¿Cómo podemos evitar las intoxicaciones alimentarias?

Las intoxicaciones alimentarias son frecuentes durante el verano, por el aumento del calor. Es una época en la que muchas personas están de vacaciones y se suele consumir más cantidad de alimentos al aire libre. Por eso es muy importante tener en cuenta tanto la forma en la que se preparan como el modo de almacenarlos para no tomar nada que esté en mal estado.

Las intoxicaciones alimentarias están provocadas por alimentos contaminados con bacterias, virus u otras toxinas. Se manifiestan como síntomas que van desde dolor abdominal e inflamación estomacal a vómitos, diarrea, calambres, fiebre y hasta una infección de los órganos.

Causas más frecuentes de intoxicación alimentaria

Un estudio publicado por la Sociedad Española de Endocrinología, Diabetes y Nutrición ha puesto de manifiesto que durante el verano las intoxicaciones alimentarias se triplican. Estas infecciones se adquieren generalmente como resultado del mal manejo de los alimentos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los microbios que más causan enfermedades por alimentos digeridos en verano son el campylobacter la salmonella, la E. Coli, el STEC y la listeriosis. Estas bacterias son resistentes a altas temperaturas, por lo tanto, el calor de los meses de verano es un factor clave que favorece el desarrollo de estas enfermedades.

Aunque el calor y un mal manejo de los alimentos son los principales factores que contribuyen al riesgo de intoxicación alimentaria en verano, hay otros factores que también pueden contribuir, como la contaminación del agua y los animales domésticos. Es por eso que es importante que todos los veraneantes sean conscientes de los riesgos de intoxicación alimentaria y se protejan cuidadosamente.

Salmonelosis

Es una forma de intoxicación por la bacteria Salmonella. Se puede encontrar en los huevos, la carne y los productos lácteos. La principal forma de contagio es el consumo de alimentos o bebidas crudos o parcialmente cocinados que contienen restos. Los síntomas son diarrea, vómitos, dolor y fiebre.

E. Coli

 La E. coli es una bacteria comúnmente encontrada en los alimentos contaminados por heces animales. Puede producir diarrea, vómitos, dolor abdominal y fiebre. La forma más común de infección son los alimentos crudos como la ensalada o las frutas y verduras lavadas con agua contaminada.

Intoxicación alimentaria por listeria

La listeria es una bacteria encontrada en algunos alimentos como el queso y los productos ahumados, productos cárnicos poco hechos y ensaladas preparadas. Puede producir la enfermedad denominada listeriosis, que suele aparecer como diarrea y vómitos, así como fatiga, fiebre y dolor.

Toxiinfección por alimentos

Esta es una enfermedad que se produce en los alimentos al aire libre, como barbacoas, parrilladas y otros cocinados a temperaturas bajas. Esta infección se produce por la ingesta de alimentos con toxinas producidas por bacterias como Staphylococcus aureus o Clostridium perfringens. Los síntomas son generalmente náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal.

Aunque estas son algunas de las intoxicaciones alimentarias más frecuentes en verano, existen otras. Por lo tanto, es importante tener en cuenta los consejos de cocina y alimentación saludable para reducir el riesgo de intoxicación alimentaria. Esto incluye la correcta manipulación, almacenamiento y cocción de los alimentos, un lavado cuidadoso de todas las frutas y verduras y la limitación de los alimentos crudos y la carne poco hecha.

Medidas para prevenir una intoxicación alimentaria

Algunas estrategias clave para prevenir las intoxicaciones alimentarias durante el verano son:

  • Lavar bien los alimentos antes de ingerirlos. La limpieza adecuada ayuda a eliminar patógenos y toxinas presentes en el alimento.
  • Conservar los alimentos refrigerados. Los alimentos crudos y cocinados deben guardarse en un refrigerador a 4 °C o menos. Es importante no romper la cadena del frío.
  • Mantener los alimentos refrigerados al cocinarlos. La mayoría de las infecciones alimentarias se producen por la ingestión de alimentos con la descomposición de algunas bacterias tóxicas.
  • Si se usa mayonesa y salsas o cremas hechas con huevo fresco, su consumo debe hacerse de inmediato y desechar el excedente.
  • Tener los alimentos separados al cocinarlos. Los alimentos crudos como la carne o los huevos deben almacenarse y prepararse por separado de los alimentos cocinados. Esto evita el cruce de gérmenes entre ellos.
  • Evitar los alimentos crudos o poco cocinados en restaurantes u otros establecimientos. Pueden estar infectados por diferentes formas de bacterias y virus dañinos.
  • No ingerir bebidas sin pasteurizar. La leche no pasteurizada puede estar infectada con gérmenes y llevar a intoxicaciones alimentarias.
  • Tener cuidado con los alimentos de la playa. Los bocadillos, los helados y las frutas frescas pueden contener gérmenes y causar intoxicaciones alimentarias. Deben prepararse y almacenarse adecuadamente en la playa.
  • Utilizar agua segura. Se debe usar agua tratada, hervida y segura para beber y lavar los alimentos con ella. Esto evitará que se contaminen con bacterias y virus dañinos.
  • Evitar tomar alimentos caducados. La comida enlatada y envasada puede caducar y estar infectada. Por lo tanto, siempre se debe revisar la fecha de caducidad para asegurarse de que el producto es seguro para comer.

En conclusión, es importante que los alimentos se almacenen y preparan de manera adecuada para prevenir intoxicaciones alimentarias durante el verano. Si necesitas más información sobre este tema o sobre cualquier otro te invitamos a que acudas al médico de familia para que te aclare las dudas que puedas tener. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites. Ahora puedes comprar una consulta de Medicina General desde 15 euros.

5 beneficios de los besos

Los besos, ese tierno gesto universal que nos conecta con los demás, tanto físicamente como emocionalmente, son una parte importante de la vida. Se ha demostrado que tienen muchos beneficios para la salud, ya que mejoran la calidad de vida y contribuyen al bienestar. Esta forma de intimidad requiere conocimiento, confianza y atracción mutua. A continuación, explicamos los cinco principales beneficios de los besos para la salud. 

Pero ¿cuáles son los beneficios de besar?

Disminución del estrés 

Los besos han actuado como un potente antidepresivo y ansiolítico para muchas personas. Esto se debe al óxido nítrico que se libera cuando se besa, que relaja los músculos y el sistema nervioso. Los científicos también han descubierto que, entre los beneficios de los besos, está que pueden ayudar a disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, por lo que la relación entre besar y disminuir el estrés está muy bien documentada. 

Los niveles de estrés cotidianos pueden tener un efecto negativo en el bienestar mental y físico general. Esto puede conducir a aumentar los sentimientos de ansiedad, tristeza, frustración y soledad. Además, puede provocar desequilibrios en los niveles hormonales y en los procesos del sistema inmune, lo que se traduce en problemas de salud físicos y mentales. Aunque existen muchas formas de aliviar el estrés, desde la hipnosis hasta el yoga y el ejercicio, el beso es una forma relativamente sencilla de reducir sus niveles

Los resultados de varios estudios han demostrado la importancia de los besos, que proporcionan una forma segura y no invasiva de mejorar la salud mental. Entre otras cosas porque hacen que se libere una hormona saludable llamada oxitocina. Se conoce como la «hormona del amor» y regula varias funciones corporales, incluidas la respuesta al estrés y la relación con los demás. Así, cuanto más contacto físico hay, más oxitocina se libera. Esto promueve los sentimientos de compañerismo y unidad, lo que puede conducir a una disminución de los niveles de ansiedad y estrés

Fortalecimiento de la inmunidad 

Los besos son un acto de intimidad que mejora la respuesta inmune del cuerpo, porque al compartir los fluidos corporales, los organismos alojados en la saliva liberan componentes que estimulan el sistema inmune. Estos son capaces de activar la producción de citoquinas, unas sustancias químicas que juegan un papel importante en la respuesta inmune, lo que ayuda a fortalecer la defensa del cuerpo

Además, la saliva contiene un elemento llamado muco-proteínas, que actúa como una capa protectora entre el organismo y la saliva. Esta proteína ayuda a proteger al cuerpo de infecciones y enfermedades, y también a regular el metabolismo. Por todo esto, el fortalecimiento de la inmunidad está dentro de los beneficios de los besos. 

Aumento de la satisfacción emocional 

Como hemos explicado, durante los besos se libera la oxitocina, la hormona del amor. Los niveles altos de oxitocina pueden mejorar la producción de vínculos emocionales y aumentar la satisfacción emocional. Por este motivo los besos proporcionan sensaciones de bienestar, satisfacción y felicidad que pueden aumentar la moral y la empatía. 

Los besos, además de ser una expresión de afecto, tienen un efecto positivo en la salud mental y física de las personas y pueden ayudar a mejorar la satisfacción emocional. Esto ocurre debido a los cambios químicos que se producen en el organismo cuando se besa. 

Se ha demostrado que el simple acto de besar incrementa los niveles de felicidad en quienes lo practican; además, también reduce los niveles de estrés y ansiedad. 

Otro beneficio emocional de los besos es la sensación de bienestar y aceptación que proporcionan. Mientras se besa, las personas que participan en el acto se sienten conectadas y seguras entre sí. Esto, a su vez, provoca una mejora en el estado de ánimo. 

Relajación muscular 

Otro de los beneficios de los besos para la salud se relaciona con la relajación muscular. Las hormonas producidas por el beso, como el óxido nítrico, suavizan los músculos que se encuentran alrededor de la zona besada. Esta rutina diaria ayuda a relajarse y reduce la tensión muscular. Algunos estudios médicos incluso han demostrado que los besos pueden tener un efecto relajante similar al de la masoterapia. 

Así, entre los beneficios de besar está que ayuda a liberar todas las tensiones acumuladas. Esta actividad estimula la producción de hormonas como las endorfinas, fundamentales para soltar la tensión muscular. Además, el contacto con la piel favorece la liberación de la oxitocina, una hormona especialmente adecuada para mejorar la calidad de vida. 

De igual forma, los besos aumentan el flujo sanguíneo en los distintos órganos, lo que ayuda a relajar los músculos faciales y también los del cuello, previniendo así los dolores de cabeza y las contracturas recurrentes comunes. 

Mejoría del sistema cardiovascular 

Los besos también tienen muchos beneficios para el sistema cardiovascular, ya que disminuyen el ritmo cardíaco y la presión arterial. Varios estudios han demostrado que el contacto físico, incluyendo el beso en la mejilla, es importante para la salud y para el mantenimiento de un buen sistema cardiovascular. Entre los beneficios destaca: 

  • Aumento del ritmo cardíaco. Los besos liberan endorfinas, hormonas que actúan como calmantes, y también disparan el sistema nervioso simpático, haciendo aumentar el ritmo cardíaco. Esto a su vez mejora la oxigenación en el corazón y permite el flujo de sangre a través de los vasos sanguíneos, lo que reduce el riesgo de ataque cardíaco.
  • Mejora de la presión sanguínea. El poder de un beso puede ayudar a reducir la presión arterial, disminuyendo el riesgo de hipertensión
  • Reducción del riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca congestiva y enfermedades coronarias.
  • Mejora el bienestar emocional. Los besos tienen la capacidad de reducir el estrés y aumentar el sentimiento de satisfacción y bienestar. Esto resulta en una mejora significativa y sustancial en los niveles de ansiedad y baja la presión arterial.

En conclusión, un beso es mucho más que el acto simbólico de demostrar afecto a alguien cercano cada vez más son más los beneficios de los besos que se conocen. Comparten con los abrazos la capacidad de mejorar la salud física y emocional, tienen un valor nutritivo, regulan la presión arterial, promueven la comunicación emocional, ayudan a mejorar el equilibrio hormonal y forman lazos emocionales profundos. 

Así que es bueno besar, tanto en la boca como en la mejilla. Por ejemplo, dar un beso de buenas noches a nuestros seres queridos puede ser una de las mejores y más sencillas formas de mostrarles el afecto y el amor. Y si estás atravesando un momento en el que no te apetece besar es bueno que acudas a un profesional para que te ayuda a levantar el ánimo y te explique los beneficios de los besos. En SaludOnNet tenemos psicólogos dispuestos a ayudarte. Ahora puedes comprar una consulta de psicología desde 25 euros. No lo pienses, hazlo. 

¿Por qué se hinchan los pies y cómo prevenirlo?

Los pies son una parte importante de la anatomía humana, ya que soportan el peso de las piernas y permiten el desplazamiento. Por eso es importante cuidarlos y evitar lesiones y situaciones molestas. Una de ellas se produce cuando se hinchan los pies. Uno de los principales síntomas es el enrojecimiento, acompañado de una sensación de hormigueo. Esta inflamación puede generar cansancio, particularmente si se extiende a los tobillos. Otros síntomas comunes incluyen picazón, dolor e hinchazón generalizada en los pies.

Principales causas por las que se hinchan los pies

Aunque existen muchas causas para la hinchazón y el dolor de los pies, entre los más frecuentes se encuentran:

  • Traumatismos. Los esguinces o incluso las torceduras son la causa más común. Cuando los músculos o los tendones de los pies absorben una cantidad excesiva de energía, como resultado de un golpe o una caída, los tejidos pueden resultar deformados. Los traumas de los pies pueden deberse a un uso excesivo o a determinadas condiciones meteorológicas
  • Uso excesivo. Los pies pasan gran parte del día soportando cantidades considerables de peso y esto, con el tiempo, puede derivar en el desgaste del sistema muscular. Estos problemas, junto con las temperaturas extremas o el contacto con superficies llenas de baches y de agujeros, pueden acabar dañando la musculatura de los pies, provocar irritaciones e inflamación.
  • Retención de líquidos. En esta causa influyen distintos factores, incluyendo la dieta, el estado de salud, el período premenstrual, la obesidad, el estrés o la exposición a condiciones climáticas adversas. La retención de líquidos suele darse también como un síntoma de enfermedades más serias, como diabetes, insuficiencia cardíaca o insuficiencia renal.
  • Problemas relacionados con la circulación. Cuando hay problemas circulatorios no se produce la correcta absorción de oxígeno y nutrientes a través de los capilares sanguíneos. Esto impide el correcto funcionamiento del sistema circulatorio y puede llevar a diversos síntomas, como los pies hinchados.
  • Algunas enfermedades. Las enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide, el lupus eritematoso o el síndrome de Sjögren son otras causas asociadas. Estas patologías provocan una inflamación del tejido blando de los pies, que puede generar dolor, sensibilidad y otros síntomas relacionados que hinchan los pies.

Pies hinchados durante el embarazo

Notar que se hinchan los pies durante el embarazo es muy común. Es una consecuencia de la retención de líquidos y se presenta generalmente al final del embarazo, debido al aumento de peso, el mayor nivel de hormonas y la presión que ejercen el útero y la placenta sobre la vejiga y el intestino.

El aumento del ácido úrico es otra causa de hinchazón. El ácido úrico es un residuo de la descomposición de las proteínas en el cuerpo y se elimina del cuerpo a través de los riñones. Se cree que su incremento durante el embarazo significa que el cuerpo no es capaz de eliminar el exceso, lo que resulta en una acumulación en el cuerpo.

La hinchazón de los pies durante el embarazo puede causar incomodidad, así como dolor y fatiga en los pies, tobillos, piernas y pantorrillas. Aunque es menos frecuente, también puede afectar a los dedos, los muslos y los brazos.

Esta sensación de dolor puede aliviarse al descansar, elevar los pies o aplicar compresas frías sobre los pies. En la mayoría de los casos, la hinchazón desaparece tras nacer el bebé.

Prevención. ¿Cómo evitar los pies hinchados?

La prevención de la hinchazón de los pies comienza con el cuidado adecuado, una dieta nutritiva, mantener una buena hidratación, descansar lo suficiente y evitar excesivos periodos de inmovilidad.

Dieta saludable

Algunos consejos nutricionales para las personas a las que se les hinchan los pies son los siguientes:

  • Beber suficiente agua es otra forma importante de prevenir la retención de líquidos, una de las principales causas de la hinchazón de los pies. Tomar al menos dos litros de agua al día mantiene bien hidratado al cuerpo e impulsa la eliminación de toxinas. Incluso se puede tomar algún producto diurético natural, como té verde, té de manzanilla, cola de caballo y otras infusiones que ayudan a combatir la retención de líquidos.
  • Dieta rica en potasio. Un exceso de sodio puede interferir en el equilibrio de líquidos del organismo. La mejor forma de conseguir potasio es a través de los alimentos, como las frutas (plátano, melón, naranja), frutos secos (almendras, nueces, pistachos) y hortalizas (calabaza, espinacas, repollo).
  • Consumir suplementos saludables. Los suplementos alimenticios son una excelente forma de reforzar el organismo si hay alguna carencia nutricional. Los suplementos de vitamina B son los indicados para prevenir los edemas y la retención de líquidos, ya que favorecen la circulación de sangre y oxigenación de los tejidos. No es necesario exceder las recomendaciones diarias, sugeridas por la Organización Mundial de la Salud, sino tomarlas dentro de una dieta equilibrada para asegurarse de obtener todos los nutrientes que el cuerpo necesita.

Día a día para evitar la hinchazón de los pies

Además de la alimentación, también es bueno llevar una vida saludable, en la que se incluya el ejercicio y un descanso adecuado. Así, algunos consejos son:

  • Evitar los traumatismos en los pies está directamente vinculado a la elección de calzado adecuado. Los zapatos deben tener una plantilla suficientemente ancha para no dar lugar a los puntos de presión excesivos, con talón adecuado y materiales transpirables.
  • Los ejercicios regulares pueden ayudar a prevenir la hinchazón de los pies. Estos ayudan a mejorar la circulación a través del cuerpo para fomentar la absorción de oxígeno a través de los capilares. Caminar, trotar, nadar o montar en bicicleta son algunas de las actividades más recomendadas por los profesionales de la salud para evitar que los pies se hinchen.
  • Evitar excesivos periodos de inmovilidad. Después de aguantar mucho tiempo inmóvil tanto las piernas como los pies tienden a hincharse. Esto es el resultado de acumular líquido por la presión de la sangre y la imposibilidad de que ésta fluya con normalidad. Se recomienda, entonces, levantarse de vez en cuando de la posición deseada para mover los pies, extender la columna y dar algunas vueltas.
  • Descansar adecuadamente. Un buen descanso ayuda a las personas a las que se les hinchas los pies y previene lesiones en la columna, desgarros musculares y otro tipo de dolencias. Poner los pies en alto al final del día, a la hora de acostarse, ayuda a que los líquidos vuelvan al corazón, reduciendo la consistente hinchazón en los pies. Las almohadas especiales y los cojines hinchables son útiles para descansar en la posición adecuada, ya que ayudan a relajar la presión que soportan las extremidades del cuerpo.
  • Uso de medias de compresión en el caso de las embarazadas. Estas medias especiales comprimes suavemente el área afectada, reduciendo la hinchazón.

En conclusión, es importante tener una alimentación saludable para no retener líquidos, realizar las actividades físicas con el objetivo de mejorar la circulación sanguínea y descansar adecuadamente. Además, consumir suplementos alimenticios de vitamina B ayuda a prevenir la hinchazón de los pies, siempre y cuando se estén respetando las cantidades recomendadas. Si tienes problemas de retención de líquidos te recomendamos que acudas a un médico para que te informe de lo que debes hacer para sentirte mejor. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte, sin mucha espera y a precios muy competitivos. Puedes comprar una consulta con un médico general desde 15 euros

Consejos para sudar menos en verano

El verano es una estación maravillosa para disfrutar de eventos al aire libre como picnic, barbacoas o viajes. Pero el calor intenso dificulta la regulación correcta de los niveles de temperatura y hace sudar. Por eso, durante los meses de calor es normal experimentar un aumento de la temperatura corporal, sudoración y fatiga.

Si bien el uso de un desodorante no hace que se sude menos, sí evita tener un olor intenso mientras se suda. Por eso es bueno elegir un desodorante antitranspirante que contenga clorhidrato de aluminio para bloquear los poros y prevenir la sudoración excesiva, sobre todo en las personas que tienen hiperhidrosis.

Evita el sudor excesivo

Afortunadamente, hay formas de evitar el sudor excesivo en verano, algo muy incómodo y que muchas veces va unido al mal olor.  Algunos consejos sencillos que se pueden seguir para reducir el sudor en el verano y que así no tengamos que estar preocupado son los siguientes.

Llevar ropa de cambio

En primer lugar, es bueno llevar siempre un par de camisas extras al salir de casa. Esto permitirá el cambio de camisa a medida que transcurre el día, lo que será útil si el sudor llega a empapar. Si se lleva una chaqueta o una ropa similar, es bueno quitársela de vez en cuando, sobre todo cuando se está en lugares sin aire acondicionado.

Además, si se vive en un lugar muy cálido, es bueno intentar usar fibras naturales en la ropa durante el verano. Los materiales sintéticos, aunque son muy populares, transpiran peor. Esto significa que hay que sudar más para lograr la misma cantidad de refrigeración corporal.

Por lo tanto, al usar fibras naturales tales como algodón, lino o seda, el método de refrigeración será mucho más efectivo y, como resultado, se sudará menos. Así, usar ropa liviana y holgada, hecha de algodón, lino y seda puede ser una gran ayuda para mantener el cuerpo fresco y evitar el exceso de sudoración.

Hidratarse constantemente para evitar sudar

Cuando se trata de la dieta, es importante beber mucha agua. Hay que recordar siempre mantenerse hidratado, incluso cuando no se tiene sed. Beber 2 litros de agua al día e incluso más cantidad en climas cálidos, dependiendo de lo activo que se esté. La deshidratación puede contribuir al exceso de sudoración, así que es bueno asegurarse de beber de 8 a 12 tazas de líquidos al día.

Se recomienda también suplementar agua con zumos de frutas naturales y té verde, ya que ambos contienen líquidos adicionales y una pequeña cantidad de sales para ayudar a prevenir la deshidratación. Además, los alimentos ricos en agua como la sandía, el melón, la sopa, los yogures y las verduras de hoja verde ayudan a hidratar el cuerpo y contienen nutrientes esenciales.

Por el contrario, se deben evitar las bebidas con cafeína o alcohol, ya que contienen diuréticos, lo que significa que tu cuerpo deshidrata aún con el calor intenso del verano.

Cuidar la alimentación

Adecuar la alimentación también puede contribuir a reducir el sudor excesivo. Se recomienda intentar comer menos alimentos procesados y de alto contenido en sodio, así como más proteína y alimentos enteros. Esto significa que hay que enfocarse en la obtención de nutrientes esenciales como las frutas, verduras, carnes magras, frutos secos y granos enteros. Estos alimentos naturales limpian desde dentro, con lo que se puede disfrutar de los beneficios de una alimentación saludable en cuanto a la intensidad de la sudoración.

Algunas vitaminas como la B6, tiamina y ácido pantoténico, así como hierbas como la valeriana, pueden tener beneficios potenciales en la reducción del sudor.

Suplementos para no sudar

Hay ciertos suplementos y hierbas que comúnmente se usan para reducir el sudor excesivo. Un ejemplo es el zinc; este mineral impide que se desarrollen bacterias que causan el mal olor.

La vitamina B6 también se utiliza para controlar el sudor excesivo y algunas investigaciones han encontrado que algunas hierbas como el pomelo, la consuelda y el alcanfor pueden ser útiles para disminuir el sudor.

No usar demasiado maquillaje

Es bueno limitar el uso de maquillaje en verano. Los productos químicos utilizados pueden producir más sudoración. Si es necesario su uso, hay que tratar de usar productos no grasos que sean lo más ligeros posible. También es aconsejable bañarse con agua tibia o fría para liberar el calor.

Aire acondicionado

Una de las mejores formas de prevenir el exceso de sudoración es usar aire acondicionado. Controla los niveles de humedad ambiental, lo que puede ayudar a mantener el ambiente fresco y cómodo, sobre todo durante los meses más cálidos del año.

En resumen, es importante saber que hay maneras de luchar contra el sudor excesivo en verano. Si estás preocupado por el sudor excesivo, prepárate para el calor eligiendo la ropa correcta, bebiendo mucha agua, comiendo alimentos saludables y considerando suplementos y hierbas naturales. Haciendo de estas sencillas cosas, podrás disfrutar del verano de una manera más refrescante.

Si quieres consejo sobre cómo sudar menos pregunta a tu médico de cabecera, él te puede ayudar en lo que necesites. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a aconsejarte, sin esperas y a precios muy asequibles. Ahora puedes comprar una consulta de medicina general desde 15 euros.

¿Por qué hay personas frioleras y otras calurosas?

Siempre ha habido personas con mayor o menor sensibilidad al frío o al calor. Es frecuente ver cómo, en ocasiones, en un mismo grupo de personas hay alguien que se abriga mientras los demás llevan ropa más ligera. Incluso en el interior de una misma casa siempre está el que lleva pijama y bata y el que va con camisetas ligeras o pantalones cortos, sin importar la temperatura. La pregunta es clara: ¿por qué hay personas frioleras y otras calurosas?

Según la opinión de muchos especialistas, este particular fenómeno está directamente relacionado con la sensibilidad de los receptores térmicos en la piel. Estos están formados por impulsos y señales nerviosas desde la piel al sistema nervioso central. Pero mucho antes de que se conociera la relación entre los receptores térmicos y la temperatura percibida, los ancestros del ser humano tenían un gran sentido de la calidez y el frío en el medio ambiente.

Hipersensibilidad al frío o al calor

Actualmente, la medicina moderna puede explicar esta relación entre el metabolismo y la percepción del calor y frío. El ser humano es de los únicos organismos capaces de medir la temperatura de su entorno y reaccionar según la misma. Por un lado, están los que se encuentran más cómodos en un ambiente frío, mientras que por otra parte están las personas que se sienten bien con una temperatura ligeramente más alta.

Esta discrepancia entre la percepción de la temperatura se le conoce como hipersensibilidad al frío o al calor. Es una condición fisiológica, referida a la excesiva respuesta a estímulos que el cerebro interpreta como fríos o cálidos. En el caso específico de los seres humanos, este tipo de hipersensibilidad suele ser una característica universal, y no algo determinado por circunstancias como el género, la edad o el estado físico actual.

Sensibilidad termorreguladora

¿Qué factores pueden influir en la sensibilidad al frío y al calor? Actualmente, se acepta que la sensación al frío y al calor de una persona está determinada por lo que se conoce como sensibilidad termorreguladora. Se trata de una serie de mecanismos internos que se encargan de varias funciones:

  • Ayudan a regular el metabolismo.
  • Refrescan el cuerpo cuando se sobrecalienta.
  • Calientan el cuerpo cuando la temperatura externa desciende demasiado.

Este mecanismo se determina en gran parte por la cantidad de tejido graso que la persona tiene, puesto que tener un peso bajo hace que se pierda más calor.

Otros factores fisiológicos de por qué hay personas frioleras y otras calurosas están relacionados con la sensibilidad térmica. Por ejemplo, estudios recientes han revelado que la sensibilidad al frío y al calor puede ser determinada por una función llamada termogénesis, donde los vasos sanguíneos se contraen para aumentar la temperatura en el cuerpo humano cuando esta desciende. La única forma en que este mecanismo se puede lograr es mediante la transpiración.

Importancia de los hábitos alimentarios en personas frioleras y otras calurosas

En lo que respecta a los hábitos alimenticios, también existen diferencias entre las personas que suelen ser más frioleras y las que suelen ser más calurosas. Comer alimentos ricos en azúcares y grasas como la mantequilla, la margarina y el chocolate, ayudan a crear una capa aislante en la piel para retener el calor y así aumentar la sensibilidad al frío.

Por otra parte, comer alimentos ricos en fibra, proteínas, alimentos integrales y calorías saludables, como las nueces, los huevos y el pollo, ayudan a reequilibrar las temperaturas corporales para que el cuerpo se sienta cómodo en entornos con más calor.

Cuestión de género

Otra explicación para entender por qué hay personas frioleras y otras calurosas es el género. Diversas investigaciones han descrito que las mujeres suelen sentir el frío y el calor de forma más intensa que los hombres, así como también suelen tener un mayor porcentaje de grasa corporal, lo cual ayuda a un mejor aislamiento térmico.

Los hombres suelen tener los músculos más grandes que las mujeres, lo cual ayuda a almacenar más calor y permitir un mejor control sobre la temperatura.

Personas frioleras

¿Qué es exactamente lo que hace que algunas personas sean más propensas al frío que otras? La sensibilidad de la temperatura de una persona depende de una combinación de factores, incluyendo la edad, el sexo, la herencia y el estilo de vida.

H3: Factores de riesgo

En primer lugar, la edad es un factor significativo en la sensibilidad al frío. Con el paso de los años, el cuerpo pierde parte de su capacidad para regular su temperatura interna. Esta pérdida de la habilidad significa que la gente mayor tiende a sentir más frío que los jóvenes, especialmente cuando está al aire libre o durante los días fríos y ventosos.

El sexo también puede afectar significativamente la sensibilidad al frío. Como hemos dicho, la mayoría de los estudios indican que las mujeres son más sensibles al frío que los hombres. También son más frecuentes los escalofríos en las mujeres.

La herencia también puede tener relación, ya que influye en la temperatura interna del cuerpo. Además, la capacidad de una persona de producir y acumular grasa depende en gran medida de la genética. La grasa corporal ayuda a aislar el cuerpo del frío externo, lo que significa que una persona con una cantidad más baja de grasa corporal sentirá frío más rápido que una persona con una más alta.  

Por último, el estilo de vida también puede afectar la sensibilidad al frío. Quienes llevan un estilo de vida sedentario tienden a tener más grasa corporal que aquellos que llevan un estilo de vida activo. Esto significa que las personas con una vida sedentaria tendrán menos sensibilidad al frío que aquellas con un estilo de vida activo.

Medidas para controlar el frío

Aunque no siempre es posible controlar la sensibilidad a la temperatura de una persona, hay algunas medidas que pueden tomarse para disminuir la sensación y evitar los efectos negativos del frío. Algunas son:

  • Usar prendas de abrigo ajustadas. La ropa de abrigo adecuada permite que el aire caliente se mantenga cerca de la piel y retenga el calor.
  • Utilizar ropa transpirable. Para permitir que el calor del cuerpo se escape y esto ayude a regular la temperatura de la piel.
  • Realizar ejercicio. Ayuda a regular la temperatura corporal y a disminuir la sensación de frío, al hacer circular el flujo sanguíneo.
  • Consumir suficiente calcio y magnesio. Estos minerales son importantes para regular la temperatura corporal y evitar la sensación de frío. Su déficit puede desencadenar hipotermia.
  • Beber mucha agua. Estar hidratado puede permitir que la temperatura corporal aumente con rapidez, especialmente si la bebida está caliente.
  • Tomar complementos alimenticios. Pueden ayudar a regular la temperatura de la piel, así como disminuir los niveles de colesterol y mejorar el sistema inmune.
  • Exposición a la luz solar. Los rayos ultravioletas pueden ayudar a calentar el cuerpo y, por lo tanto, a disminuir la sensación de frío.

Personas calurosas

El cuerpo conserva el calor a través del aislamiento, lo que significa que actúa como una barrera para prevenir la pérdida de energía. El rango normal de temperatura corporal de un adulto se extiende de 36,1 °C a 37,2 °. Además de los factores naturales, también hay otros factores que pueden afectar a la sensación de calor.

Factores de riesgo

Estos factores incluyen el estrés, el sudor, la vestimenta, el tipo de piel, los alimentos consumidos e incluso la edad. También hay algunas condiciones médicas, como la hipertensión y las afecciones del sistema cardiovascular, que pueden aumentar la temperatura corporal.

Los estudios muestran que algunas personas tienen una mayor sensibilidad al calor debido a diferencias genéticas en sus cuerpos. Pueden incluir propiedades de la piel, como la cantidad de glándulas sudoríparas, los niveles de lípidos en la piel y la cantidad de sudor producido. Como resultado, hay quien tiene mayor susceptibilidad a los aumentos de temperatura, lo que les hace sentir más calor que otros.

El entorno también puede afectar la sensibilidad al calor de una persona, así como los niveles de humedad. Cuando una persona está expuesta a un ambiente caluroso, sus glándulas sudoríparas comienzan a funcionar para ayudar a regular la temperatura corporal. El sudor se evapora para desacelerar la producción de calor, pero algunas personas generan más sudor que otras. Esto produce un nivel de humedad en la piel que puede abrumar al cuerpo con más calor.

Esta sensación desagradable, conocida como calor sofocante, a menudo es la principal causa de la deshidratación. Si la deshidratación avanza, puede provocar cansancio, somnolencia, dolores de cabeza y otros signos relacionados con el calor.

Medidas para controlar el calor

Si se sabe que una persona es propensa a tener calor, hay algunos pasos simples que se pueden realizar para controlar la temperatura corporal. Estos incluyen:

  • Beber abundantes líquidos. Beber agua regularmente es vital para ayudar a prevenir la deshidratación y los golpes de calor. De esta forma, el cuerpo tiene la suficiente cantidad de líquido para mantener un nivel adecuado en la temperatura corporal.
  • Usar ropa transpirable y liviana para reducir la humedad en la piel.
  • Evitar el exceso de ejercicio, puesto que el sudor no ayuda a regular la temperatura.
  • Tomar alimentos con alto contenido en agua. Es importante evitar comidas con mucha grasa, azúcar o café, ya que pueden aumentar la temperatura del cuerpo.
  • Mantener una casa bien ventilada. Usar correctamente el aire acondicionado, o mantener una buena ventilación, con puertas y ventanas abiertas para que el aire fresco circule.
  • Usar un ventilador. Son una fuente adicional de refrigeración que puede ayudar a mitigar el efecto del calor.

En resumen, existen diferentes explicaciones para determinar por qué hay personas frioleras y otras calurosas. Van desde factores genéticos hasta variables psicológicas como los hábitos alimenticios y las diferencias entre hombres y mujeres.

Por este motivo, las personas deben aceptar la versatilidad de su metabolismo térmico y actuar en consecuencia, procurando los cuidados y los alimentos adecuados de acuerdo con sus necesidades. Además de esto, sería importante buscar consejo médico si la excesiva sensibilidad al frío o al calor continúa representando molestia o un obstáculo importante. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte, si es tu caso. Puedes comprar una consulta con un médico general desde 15€, sin esperas y con todas las comodidades.

Beneficios y riesgos del CBD, el cannabis legal

El extracto de cannabidiol, también conocido como CBD, es un compuesto completamente natural presente en la planta de cannabis sativa. Tiene principalmente cannabinoides, aunque algunos también incluyen terpenos y flavonoides. Su consumo se ha incrementado en los últimos años y posee una variedad de usos medicinales, terapéuticos y de bienestar.

Se obtiene de los tallos y semillas de cosechas seleccionadas de la planta de cannabis sativa. Esta planta se cultiva, recolecta y fermenta para convertirse en tintura y aceite de CBD, que se puede consumir de forma oral, inhalar o usar en la piel.

Los investigadores continúan estudiando los efectos que el CBD puede tener en las personas. Hasta la fecha las pruebas realizadas son limitadas, por lo que es difícil evaluarlos con precisión.

Cómo funciona el CBD

El CBD es un cannabinoide no psicoactivo que se considera una sustancia terapéutica útil. Esto quiere decir que, al ser administrado como una versión concentrada, puede proporcionar beneficios medicinales potenciales con poco o ningún efecto psicoactivo. Es decir, el enfoque del CBD es diferente al de otros cannabinoides, ya que está orientado a aliviar los síntomas, pero no a producir los efectos psicoactivos como el THC.

Diferencias con el THC

El THC es el principal compuesto psicoactivo de la marihuana, mientras que el CBD es un compuesto no psicoactivo que se encuentra en la marihuana, pero no causa ninguna sensación de bienestar o euforia. El CBD es conocido porque puede ayudar a disminuir la sensación de ansiedad y paranoia que el THC puede producir. Por otro lado, el compuesto no produce sensación de estar colocado, que generalmente se asocia cuando se fuma cannabis.

Riesgos del CBD

Los posibles riesgos del CBD son relativamente limitados. El cannabidiol no tiene tetrahidrocannabinol (THC). Por este motivo está aprobado en muchos países como un tratamiento para algunos trastornos médicos. De hecho, se puede adquirir sin receta en muchos formatos, incluidos productos alimenticios y suplementos.

No obstante, Si el CBD proviene de una fuente que contiene una cantidad alta de THC, existe el riesgo de ingerirlo sin intención. El uso de Cannabis con un alto contenido de THC se ha asociado con algunos efectos adversos, especialmente en los jóvenes.

Los posibles efectos adversos del CBD dependen en gran medida de la vía de administración. Por ejemplo, cuando se inhala a través de un vaporizador, existe el riesgo de inhalar partículas tóxicas. Así, el uso de CBD oral es más seguro que el uso a través de inhala. Por otro lado, cuando se aplica de manera tópica, generalmente no se observa toxicidad.

Beneficios del CBD

El potencial terapéutico del CBD está bien documentado. Investigaciones recientes han demostrado que su consumo es seguro para la salud humana y puede tener numerosos beneficios medicinales.

El CBD ha sido objeto de investigación debido a sus principales propiedades medicinales, que podrían incluir el alivio del dolor, la ansiedad y la depresión, la mejora de la epilepsia, la prevención de la enfermedad de Alzheimer y de enfermedades como el cáncer y la diabetes, entre otros. También se ha estudiado su uso para los trastornos del sueño y el alivio del glaucoma.

El CBD también se ha usado para ayudar a aliviar los síntomas de patologías autoinmunes graves. De igual forma se han explorado muchos aspectos diferentes de sus efectos en el cerebro humano, como sus propiedades antiinflamatorias y sus efectos en el sueño.

Hay varios estudios en curso que están investigando el potencial de los cannabinoides para tratar otros trastornos como el autismo y el trastorno bipolar. Es importante destacar que, hasta la fecha, muchos de estos estudios sobre el potencial medicinal del CBD han sido realizados en animales. Esto significa que todavía se está investigando extensamente para comprender todas sus propiedades, así como los posibles riesgos para la salud. Si bien los estudios iniciales son prometedores, sigue siendo necesario realizar más investigaciones antes de poder afirmar plenamente sus beneficios médicos.

Con todo esto, el CBD sigue siendo un tema controvertido en la comunidad científica; sin embargo, con más investigación, en un futuro seguramente su uso sea mayor y más seguro para tratar una variedad de afecciones.

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