Enfermedades de transmisión sexual más frecuentes

ETS

Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son aquellas que se transmiten de persona a persona, a través del contacto sexual. Pueden estar producidas por hongos, bacterias, parásitos o virus y es importante atenderlas en cuanto se detectan. Las producidas por virus no tienen cura, pero su tratamiento alivia los síntomas y las hace más llevaderas.  

Este tipo de enfermedades hay veces que son asintomáticas, teniendo graves consecuencias a largo plazo si no se tratan. En este sentido es importante, sobre todo en el caso de la mujer, realizarse pruebas de control, como la citología. Las ETS pueden estar provocadas por bacterias, parásitos, hongos o virus.

ETS por bacterias 

Las enfermedades de transmisión sexual más frecuentes son las provocadas por bacterias. En el caso de los hombres alguna de estas patologías bacterianas pasan desapercibidas, porque no dan síntomas (no inflaman la uretra ni provocan síntomas uretrales). Destacan las siguientes:

  • Gonorrea. Infección producida por el gonococo, que genera una inflamación a nivel de la mucosa genital (una uretritis en los hombres y  vaginitis o cervicitis en las mujeres). Se acompaña de síntomas más visibles en los varones, apareciendo en las primeras 72 horas leucorrea, secreción uretral amarillenta con sensación de escozor o ardor, entre otros síntomas. Actualmente existe una cierta preocupación con el tratamiento, puesto que la bacteria ha creado resistencia a ciertos antibióticos y en ocasiones hay que combinar varios medicamentos. Se diagnostica mediante un exudado uretral o endocervical.
  • Sífilis. Se trata de una enfermedad que se transmite por una bacteria denominada treponema. En ocasiones, cuando la persona entra en contacto con la bacteria, aparece un chancro o especie de úlcera con tendencia a extenderse. No sólo sale en las áreas genitales, también en la boca, las mucosas o la piel.  En el caso del hombre puede  ser visible, pero en el caso de la mujer no. Ese chancro tiene un aspecto limpio, evolucionando y curándose solo en un plazo de 10 a 15 días, por lo que muchas veces la enfermedad pasa desapercibida. Esto supone un riesgo, ya que si no se pone tratamiento puede aparecer el secundarismo sifilítico al cabo de los meses, con lesiones más sistémicas: manifestaciones en piel (placas eritematosas, cutáneas, oculares, a nivel de las palmas y plantas…), que pueden desembocar en una sífilis terciaria, cuyo daño no tiene solución. Se trata de una bacteria que responde muy bien a los derivados de la penicilina y que con un tratamiento adecuado y precoz se soluciona rápido.
  • Clamidea. Los síntomas son parecidos a los de la gonorrea, pero algo más leves.
  • Chancro blando, cancroide. Los principales síntomas son úlceras dolorosas en el glande, la parte interna del prepucio, la entrada a la vagina o los labios púbicos. Suele dolor y, a veces, producen una secrección purulenta. Se trata con antibiótico.
  • Enterococo. Se trata de bacterias que habitan en el tracto intestinal y que, por prácticas sexuales anales, se pueden transmitir.
  • Uretritis o inflamación de la uretra por contacto sexual que provoca dolor al orinar.
  • Gardnerella vaginalis.  Dentro de las complicaciones puede producir inflamaciones pélvicas.

Estas enfermedades muchas veces se diagnostican por anticuerpos o por exudados.

ETS por parásitos 

  • Trichomona. Dentro de los parásitos, el más frecuente es la trichomona. En el caso de los hombres hay veces que no da síntoma ninguno, pero eso no quiere decir que no haya que tratar a la pareja sexual de quien lo tiene. Por eso se debe tratar a la pareja. En el caso de la mujer puede producir secreciones vaginales, vulvovaginitis con leucorrea, prurito vulvar y ardor vaginal. En los hombres ardor al miccionar, secreciones uretrales y edema prepucial.

ETS por hongos 

  • Cándidas. Se considera una enfermedad de transmisión sexual, aunque no es la única vía de transmisión. La cándida es una levadura que vive en la flora de las mucosas (flora oral, vaginal, uretral…) en un equilibrio. Cuando este se rompe por uso de esteroides, antibióticos o lavados excesivos en el caso de las mujeres, se exacerba y se manifiesta.  Se trata con antimicóticos tópicos, aunque en función de la magnitud de los síntomas se pueden administrar antimicóticos orales.

ETS por virus 

Las infecciones sexuales por virus son muy frecuentes hoy en día y sólo son contagiosas cuando hay lesiones. Las más conocidas son:

  • Virus Papiloma Humano. Es el culpable de provocar, en dependencia del serotipo, el cáncer cérvico uterino. Por eso son importantes las revisiones anuales que incluyan una citología, en el caso de las mujeres.  Es frecuente que aparezcan condilomas, lesiones verrucosas con forma de cresta de gallo. Hay que saber que sólo se contagia cuando hay lesión.
  • Herpes virus. Se trata del Herpes simple tipo 1 y  2. Aparece en forma de lesiones eritematosas, sembradas de unas vesículas. Evoluciona de forma espontánea, de 10 a 12 días. Se trata localmente con cremas antivíricas y compresas para disminuir el proceso inflamatorio. También se ponen tratamientos sistémicos por vía oral cuando las crisis es muy aguda, inflamatoria o compromete ganglios.
  • VIH. Es la más grave de las ETS, por lo que lleva una atención diferente. Afortunadamente a día de hoy se sabe que un diagnóstico precoz no compromete la vida del paciente. Actualmente existen retrovirales muy avanzados, medicamentos antivíricos que ayudan a vivir con la enfermedad con una calidad de vida cada vez mayor.
  • Hepatitis B. Esta enfermedad se transmite por contacto sexual, la saliva, la sangre, la orina o la leche materna y se detecta en un análisis de sangre. Hacer un diagnóstico precoz y un seguimiento oportuno evita complicaciones.

Las enfermedades de transmisión sexual virales no tienen cura, aunque se puede vivir con ellas si se sigue el tratamiento adecuado.

Cuando existen síntomas manifiestos la mayoría de las personas va a consulta médica, buscando un tratamiento para las lesiones o el escozor que presentan, aunque hay algunas ETS que no muestran síntomas iniciales.

Lo recomendable, para evitar las enfermedades de transmisión sexual, es tener una pareja estable y utilizar siempre un preservativo. La píldora evita el embarazo, pero no la ETS. Cuando no sea posible que la pareja sea duradera, hay que intentar tener una conducta responsable.

Si crees que has cogido alguna ETS acude a tu médico enseguida, ya sea a tu Médico de familia, a tu Ginecólogo, tu Urólogo o tu Dermatólogo. Recuerda que este último es el especialista en enfermedades venéreas.

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