.

Esta patología se encuentra dentro de las enfermedades pulmonares intersticiales. Se produce más comúnmente a adultos en edad laboral, si bien la enfermedad puede presentarse en todas las edades. 

Causas de la neumonitis por hipersensibilidad

Las principales causas de AAE son: 

  • Polvo ambiental. 
  • Sustancias industriales. 
  • Humo del tabaco. 
  • Alérgenos alimentarios. 

Además, los estudios indican que ciertos medicamentos, tales como la penicilina, también pueden contribuir a la inflamación de los pulmones. 

En cuanto a la prevalencia de neumonitis por hipersensibilidad, un estudio publicado en el Boletín de la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología (2011) señala que el 1-5% de los casos de enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC) están causados por la hipersensibilidad.

Factores de Riesgo de Neumonitis por Hipersensibilidad 

Existen diferentes factores de riesgos para la AAE, aunque los principales son: 

  • Exposición laboral a determinadas sustancias alérgicas. Se ha demostrado que el riesgo es mayor para aquellos que trabajan en entornos laborales donde hay una exposición crónica a alérgenos, como espacios cerrados sin ventilación o donde hay una gran cantidad de polvo o contaminantes del aire. 
  • Edad avanzada. Se relaciona con un mayor riesgo de desarrollar AAE, así como la presencia de ciertos trastornos a menudo asociados con el síndrome de hipersensibilidad y los trastornos autoinmunes refractarios a un tratamiento previo. 
  • Personas con antecedentes de alergia. Puede explicarse porque ciertas personas son más susceptibles a los alérgenos y, como resultado, tienen una mayor sensibilidad a la exposición. 

Síntomas de neumonitis por hipersensibilidad

Su desarrollo implica una variedad de signos y síntomas, que van desde la tos y el dolor torácico hasta la insuficiencia respiratoria. Muchos pacientes también experimentan agotamiento, fatiga y depresión como resultado de la AAE. 

Como hemos dicho, los síntomas de la alveolitis alérgica son: 

  • Tos persistente. Puede variar desde infrecuente a persistente, así como puede acentuarse al contacto con el alérgeno.
  • Disnea. Se manifiesta como la baja tolerancia para la actividad física.
  • Dolor torácico

Además, los pacientes también pueden experimentar fatiga, insomnio, irritabilidad y pérdida de apetito. Otros síntomas asociados con la AAE que deben tenerse en cuenta son: 

  • Rinorrea. 
  • Dolor de mandíbula. 
  • Dolor de cabeza. 

Tipos de Neumonitis por hipersensibilidad

Existen dos tipos principales de neumonitis por hipersensibilidad: aguda y crónica. Ambas producen inflamación intersticial aguda y el desarrollo de granulomas y fibrosis cuando se produce una exposición dilatada. Sin embargo, hay algunas diferencias esenciales entre ellas.

  • Alveolitis alérgica extrínseca aguda. Se desarrolla a partir de la exposición alérgica reciente a una importante cantidad de antígenos, en personas previamente sensibilizadas. Esta enfermedad generalmente se manifiesta con la presencia de fiebre alta, tos con esputos sanguinolentos y secreciones claras, alivio con oxígeno y dificultades respiratorias con aleteo nasal y opresión diafragmática. Estos síntomas, en el peor de los casos, pueden presentar síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) como resultado de la destrucción de tejido pulmonar, lo que puede comportar una disminución permanente de la función respiratoria.
  • Alveolitis alérgica extrínseca crónica. La neumonitis por hipersensibilidad crónica se desarrolla como consecuencia de la exposición de larga duración a bajos niveles de alérgenos respiratorios o industriales en el ambiente. Es una enfermedad rara con síntomas similares a los de la alveolitis alérgica extrínseca aguda pero más leves y con menor hinchazón pulmonar. Esto se debe a que la reacción alérgica ocurre a un ritmo más gradual y, en algunos casos, los síntomas pueden no aparecer durante varios años. Incluyen intolerancia al ejercicio, tos seca con esputo claro e inflamación del tejido pulmonar e hinchazón.

Diagnóstico de Neumonitis por Hipersensibilidad 

El diagnóstico de esta patología es clínico e implica una combinación de la historia del paciente, los síntomas y otros datos recogidos durante la visita médica. También debe incluir pruebas complementarias para confirmar que el paciente es sensible a determinados alérgenos. Estas pruebas se denominan test de provocación, que son los estudios más fiables para determinar la sensibilidad e hipersensibilidad a un alérgeno. 

Se pueden realizar también otras pruebas como la espirometría, para comprobar una disminución transitoria de la capacidad respiratoria. Otras herramientas para el diagnóstico temprano incluyen la radiografía de tórax, TC de alta resolución, broncoscopia con lavados, pruebas de función pulmonar o biopsia.

Debido a su naturaleza crónica, hay casos en que los síntomas respiratorios como la tos, la disnea y las sibilancias pueden ser leves o no presentarse en la mayoría de los pacientes. Por el contrario, en menos del 10 % de los casos, los síntomas pueden ser tan graves como para causar insuficiencia respiratoria y necesidad de usar equipos de ayuda respiratoria. Esto pone de relieve la importancia de llevar a cabo un examen físico completo para la detección de signos y síntomas que pueden indicar neumonitis alérgica. 

El diagnóstico correcto de la AAE sigue siendo un desafío para los médicos debido a su patogenia compleja y a los diferentes tipos de respuestas alérgicas posibles. El conocimiento de la historia y el patrón de reacciones alérgicas, y una buena recopilación e interpretación clínica y de pruebas pueden permitir al alergólogo hacer un mejor diagnóstico. 

Tratamiento de neumonitis por hipersensibilidad

Todos los pacientes con AAE deben recibir terapia antiinflamatoria para reducir los síntomas y evitar complicaciones. Además, los medicamentos antiinflamatorios también están indicados para prevenir la exacerbación de los síntomas y la reaparición de los signos y síntomas de AAE. 

Los tratamientos incluyen: 

  • Tratamiento farmacológico. Usar antihistamínicos para controlar los síntomas, como la picazón u otros síntomas alérgicos. 
  • Corticosteroides. Se pueden usar para reducir la inflamación de los pulmones. 
  • Evitar alérgenos. Si hay algo en particular que está desencadenando la reacción alérgica en los pulmones, será importante evitarlo. Esto puede incluir alérgenos de animales, polvo u otros alérgenos ambientales. 
  • Terapia respiratoria. Se realizan ejercicios respiratorios para mejorar el flujo de aire y mantener los pulmones limpios. Esto también puede ayudar a prevenir el desarrollo de infecciones secundarias. 
  • Tratamiento de la infección: Si la enfermedad se complica con una infección bacteriana, puede recibir tratamiento antibiótico con prescripción médica.

Pronóstico de la AAE

Los cambios en el cuerpo causados por la patología aguda pueden revertirse por completo si se trata a tiempo y se evitan los factores desencadenantes. Es decir, la neumonitis por hipersensibilidad tiene cura. La enfermedad aguda suele pasar en unas horas si se previene una nueva exposición al antígeno. La enfermedad crónica, por su parte, es más difícil de tratar, ya que la fibrosis puede no ser reversible, aunque puede detenerse si el paciente evita la exposición al antígeno.

Prevención de la AAE

Para prevenir la neumonitis por hipersensibilidad, los trabajadores en áreas con exposición a antígenos deben prevenir el contacto con ellos. Esto significa evitar el polvo, llevar mascarillas y filtros de aire, utilizar pesticidas y mantener una buena ventilación. 

Las superficies húmedas también deben eliminarse para evitar una proliferación de antígenos. Si la exposición se vuelve ineludible, estas medidas solas no serán suficiente, se requieren controles adicionales para prevenir la propagación.

Si crees que puedes padecer esta patología te aconsejamos que acudas a un especialista para que realice un diagnóstico adecuado y ponga el tratamiento más efectivo. En SaludOnNet contamos con médicos dispuestos a ayudarte en lo que necesites. Ahora puedes comprar una consulta de alergología desde 26 euros.

¿Por qué me pican los mosquitos más que al resto de las personas?

Con la llegada del buen tiempo aparecen los insectos y pican los mosquitos. Siempre hay personas que se llevan la peor parte; incluso en una misma habitación, hay quien parece invisible para estos insectos y quien es la diana de todos ellos. Esto ocurre porque no se lanzan a morder a las personas al azar, sino que consideran factores específicos como la temperatura de la piel y la química corporal. Pero ¿qué es lo que los atrae? ¿Por qué las personas reaccionan de forma diferente?

Curiosidades de los mosquitos

Estos insectos pertenecen al orden de los dípteros, una de las especies más abundantes e importantes del planeta. Están en todas partes, desde zonas áridas a zonas tropicales, y afectan a la salud de millones de personas. Existen cerca 3500 especies de mosquitos en el mundo y cada especie tiene un ciclo de vida diferente, que incluye cuatro etapas principales: huevo, larva, pupa y adulto.

Los huevos se depositan en el agua por la hembra adulta; después cristalizan y se convierten en larvas que nadan libremente. Pasados 12 o 14 días se forman pupas, que acaban transformándose en adultos. Los adultos salen del agua con alas y se reproducen para dar inicio al ciclo de vida de nuevo; usan el agua en busca de alimento para mantenerse vivos. La actividad principal de los mosquitos se produce en la puesta de sol y continúa durante la noche.

¿Por qué pican los mosquitos?

Cuando los mosquitos pican a una persona, lo hacen para extraer sangre, necesaria para el desarrollo de sus huevos. El insecto usa su pequeña trompa como una aguja para perforar la piel. Su saliva contiene una serie de compuestos, entre los que están la listerona y sus derivados, que ayudan a prevenir la coagulación de la sangre. Causan una reacción alérgica en la mayoría de las personas, que provoca enrojecimiento, picazón e hinchazón. Lo mismo ocurre con la picadura de los himenópteros.

¿Qué atrae a los mosquitos exactamente?

Los mosquitos detectan a sus presas por medio de algunos factores como:

  • La temperatura de la piel. Cuando están buscando una presa para alimentarse, perciben su temperatura con los sensores termorreceptores. Las personas tienen temperaturas más altas que el medio ambiente, y esto atrae a los mosquitos. Quienes tienen temperaturas corporales más altas suelen ser más propensas a ser picadas.
  • La química de la piel.
  • El movimiento. Detectan el movimiento cercano con sus sensores de vibración y visiones. Esto significa que cuanto más se mueve alguien, más llaman su atención. Esta es la razón por la cual estos insectos están más en las zonas con actividad humana, como parques o espacios abiertos.
  • El dióxido de carbono. Se cree que los mosquitos son incapaces de detectar el dióxido de carbono directamente, sino que lo hacen a través del olor de los compuestos volátiles emitidos en la piel. Se han identificado algunos específicos emitidos por la piel de las personas, que pueden percibir como señales de alimento.

Cómo eligen a su presa cuando pican los mosquitos

Aunque perciben los mismos factores para detectar su presa, algunas personas son más propensas a sufrir sus picotazos. Esto se debe a que los humanos somos muy diferentes en términos de química corporal. Los factores genéticos y hormonales influyen en los compuestos volátiles detectados por estos insectos, lo que significa que algunas personas son más o menos atractivas para los mosquitos, dependiendo de sus compuestos volátiles particulares.

Así, los investigadores han visto que un gran porcentaje de las personas sensibles a los picotazos presentan una alta concentración de listerona y sus derivados en la sangre.

Otros estudios también han relacionado por qué pican los mosquitos con otros factores, como la genética y el estado de salud general. Se ha constatado que las personas con un sistema inmune reducido tienden a ser más propensas a sufrir una reacción alérgica al picor del mosquito. Esta condición puede estar causada por enfermedades, medicamentos o déficit de algunas vitaminas y minerales.

Además, algunos factores ambientales también influyen. Esto significa que, según la humedad y el calor ambiental, hay quien es más propenso y le pican los mosquitos más.

Perfil de las personas más propensas a las picaduras

Diversas investigaciones han demostrado que existen varios factores que influyen en que a unas personas les piquen más los mosquitos que a otras. Los “afortunados” suelen cumplir alguna o varias de las siguientes características:

  • Genética. Algunas personas tienen una genética que genera un olor que atrae más que otros.
  • Transpiración.  La cantidad de sudor que producimos influye en el grado de atracción.
  • Ciclo menstrual. Algunos estudios han mostrado que las mujeres, durante su etapa de ovulación, son más susceptibles a ser picadas que en otras fases del ciclo. Esto es debido a que los olores corporales cambian durante este período
  • Tipo de Sangre. Prefieren ciertos tipos de sangre, como los de tipo «O».
  • Profesión.  Algunos oficios pueden ser más atractivos para estos insectos. Entre ellos destacan las personas que trabajan en labores al aire libre como agricultores, jardineros…etc.
  • Alimentación. La ingesta de algunos alimentos, como la carne roja, también contribuye a ser más atractivo para los insectos, puesto que aumenta el nivel de ácido láctico en el cuerpo.

¿Cómo evitar los picores?

A pesar de la facilidad con la que detectan a sus presas, es posible reducir el número de mordidas. Algunas medidas para prevenir la picadura de mosquitos son:

  • Uso de insecticidas y repelentes. Hay muchos insecticidas y repelentes comerciales disponibles en el mercado, como cremas y aerosoles. Estos productos tienen químicos activos capaces de alejar a los mosquitos. Se deben aplicar en la piel, cubriendo el área a proteger durante 1-2 horas. Los repelentes e insecticidas en aerosol son particularmente eficaces para reducir el número de mordidas.
  • Cambios en el comportamiento. Hablamos de cambiar la vestimenta, usar prendas de manga larga en las zonas pobladas por insectos, no usar perfumes y llevar ropa de colores que no sean demasiado llamativos.  
  • Permanecer en áreas ventiladas, con un flujo de aire, donde los tienen menos probabilidades de encontrar una presa.
  • Eliminar los criaderos de mosquitos, que son los lugares donde los huevos pueden eclosionar. Esto se puede lograr con el control de plagas y el tratamiento de áreas con insecticidas.

En conclusión, los mosquitos son una de las especies más abundantes del planeta y afectan la salud de millones de personas. Si cumples alguno de los requisitos para ser un blanco perfecto de estos insectos, lo mejor es que les combatas con la mejor arma, la prevención. Si necesitas más indicaciones o un tratamiento para evitar la hinchazón que producen las picaduras, te aconsejamos que acudas el alergólogo para que te explique cómo actuar. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte y a un precio muy asequible. Ahora puedes comprar una consulta de alergología desde 26€.

¿Qué tipos de alergias respiratorias existen?

Las alergias respiratorias son una respuesta exagerada de nuestro sistema inmunológico a una sustancia a veces inofensiva que se inhala. Estas sustancias se llaman alérgenos y pueden provenir de plantas, animales, polvo doméstico, ácaros del polvo, caspa y moho

Los diferentes tipos de alergias respiratorias afectan a personas de todas las edades y no se pueden curar, ya que es una enfermedad crónica, no obstante, hay tratamientos que permiten controlar los síntomas. 

Manifestaciones más habituales de las alergias respiratorias

¿Qué tipos de alergias respiratorias existen? Las manifestaciones más habituales de las alergias respiratorias son: 

  • Rinitis alérgica. También conocida como alergia estacional o alergia al polen, es la más común. Esta afección provoca dificultades para respirar debido a la inflamación de la nariz y de los senos, así como estornudos y picazón nasal. Suele estar causada por el polen, el polvo, los ácaros del polvo, la caspa y el moho.
  • Asma bronquial, provocada por alérgenos como el polvo o el moho. El asma causa problemas respiratorios como dificultad para respirar y sibilancias. 
  • Alveolitis alérgica, una afección que causa hinchazón e inflamación en los pulmones. Los síntomas incluyen tos, dificultad para respirar, pecho en los pulmones y sibilancias.

Rinitis alérgica

La rinitis alérgica es uno de los tipos de alergias respiratorias que existen. Es una enfermedad crónica inflamatoria que afecta a las membranas mucosas de la nariz, provocando irritación, enrojecimiento, estornudos, ardor, congestión y descarga acuosa. Está causada por el contacto con alérgenos específicos como el polen, los ácaros del polvo y el pelo de animal. 

Los síntomas de rinitis alérgica aparecen cuando el sistema inmunológico reacciona exageradamente a un alérgeno. Se caracterizan por estornudos frecuentes, congestión nasal, corrimiento nasal, lagrimeo, prurito en la nariz, cara y ojos, además de ardor y dolor de garganta. También se puede reducir la sensación de olfato. Los síntomas generalmente empeoran cuando la persona se expone al alérgeno, lo inhala o el aire se vuelve frío y seco. Las condiciones meteorológicas (lluvia, viento, sol) y el clima también pueden influir.

Cómo aliviar los síntomas de la rinitis crónica

Los tratamientos incluyen medicamentos como descongestionantes, antihistamínicos o inmunoterapia. Además, hay varias medidas prácticas que se pueden tomar para reducir los síntomas de rinitis alérgica, tales como: 

  • Evitar los alérgenos que causan los síntomas. 
  • Lavar la ropa de cama, almohadas y edredones con agua caliente. 
  • Limpiar diariamente. 
  • Usar aspersores, humidificadores u otros equipos especializados para reducir la proliferación de alérgenos, y mantener los ventiladores de goteo limpios y secos. 

Asma bronquial

El asma bronquial es una afección respiratoria crónica que causa inflamación excesiva de los bronquios o los bronquios y los pulmones. Es uno de los tipos de alergias respiratorias que causa estornudos, tos, sibilancias y otros síntomas relacionados con dificultades respiratorias

Afecta a cerca de 235 millones de personas en todo el mundo, especialmente a niños y adultos jóvenes. El asma se debe a múltiples factores como el estrés, el ejercicio, ciertos medicamentos, cambios de temperatura, alérgenos ambientales como el polen, ciertos combustibles, aerosoles y envases metálicos, y, en algunos casos, a una alergia pulmonar. 

Cómo aliviar los síntomas del asma bronquial

Muchas personas con asma responden bien al tratamiento con medicamentos preventivos, como los inhaladores de esteroides para ayudar a prevenir los síntomas. Los inhaladores también contienen broncodilatadores, que dilatan los bronquios aliviando los síntomas. 

La educación del paciente es un elemento clave para la gestión eficaz del asma bronquial. Es necesario comprender los factores desencadenantes y cómo prevenir estos episodios. El estilo de vida saludable también ayuda a reducir la prevalencia y la gravedad del asma. Esto incluye: 

  • Evitar los factores desencadenantes tales como el humo. 
  • Práctica regular de actividad física. 
  • Reducción del estrés. 
  • Consumo de alimentos saludables. 

El control del asma es importante ya que los pacientes con asma crónica son propensos a ataques severos, así como complicaciones graves e incluso mortales. 

Los síntomas, sin embargo, pueden ser tratados con medicamentos, y los pacientes con asma pueden tener una vida normal si reciben el tratamiento adecuado.

Alveolitis alérgica

La alveolitis alérgica es otra de los tipos de alergias respiratorias que se producen cuando una persona inhala ciertas sustancias alergénicas presentes en el aire. Es una afección pulmonar relativamente común que puede causar síntomas tales como tos, fatiga, falta de aliento, dificultad para respirar y dolor en el pecho, y que suelen desaparecer sin tratamiento, pero en algunos casos pueden ser graves y requerir tratamiento médico

La alveolitis alérgica puede estar causada por polvo, humo de tabaco, polen, ácaros del polvo y otras partículas presentes en el aire. Los síntomas pueden ser similares a los de un resfriado común, lo que dificulta el diagnóstico. Puede provocar dolor en el pecho, dificultad respiratoria por alergia, tos con flemas y sensación de cansancio. Desaparecen en unas pocas semanas sin necesidad de tratamiento; cuando no lo hacen se puede comenzar un tratamiento con antihistamínicos y tomar corticosteroides orales y en inhalador para reducir la inflamación y aliviar los síntomas. 

Para reducir el riesgo de desarrollar esta afección, es importante evitar exponerse a los factores desencadenantes. Se trata de evitar situaciones que pueden provocar que la persona inhale los agentes alergénicos. Esto incluye: 

  • Tomar precauciones al limpiar el polvo de la casa. 
  • Evitar fumar. 
  • No estar cerca de animales domésticos. 
  • Evitar zonas de polen altas durante la primavera. 

Síntomas de las alergias respiratorias

Los principales síntomas varían según la gravedad de la afección y el alérgeno que ha desencadenado. Atendiendo a los tipos de alergias respiratorias serían: 

  • En la rinitis alérgica: estornudos, congestión nasal, picazón nasal y lagrimeo excesivo. 
  • En el asma bronquial: estornudos, picazón y congestión nasal, dificultad para respirar, sibilancias, tos y sensación de opresión en el pecho o asfixia. 
  • En la alveolitis alérgica: sintomatología respiratoria como tos, dificultad para respirar, sibilancias, dolor en el pecho y sibilancias. 

¿Cómo saber si tenemos alergia respiratoria?

Es posible detectar alergias respiratorias mediante un examen físico y la realización de pruebas para detectar los alérgenos a los que se es alérgico. Se realiza una prueba cutánea y un examen de sangre para identificar los alérgenos responsables.

¿Cómo saber qué tipo de alergia respiratoria tengo? 

Los tipos de alergias respiratorias se pueden determinar mediante un examen físico junto con pruebas para descubrir el alérgeno que causa la alergia. 

La primera prueba para diagnosticar una alergia respiratoria es la prueba cutánea. Se realiza pinchando la piel con una aguja y colocando una pequeña cantidad de los alérgenos que el médico cree que están causando la afección. Si la piel se irrita en la zona, se demuestra que el paciente tiene alergia al alérgeno que se ha colocado. 

Los alérgenos pueden ser plantas, polvo doméstico, ácaros del polvo, pelo de animal, moho… etc.  

Otro tipo de prueba es una prueba de sangre. Está diseñada para detectar los anticuerpos producidos como respuesta a la exposición al alérgeno. 

¿Cómo saber si tengo tos por alergia? 

Una tos provocada por alergias respiratorias a menudo viene acompañada de otros síntomas como congestión nasal, estornudos, picazón nasal, ojos llorosos e hinchazón de la cara. Si una persona experimenta estos síntomas además de la tos, hay una alta probabilidad de que esté teniendo una reacción alérgica. 

Si sospecha que su tos está relacionada con una alergia, es importante consultar con un médico para determinar el alérgeno responsable y obtener la mejor ubicación y tratamiento para sus síntomas.

Causas de las alergias respiratorias

 La causa exacta de las alergias respiratorias no está clara, aunque se cree que es una reacción exagerada del sistema inmunológico del cuerpo a ciertos alérgenos. Cuando se desencadena una alergia, el cuerpo produce una reacción inflamatoria que provoca síntomas como estornudos, picazón en los ojos, cabeza y nariz, y dificultad respiratoria. 

Existe una variedad de factores que pueden desencadenar o contribuir al desarrollo de alergias respiratorias. Estos factores pueden incluir: 

  • Genética. Las alergias a ciertos alimentos y alérgenos respiratorios pueden ser heredadas. 
  • Ambiente. Los alérgenos ambientales como el polen, los productos químicos y el humo de tabaco pueden empeorar los síntomas. 
  • Estilo de vida. Si una persona vive en un lugar con mucho polvo o es expuesta a grandes cantidades de productos químicos, sus riesgos de desarrollar alergias respiratorias aumentarán. 
  • Edad. Los bebés y los niños tienen un riesgo mayor debido a un sistema inmunológico inmaduro. Las alergias respiratorias en bebés son una preocupación muy común, ya que muchos tipos de alergias respiratorias se desarrollan desde una edad muy temprana. Es importante detectar estas alergias lo más pronto posible para controlar los síntomas y aliviar el malestar de los bebés lo antes posible.
  • Sexo. Los hombres presentan un mayor riesgo que las mujeres. 

Es importante tener en cuenta que los alérgenos respiratorios también pueden afectar a personas que no son alérgicas. En estos casos pueden desarrollar síntomas inmediatos, como congestión nasal o dificultad para respirar, cuando se les expone a un alérgeno. 

Alergia respiratoria: tratamiento

El tratamiento para alergias respiratorias se basa principalmente en el uso de medicamentos. 

  • Medicamentos. Estos incluyen antihistamínicos orales, como loratadina, cetirizina y fexofenadina, que ayudan a controlar los síntomas de la alergia. Los inhaladores de esteroides también son eficaces para aliviar los síntomas respiratorios, como la congestión nasal, picazón, estornudos y dificultad para respirar, y también suprimir el proceso inflamatorio crónico que contribuye a la reactividad de los alérgenos. Otros medicamentos, como los agonistas de los receptores de la hormona estimulante de la tiroides (B2-adrenérgicos), también se pueden utilizar para aliviar la dificultad para respirar.
  • Vacunas. Pueden utilizarse para reducir la sensibilidad a los alérgenos y mejorar los síntomas y se recomiendan para los pacientes con síntomas respiratorios recurrentes o graves. 
  • Tratamientos caseros. Incluyen el uso de vaporizadores para aliviar la congestión nasal, utilizar paños húmedos para reducir los estornudos, evitar los alérgenos conocidos y respetar los horarios de medicación para prevenir y controlar los síntomas. Asimismo, se recomienda la limpieza adecuada de los ambientes para controlar la exposición a los ácaros, la hierba y el polen. Un tratamiento natural para la alergia respiratoria puede incluir la incorporación de alimentos ricos en antioxidantes, la reducción del polen en el entorno, la realización de ejercicio diario y la inclusión de productos naturales como el propóleo en el consumo diario.

¿Cuánto tiempo dura una alergia respiratoria?

La duración de una alergia respiratoria depende de la causa. La mayoría de los tipos de alergias respiratorias son crónicos, lo que significa que duran mucho tiempo. Por este motivo es importante que los afectados sigan un tratamiento para controlar los síntomas.

Las alergias del sistema respiratorio son comunes y afectan a millones de personas. Si piensas que puedes tener alergia, debes acudir a consulta con el alergólogo para realizar las pruebas necesarias que identifiquen el alérgeno. En SaludOnNet puedes comprar una consulta con un alergólogo desde 26 €, eligiendo entre 4000 clínicas y hospitales en toda España. 

¿Qué es la rinitis alérgica y cómo se trata?

La rinitis alérgica es un trastorno crónico común que afecta a las membranas mucosas del revestimiento de la nariz. Se produce cuando el sistema inmune de una persona reacciona exageradamente a ciertas sustancias que generalmente están en el aire, como el polen los ácaros del hogar, el moho, los animales domésticos o el pelo de los animales. El cuerpo libera histamina al entrar en contacto con los alérgenos, lo que causa una serie de síntomas de alergia como estornudos, secreción nasal u ojos llorosos, entre otros.

También conocida como fiebre del heno, es una condición médica común que afecta a personas de todas las edades, especialmente a los niños. Recibe este nombre porque los síntomas aparecen durante la temporada de crecimiento de hierba o polen.

Suele ser inofensiva para la mayoría, pero hay algunos tratamientos comunes que pueden ayudar a aliviar los síntomas.

Causas de rinitis alérgica

Hay una variedad de factores que contribuyen a la aparición de esta afección. Los alérgenos más comunes incluyen el polen de las plantas, el polvo y las mascotas. Cuando entran en contacto con la nariz, la producción de histamina aumenta y causa síntomas alérgicos. Así, las personas que viven con animales de pelo duro como los gatos y los perros están en mayor riesgo de tener esta afección crónica.

Además, una reacción alérgica puede estar relacionada con ciertos alimentos, medicamentos, irritantes del aire externo (como el humo de tabaco), químicos y determinados tipos de infecciones de las vías respiratorias altas.

Existen otros factores relacionados, como los cambios hormonales, el desequilibrio de la flora bacteriana en el tracto respiratorio, el clima frío y la intolerancia a determinados alimentos, como la leche. Las alergias alimentarias también pueden desencadenar síntomas de rinitis, tanto alérgica como no alérgica. Algunos tipos de alimentos como la leche, algunas frutas y verduras, el pescado blanco, el ajo y la cebolla, chocolate, huevo y productos derivados de huevo también pueden hacer que aparezca.

Es importante que las personas con síntomas persistentes vean a su proveedor de atención médica para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuado.

Síntomas de rinitis alérgica

Los síntomas de la rinitis alérgica aparecen por la producción excesiva de histamina liberada por el cuerpo al entrar en contacto con las partículas alergénicas. Estos alérgenos son sustancias que el revestimiento nasal de la persona interpreta como amenazantes, por lo que sus células mastocitarias liberan químicos para desencadenar la respuesta alérgica. Incluye una serie de síntomas congestivos e inflamatorios, así como una reacción de hipersensibilidad, como la producción excesiva de moco y una congestión nasal.

Los síntomas más comunes empiezan pasadas unas pocas horas de la exposición al alérgeno. Son:

  • Secreción nasal.
  • Estornudos.  
  • Ojos llorosos.
  • Secreción ocular.

Algunas personas también pueden experimentar otros como:

  • Congestión nasal.
  • Hedor nasal.
  • Lagrimeo.
  • Picazón nasal.
  • Dolor de garganta.

Hay algunos casos donde las personas también tienen:

  • Fatiga.
  • Dolores de cabeza.
  • Tos.
  • Dificultades para respirar.

Diagnóstico de la rinitis alérgica

La rinitis alérgica se diagnostica a menudo a través de la historia clínica. El médico generalmente pregunta acerca de los síntomas, la duración, el patrón y la severidad del problema. También valora si hay algún factor ambiental asociado, como la exposición al pelo de los animales, el polen o los cambios estacionales.

Asimismo, realiza pruebas para determinar el tipo exacto de alérgeno que desencadena los síntomas. Pueden incluir:

  • Alergia intradérmica.
  • Pruebas cutáneas.
  • Pruebas de Inmunoglobulina E (IgE).
  • Pruebas de sangre para detectar anticuerpos IgE específicos.

En algunos casos, el médico también puede realizar un examen físico para observar los síntomas y descartar otros trastornos nasales, como la rinitis no alérgica. Una vez que se ha identificado el alérgeno, el médico receta medicamentos adecuados para aliviarlos y manejar la alergia.

Tratamiento rinitis alérgica

Existen varias formas de tratar la rinitis alérgica. Antes de empezar cualquier tratamiento es esencial que consultar con el médico para determinar qué alérgeno está provocando los síntomas y para determinar el mejor tratamiento específico para la condición. La mayoría de los tratamientos son:

  • Medicamentos, como los antialérgicos, sprays nasales o antibióticos. Los medicamentos más comunes se dividen en dos grupos:
    • Antialérgicos (alergodilizantes). Son los más utilizados para el tratamiento y consisten en antihistamínicos de acción oral y tópica, agonistas beta-1 antialérgicos y antagonistas de los receptores colinérgicos. Estos medicamentos modifican la respuesta inflamatoria al alérgeno reduciendo la liberación de histamina a niveles aceptables.
    • Corticosteroides nasales. Reducen la inflamación nasal aliviando los síntomas asociados. Un ejemplo son los aerosoles nasales.
  • Inmunoterapia.
  • Cambios en los hábitos cotidianos, como:
  • Limpieza del hogar para evitar los alérgenos conocidos.
  • Lavar la ropa con agua caliente.
  • Asear las almohadas y las sábanas con frecuencia.
  • Usar un humidificador para mantener la humedad en el aire bajo control.
  • Eliminar los alérgenos y el aire seco de los hogares. Se recomienda quitar alfombras, mantas y otros objetos que contengan alérgenos.
  • Usar las aspiradoras con filtros para mantener el hogar libre de polvo y polen.
  • Evitar los síntomas comunes desencadenantes como el humo de tabaco, los vapores tóxicos, la contaminación, y los productos horneados comunes como el pan, galletas, dulces, y otros.
  • Realizar ejercicios físicos para mantener el sistema respiratorio saludable.
  • Llevar una rutina que incluya lavado nasal, exposición por vapor, inhalación de aceite esencial, vaporizadores y agua salada caliente.

Es importante entender que el tratamiento es más eficaz cuando se usa una combinación de medicamentos y terapias. Además, debe ser adaptado al paciente e individualizado en función de sus síntomas, lo que significa que los medicamentos deben ser prescritos con cuidado tras una evaluación adecuada.

Consecuencias de la fiebre del heno

La rinitis alérgica puede ser difícil de evitar, especialmente durante los meses primaverales, cuando hay más polen en el aire. Si se deja sin tratar, puede conducir a varios problemas de salud innecesarios como:

  • Infecciones del oído. El exceso de líquido en la cavidad detrás de los oídos puede alterar el equilibrio ocasionando infecciones en el oído. Estas infecciones pueden causar dolor, fiebre y problemas para escuchar.
  • Asma: El exceso de mucosidad en los pulmones puede provocar una reacción de asma. Esto causa síntomas como respiración sibilante, falta de aliento y problemas para respirar adecuadamente.
  • Sinusitis: La congestión nasal y la mucosidad excesiva en los senos paranasales pueden causar infecciones y problemas relacionados con los senos nasales. Se conoce como sinusitis y puede producir dolor facial, dolor de cabeza y fatiga.
  • Hipertensión: Demasiado flujo de secreción nasal puede hacer que aumente la presión en los vasos sanguíneos en la cabeza y el cuello, lo que puede afectar la presión arterial y contribuir al desarrollo de hipertensión y otros problemas relacionados con la presión arterial.

El tratamiento de la rinitis alérgica, con medicamentos como las dosis de esteroides, antihistamínicos y descongestivos nasales, es cada vez más reconocido por los profesionales de la salud como un método eficaz para aliviar los síntomas y prevenir los problemas de salud asociados con esta enfermedad. Al mismo tiempo, evitar la exposición a los alérgenos es clave para mantener la salud ya que, si se deja sin tratar, puede conducir a problemas de salud graves e innecesarios.

Si crees que tienes rinitis alérgica debes acudir al médico para que realice un diagnóstico. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte. Puedes comprar una consulta con un alergólogo desde 26 euros y elegir entre un amplio cuadro médico en toda España.

¿Qué hacer ante las picaduras de himenópteros, avispas o abejas?

Con la llegada del calor son más frecuentes las picaduras de himenópteros, grupo de insectos en el que están las avispas y las abejas. Pasamos más tiempo al aire libre, vestimos con colores más llamativos y muchas veces comemos en el campo o la piscina, llamando la atención de estos animales.

Es importante distinguir cómo es la picadura de cada uno de ellos.

  • Avispas. Estos insectos pican y muerden. Cuando pican retraen el aguijón, por lo que una persona puede ser picada varias veces por la misma avispa. El insecto deja el agujero con veneno y se marcha con su aguijón.
  • Abejas. Pican las hembras y dejan el aguijón dentro, así como una bolsa amarilla en la parte externa del cuerpo, que está llena de toxinas. Después se mueren. No hay que explotar la bolsa y hay que extirpar el aguijón con cuidado, preferiblemente rascándolo con las uñas o con una tarjeta, no con pinzas.   

Los himenópteros pican y envenenan, pero a no ser que la persona sea alérgica, solo provocan una ligera inflamación de la zona que causa molestias.

Al introducirse el veneno en el cuerpo la toxina que tiene mata a las células. Cuando es una picadura aislada, siempre que no se sea alérgico, no hay problema. Cuando son muchos los himenópteros que pican a la vez a una persona es importante acudir a urgencias, porque todo el veneno que han inoculado puede llegar a producirle la muerte.

Cómo aliviar los síntomas de la picadura de himenóptero

Los himenópteros pican más en los meses cálidos porque se hace más vida al aire libre y estos insectos están más activos.

El veneno, tanto de las avispas como de las abejas, produce una reacción local que se traduce en dolor y enrojecimiento de la zona. El veneno entra en el torrente sanguíneo y va a producir un habón, que se va a poner rojo y duro.  

Lo primero que hay que hacer es, tras la picadura, sacar el aguijón en el caso de que el insecto haya sido una abeja y no presionar la bolsa para que no se extienda el veneno. Después lavar con agua y jabón la herida, para desinfectarla y evitar que no entren bacterias.

A continuación, es bueno aplicar frío local, para evitar la aparición de una vejiga o abultamiento de la piel, con líquido, y que duela más.

También se pueden usar barritas anti-picaduras, que llevan productos de amoniaco. En los casos más serios se recomiendan antihistamínicos y corticoides.

Qué hacer en caso de alergia a la picadura de avispas o abejas

Las personas se hacen alérgicas a las picaduras de avispas o abejas con el tiempo. Una vez pica la primera vez, se desarrollan anticuerpos que, al volver a picar, provocan una reacción desmedida.

Cuando la reacción a una picadura es desproporcionada se puede sospechar que la persona es alérgica. Hay que prestar atención a señales como:

  • Hinchazón de la zona y aparición de petequias.
  • Inflamación de la cara o los labios.
  • Hinchazón de las cuerdas vocales, que conlleva una voz más grave de lo habitual.
  • Falta de respiración, mareo y sudoración.

Si se dan estos síntomas con una sola picadura de himenópteros es importante ir a urgencias de inmediato, porque seguramente sea el comienzo de una reacción alérgica que puede acabar en shock anafiláctico. Los especialistas aplicarán adrenalina y posteriormente antihistamínicos y corticoides.

Prevenir las picaduras

Aunque a veces es imposible evitarlo, a continuación mostramos algunos consejos que ayudan a prevenir las picaduras de avispas y abejas. Serían:

  • No hacer aspavientos ni movimientos bruscos cuando vemos estos insectos.
  • Comprobar que no hay avispas o abejas posadas en los alimentos o bebidas.
  • Airear la ropa antes de ponerla, cuando esté al aire libre.
  • No andar descalzo por el césped.
  • Prestar especial atención a las zonas con comida, en el caso de las avispas, y con flores, en el de las abejas.
  • No usar ropa de colores llamativos ni perfumes o lacas, ya que los olores fuertes atraen a los insectos.
  • Usar repelentes.
  • Tomar alimentos con vitamina A.
  • No acercarse a árboles frutales, flores, nidos de avispas, colmenas o basura.

Asimismo, es importante que las personas alérgicas lleven siempre una jeringa precargada con adrenalina.

Si quieres saber más sobre estas alergias te recomendamos que acudas a la consulta del alergólogo. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte sin esperas, y a precios muy recomendables.

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