Azúcar y enfermedades cardiovasculares

  • La cantidad recomendable al día es de seis cucharaditas pequeñas
  • Según la OMS no debe superar el 5% d las calorías ingeridas cada día
azucar

Uno de los mayores peligros para la salud a nivel mundial es el consumo excesivo de azúcar. De hecho, actualmente un 18 por ciento de las muertes cardiovasculares se deben a esta causa. Estudios recientes han demostrado que el exceso de ingesta de este producto aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares como la arteriosclerosis, las enfermedades de las arterias coronarias y la hipertensión. El consumo sin control también se relaciona con el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. 

¿Qué son las enfermedades cardiovasculares?

Las enfermedades cardiovasculares son un conjunto de trastornos que afectan al corazón y los vasos sanguíneos. Son unas de las principales causas de muerte en el mundo y pueden aparecer a cualquier edad. Los problemas que generan pueden ser el resultado de una serie de factores, desde condiciones genéticas heredadas hasta otros causados por el estilo de vida. Los trastornos cardiovasculares incluyen enfermedades como la hipertensión arterial, el accidente cerebrovascular, la arritmia y las enfermedades cardíacas coronarias.

Estas patologíasson las responsables de muchos de los fallecimientos que se producen en España. El ritmo actual de vida (sedentarismo, estrés, tabaco, obesidad…) y la alimentación juegan un papel destacado. Una dieta con exceso de grasas saturadas y con una ingesta de azúcar muy superior a la recomendada se asocia a un mayor riesgo de padecer una enfermedad del corazón. 

¿Qué es el azúcar y por qué es perjudicial para la salud?

Cuando se habla de azúcar se hace referencia a diferentes monosacáridos o disacáridos, englobados como hidratos de carbono. Se trata de una sustancia dulce, consumida mayoritariamente por la población actual. Hasta hace unos años la preocupación de los especialistas encargados de conocer las causas del aumento de las enfermedades cardiovasculares eran las grasas saturadas. Hoy en día el azúcar le ha quitado el puesto, sobre todo la fructosa, que se erige como el enemigo número uno a combatir. 

El azúcar es una sustancia presente en muchos alimentos, especialmente aquellos de alto contenido calórico como refrescos, postres y dulces. Su consumo excesivo, sin embargo, está relacionado con varias enfermedades, entre ellas la diabetes y la obesidad. Esto se debe a que se convierte en glucosa en el torrente sanguíneo, y altos niveles de glucosa pueden llevar a muchos problemas de salud. 

Azúcar y enfermedades cardiovasculares van unidos; a mayor consumo del primero mayor es el riesgo de padecer estas patologías debido a su efecto en la insulina y los lípidos, y por la presencia de sustancias nocivas como el ácido fórmico y el ácido acético. Por lo tanto, para mantener la salud es importante minimizar el consumo de alimentos con alto contenido calórico rico en azúcar, y optar por otros más saludables.

¿Qué es la fructosa?

La fructosa y la glucosa son dos monosacáridos que componen la sacarosa, más conocida como azúcar de mesa. Es la que más se usa en el día a día, para endulzar los alimentos y las bebidas. Aunque es importante su consumo, por el aporte energético que proporciona, cuando se ingiere en abundantes cantidades aumenta el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. 

La fructosa es un azúcar natural que se encuentra principalmente en frutas, verduras y miel. A diferencia de otras fuentes de azúcar, la fructosa no se digiere tan rápidamente en el organismo, sino que se absorbe más lentamente. Esto significa que el cuerpo la procesa de forma más lenta, lo que puede ayudar a mantener los niveles de energía estables durante el día. Estudios recientes han descubierto que la fructosa ofrece una amplia gama de beneficios para la salud, incluyendo un menor riesgo de enfermedad de las articulaciones, un mejor control de la glucosa y una mejor salud del corazón.

Cuál es la cantidad de azúcar diaria recomendadas por la OMS

Con el paso de los años ha cambiado la forma en la que la población se alimenta con respecto a sus antepasados. Actualmente se consumen entre 150 y 300 calorías más que antes, en un momento en el que la vida es más sedentaria y la actividad física que realizan las personas es inferior a la recomendada. De esas calorías de más, casi la mitad las proporcionan los azúcares añadidos que se encuentran en algunas bebidas o refrescos, que están hechos en su mayoría de fructosa. La consecuencia directa es que aumenta la obesidad de la población

La Organización Mundial de la Salud desde 2015 recomienda que la toma de azúcar en adultos no supere el 5% del valor calórico total de la dieta. Esto es, la cantidad de azúcar diaria recomendada para adultos y niños mayores de 11 años es de no más de 25 gramos de azúcar libre, lo que equivale a 6 cucharaditas de azúcar (aproximadamente 100 calorías). 

Esta cantidad está destinada a prevenir enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación como la diabetes tipo 2, la enfermedad cardíaca y la obesidad. Además, se recomienda limitar el consumo de alimentos ricos en azúcar añadido como refrescos, galletas, pasteles, helados y postres.

Qué causa el azúcar

Una dieta elevada en azúcares puede aumentar los niveles de glucosa en la sangre, lo que causa problemas metabólicos como la resistencia a la insulina y el aumento del riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2. Esto se debe a que el azúcar rápidamente se absorbe en el torrente sanguíneo y la insulina se libera para regular los niveles de glucosa en sangre. 

La resistencia a la insulina también hace que se produzca una cantidad excesiva de azúcar que puede llevar al cuerpo a producir cada vez más insulina. Esto puede provocar un aumento de peso, así como otros problemas de salud. El azúcar también daña el tejido conectivo y provoca envejecimiento prematuro.

Así, el consumo elevado de fructosa contribuye al desarrollo de enfermedades crónicas y se relaciona un descenso de los niveles de HDL o colesterol bueno y con un incremento de:

Todos estos síntomas están relacionados con la posibilidad de tener ateroesclerosis. Podemos decir, entonces, que hay relación entre azúcar y enfermedades cardiovasculares. 

Cantidad recomendada de azúcar para un consumo responsable

Para evitar los síntomas no deseados es importante que el médico establezca unas pautas a seguir en las que haya un equilibrio en la toma de este tipo de alimentos. 

No significa que haya que eliminar el azúcar por completo, porque sería muy difícil no comer turrón en Navidad, no celebrar un cumpleaños sin una tarta o no tomarse un cóctel de vez en cuando. Pero sí hay que hacer un consumo responsable en casa, intentando llevar una dieta equilibrada que limite los alimentos menos sanos, como el azúcar, las grasas o los precocinados. Asimismo, es necesario tomar conciencia de la importancia que tiene el ejercicio físico para tener una buena salud. 

La cantidad de alimentos con azúcar añadido que se recomienda al día debe situarse en torno a las 150 calorías/día como máximo, según señalan desde la Asociación Americana de Cardiología. Esto es, unos 25 gramos, que suponen aproximadamente seis cucharadas pequeñas al día. Esta norma debería de cumplirse escrupulosamente en el caso de los niños. 

Otras enfermedades relacionadas con el consumo de azúcar 

En los últimos años el consumo excesivo de azúcar ha sido la principal causa de morbididad y mortalidad en el mundo. Algunas de las enfermedades relacionadas con el consumo de azúcar más conocidas son las enfermedades cardiovasculares y la diabetes, sin embargo, son muchas más las afecciones y complicaciones de salud asociadas al exceso de azúcar. 

¿Qué enfermedades causa el azúcar? El exceso de azúcar en la dieta puede contribuir a una variedad de problemas de salud. Investigaciones recientes han demostrado que el azúcar causa un aumento en el riesgo de desarrollar prediabetes, enfermedades cardiovasculares, obesidad y enfermedades relacionadas con el metabolismo, como la resistencia a la insulina. Esto se debe al alto contenido calórico y los efectos inflamatorios del exceso de ingesta de azúcar en la dieta.

 Las principales enfermedades relacionadas con el azúcar son: 

  • Obesidad. Es uno de los principales problemas de salud relacionados con el consumo excesivo de azúcar. Se asocia con la ingesta de alimentos con alto contenido calórico y altos niveles de azúcar. El aumento de peso va unido también con el desarrollo de enfermedades como la hipertensión, enfermedades pulmonares crónicas, osteoartritis, problemas digestivos, entre otros. 
  • Alteraciones hepáticas. Los estudios han demostrado que los alimentos ricos en azúcar pueden dañar la función hepática, lo que también puede contribuir a la formación de patologías. La enfermedad hepática grasa no alcohólica está provocada por la acumulación de grasa en el hígado. Es el resultado del consumo excesivo de calorías, especialmente aquellos ricos en azúcar. Los síntomas asociados a este tipo de enfermedad incluyen dolor abdominal, debilidad, cansancio, orina de color oscuro y heces de color claro. 
  • Enfermedades inflamatorias, como la artritis reumatoide. Estas patologías se caracterizan por el daño articular como resultado de una respuesta excesiva del sistema inmunológico. Una alimentación alta en grasas y azúcares puede provocar el empeoramiento de estas enfermedades. 
  • Desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer. El azúcar se ha relacionado con la pérdida de memoria y disminución de la capacidad cognitiva. Aunque las investigaciones sobre el tema no concluyen con claridad, se plantea que el aumento en los niveles de glucosa en la sangre podría dañar las neuronas y provocar los síntomas característicos de estas enfermedades. 
  • Formación de caries. Los azúcares fermentables son aquellos que se descomponen con la ayuda de los microbios de la boca para formar ácidos, que afectan a los dientes y llevan a la formación de caries. 

Si bien azúcar y enfermedades cardiovasculares  están relacionados directamente, también puede provocar otras enfermedades tales como obesidad, diabetes, caries y alteraciones hepáticas. Por lo tanto, se debe limitar en la dieta su consumo para evitar cualquiera de estos problemas.

Si tienes dudas sobre la cantidad de azúcar que consumes o quieres reducir su ingesta para mejorar tu salud cardiovascular lo mejor es que acudas a consulta con un especialista que pueda ayudarte. En SaludOnNet contamos con médicos cardiólogos y endocrinos dispuestos a ayudarte. Puedes comprar una consulta desde 26 euros, sin esperas y con los mejores profesionales.

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